Las recomendaciones del Banco Mundial para la industria del gas

29 diciembre, 2015
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Entidad sugiere terminar tanto con la integración vertical como con la horizontal.

La regulación del mercado del gas ha sido una preocupación central del Ministro de Energía, Máximo Pacheco. Tanto así, que el año pasado el Ejecutivo se enfocó en preparar un proyecto de ley que modifica la normativa actual, que rige desde 1931.

Así, a fines de enero de este año, el Ejecutivo ingresó a la Cámara de Diputados el nuevo proyecto que busca regular al sector. La modificación regulatoria no sólo alertó a las empresas que participan de dicho mercado, sino que también interesó al Banco Mundial (BM).

En mayo de 2014, el ministro Pacheco anunció acercamientos con la entidad, para que asesorara al gobierno en la construcción de este proyecto.

Mientras la iniciativa continúa su trámite legislativo, el BM ya concluyó dos informes sobre este proceso.

Conclusiones del BM

Los informes del BM, que datan de mayo y agosto de este año, apuntan principalmente a sugerir que la nueva regulación evite la integración vertical (misma propiedad de terminales y de redes de gasificación), al igual que la horizontal (participación en negocios de gas natural y de gas licuado de petróleo).

Respecto de la integración vertical, el BM estima que si esta situación ya está presente en el mercado chileno, es necesario el establecimiento de “códigos de conducta” y de “mecanismos de vigilancia”, con la finalidad de evitar que existan “favoritismos” a la hora de que las distintas empresas accedan a estas instalaciones.

El BM es claro, además, en señalar que los mercados de gas “no evolucionan de forma automática”, por lo que, dice, es necesario “una acción política”, así como la creación de un marco normativo “estable y transparente”.

En esa línea, los informes proponen el establecimiento de una agencia regulatoria en el mercado del gas natural, la cual debe, sugiere el BM, realizar un monitoreo “en tiempo real” de la utilización de la capacidad de los distintas instalaciones, así como asegurar el acceso abierto (tanto a terminales como a gasoductos), asegurar la transparencia de la información del mercado, establecer medidas de protección ante una amenaza de abuso monopólico, además de planificar la conducta del sistema e implementar mecanismos para la expansión de éste (incluyendo el uso de procesos de Open Season), entre otras recomendaciones.

En el suministro de gas natural licuado (GNL), el BM también sugiere la supervisión constante para asegurar que los precios a los consumidores y la calidad del servicio sean “razonables”.

En la industria, por su parte, miran con gran preocupación lo poco que dice el proyecto de ley del Ejecutivo respecto de la integración vertical y horizontal.

Otro punto que causa inquietud, explican en el mercado, es la supervisión del mercado del GNL en caso de ser monopólico.

“El proyecto no sólo fija precios, sino rentabilidades máximas y elimina la rentabilidad mínima. Además, exige la devolución inapelable e inmediata de dinero a clientes, equivalente al ‘exceso’ de rentabilidad”, comenta una fuente del sector.

Acuerdos y desacuerdos

El proyecto que modifica la regulación sobre el mercado del gas se encuentra en el Senado, en su segundo trámite parlamentario.

En su paso por la Cámara de Diputados, los parlamentarios solicitaron la eliminación del piso del 6% de la tasa de costo anual, elemento que junto a la tasa de retorno, determinan el límite de rentabilidad para la industria del gas por redes.

Lo anterior, causó rechazo tanto en el Ejecutivo -que en el proyecto había determinado que esta tasa no fuera menor a 6%- como en las empresas del rubro, que incluso señalaron en la ocasión que podría ser un golpe duro para el mercado, porque necesitan de este piso para poder operar en el largo plazo.

Fuente: La Tercera

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