Revista Nueva Minería

Línea de transmisión eléctrica de Transelec que cruza el Canal de Chacao. (Foto: Transelec)

La mayor empresa transmisora del país cumplió 10 años desde que un consorcio de inversionistas canadienses tomara el control de la compañía. Desde entonces ha puesto en marcha importantes iniciativas en el sistema eléctrico nacional.

Revista Nueva Minería y Energía

Daniela Tapia
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En 2006, el consorcio canadiense formado por Brookfield Asset Management, Canadian Pension Plan Investment Board, British Columbia Investment Management Corp. y Public Sector Pension Investment Board, realizó una inversión histórica para la época al adquirir Transelec, la mayor transmisora de energía del país.

Ya han transcurrido 10 años desde este acontecimiento, que permitió iniciar un proceso de consolidación para la compañía, la que ha puesto en marcha importantes iniciativas en el sistema eléctrico nacional. Prueba de ello son los kilómetros de línea que ha implementado Transelec desde 2006, los que han aumentado de 8.202 a 9.975, permitiendo que la energía llegue a más lugares del país.

Además, en estos 10 años, la firma ha concretado inversiones en Chile por casi US$ 3.500 millones y a su vez, tiene proyectada una inversión cercana a los US$ 1.230 millones para los próximos años.

Particularmente, para este año la compañía se comprometió a invertir cerca de US$ 500 millones, lo que implica un crecimiento récord de 150% respecto del promedio de lo que la compañía ha venido comprometiendo en inversión en los últimos cuatro años. De hecho, la firma ejecutará esta inversión, que ya está a firme, en un plazo de dos a cinco años.

Pero una de las apuestas más fuertes de la empresa es su internacionalización. Un anhelo que pudo cumplir gracias a la creación de la empresa Conelsur en Perú, cuyo objetivo apunta a convertirse en una plataforma de inversión para poder crecer en el mercado eléctrico del vecino país.

La adquisición corresponde a 650 kilómetros de líneas de transmisión de 220 kV y 60 kV por una inversión que superó los US$ 60 millones.

“Seguiremos apostando por crecer en Chile, que siempre ha sido nuestro principal mercado, y buscaremos más oportunidades que puedan presentarse en la región, con foco particular en Perú”, sostiene David Noe, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Transelec.

En Chile, la compañía ha implementado diversas obras entre las que destacan la energización en 500 kV de la línea de doble circuito Alto Jahuel-Polpaico en 2008, la puesta en marcha de la subestación Nogales en 2009 y la adquisición de la subestación Punta Colorada.

Asimismo, resalta la puesta en servicio de la subestación Las Palmas en 2010, que representa el principal nudo de aportes de energía eólica al SIC, el servicio del proyecto Nogales-Polpaico en 2011 y el inicio del desarrollo de 16 proyectos, entre los que destacan la línea Maitencillo-Caserones; la construcción del sistema de transmisión para la mina Caserones en la Región de Atacama en 2012, y la inauguración del Centro Nacional de Operación de Transmisión (CNOT), ubicado en la comuna de Cerro Navia en 2014.

Innovación, pilar esencial

En 2015 Transelec inició un proceso para poner a la innovación en el corazón del negocio, formalizando la gestión interna de las ideas e iniciativas de quienes trabajan en la empresa. Es por esto que hoy cuenta con una cartera con más de 30 proyectos de esta naturaleza, la que es gestionada por la Gerencia de Excelencia Operacional.

Los proyectos están relacionados a nuevos diseños y métodos constructivos; incorporación de nuevas tecnologías que automatizan actividades repetitivas y/o riesgosas; optimización de gestión de activos de transmisión a través del monitoreo y detección temprana de condición de sus instalaciones; entre otros tipos de desarrollos, incluyendo la innovación a nivel de relacionamiento comunitario.

Uno de estos proyectos consiste en un sistema hidráulico, modular y de fácil armado, para levantar los pilares de las torres y así ahorrar en tiempo y costos.

Desde la firma comentan que este sistema se utilizó en 2013 en la zona Maule-Linares-Parral a raíz de un incremento en la transmisión eléctrica que hacía necesario aumentar la altura de los portales, para así mantener los cables conductores a una distancia segura de la tierra.

“Esto, porque cuando se transmite energía eléctrica, los conductores eléctricos se calientan y se arquean en el centro, por tanto la altura mínima se estipula (y está regulada por la normativa vigente) según la transmisión planificada”, sostienen en Transelec.

Sistema de transmisión para la mina Caserones, construido por la compañía en 2012. (Foto: Transelec)

El mecanismo ideado permitió levantar las estructuras sin tener que desconectar la energía ni movilizar grúas ni maquinaria especial.

Otro proyecto ya implementado es la incorporación de drones a la inspección de mantenimiento de las líneas de alta tensión.

Tales líneas -plantean desde la compañía- se revisan completamente tres veces al año, para lo cual se realizan inspecciones visuales pedestres tanto a nivel de suelo como con trepado, las que son apoyadas normalmente con el uso de binoculares y la toma de fotografías, y complementadas con sobrevuelo en helicóptero cuando es necesario. Los drones vienen a sumarse a estos métodos.

Partícipes de la contingencia eléctrica

Los cambios que afectan a la industria eléctrica también han acaparado la atención de la firma, motivando su participación en la discusión pública. Uno de estos cambios es la ley de transmisión, cuya fase de implementación a juicio de Transelec, será crítica.

Y es que para reducir la dificultad y el tiempo de esta puesta en marcha -asevera la compañía- es importante que los reglamentos de la nueva ley queden bien hechos, de manera que la aplicación práctica de lo establecido en la ley no se preste para distintas interpretaciones.

“Por tal motivo, nuestra empresa está colaborando muy activamente en las instancias de participación que la autoridad está generando. Es así como Transelec ha participado en los grupos de discusión sobre los reglamentos que han iniciado su discusión”, señala el vicepresidente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de la empresa, David Noe.

De los siete reglamentos, hasta la fecha se han sometido a consulta pública tres de ellos, por lo que las observaciones de la empresa buscan precisar conceptos y procedimientos “para evitar que posteriormente se produzcan interpretaciones distintas entre los agentes involucrados, que entorpezcan el buen funcionamiento de la normativa”, agrega el ejecutivo.

Un tema que les preocupa es el escenario de menor crecimiento a nivel mundial. Pese a ello, en la firma reiteran que el negocio de transmisión es de largo plazo.

“Estamos hablando de trabajos a 20 ó 30 años plazo, por ello la contingencia del crecimiento económico no representa una alarma en estos momentos”, dice David Noe.

De lo que no hay duda es que la firma quiere seguir conservando su liderazgo en el segmento de la transmisión en Chile y también aprovechar nuevas oportunidades en el extranjero.

“Nuestra expectativa es seguir participando en las licitaciones y futuros desarrollos que el sistema requiera, ya que es lo que mejor sabemos hacer, pero siempre cumpliendo con los estándares ambientales y sociales”, concluye el ejecutivo.