Las razones que explican el fenómeno de la conmutación laboral

23 enero, 2017
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Antofagasta, una de las zonas donde hay más conmutación laboral. (Foto: Antonio Ljubetic)

Antofagasta, una de las zonas donde hay más conmutación laboral. (Foto: Antonio Ljubetic)

Antofagasta, una de las zonas donde hay más conmutación laboral. (Foto: Antonio Ljubetic)

Uno de cada cinco trabajadores de Antofagasta vive en otra región. Y si nos enfocamos en la minería, la cifra se eleva a cerca del 50%, número que ha disminuido en el último año, respondiendo a los vaivenes de la industria. Pero en lo concreto, ¿a qué obedece esta alta conmutación laboral?

Revista Nueva Minería y Energía

Nicolás Rojas
Desde Antofagasta
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Desde hace un buen tiempo, cada vez que algún político o líder gremial habla en público en Antofagasta, de manera directa o indirecta se refiere al fenómeno de la conmutación laboral que vive actualmente la Segunda Región. Una creciente tendencia que tiene alto impacto en sectores extractivos, como el minero.

Así, el concepto de “conmutación laboral” (trabajadores que viven en regiones distintas a las que trabajan) se ha hecho cada vez más familiar en Antofagasta. ¿Razones? Calidad de vida de las ciudades del norte, recursos económicos que se van a otras regiones, y estrategias empresariales, entre otros, alertan y explican el fenómeno que no sólo es común en Chile, sino también en otros países que tienen una industria extractiva importante, como Perú, Australia o Rusia.

Existen casi tantas explicaciones como conversaciones para dar cuenta de un problema que impacta de diversas formas, principalmente el mercado laboral y la calidad de vida de los trabajadores y residentes de las zonas afectadas.

Pero en lo concreto, ¿cómo se afecta el mercado laboral y cómo impacta en la calidad de vida de los ciudadanos?

Para entender mejor de qué estamos hablando, los números entregan algunos datos importantes: de acuerdo a la información del Observatorio Laboral para la región de Antofagasta -promovido por Sence y a cargo de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad Católica del Norte (UCN)-, si el año pasado el 50% de los trabajadores mineros vivía en otras regiones, hoy los forasteros representan el 40%.

Por otro lado, si hablamos de destrucción de empleos, las cifras disponibles del último trimestre (julio-septiembre de 2015) nos muestran que la región emplea a 12.150 trabajadores menos que el mismo período del año anterior. Sin embargo, la ocupación de los trabajadores que viven en la región de Antofagasta aumentó en 1.980. ¿La explicación? La mayoría de las personas que perdieron sus puestos de trabajo son conmutantes. En cifras, unas 14.130 personas.

Por otro lado, la región de Antofagasta es la que, en promedio, tiene los salarios relativos más altos del país (una media de $500.000, según datos entregados por la Fundación Sol).

¿Estrategia de costos, de productividad o de recursos humanos?

Un reciente estudio publicado por el académico Omar Manky en la Revista británica de relaciones laborales (British Journal of Industrial Relations) nos da las primeras luces sobre el impacto que tiene la conmutación laboral en las comunidades donde se vive, y lo que podría existir detrás de este fenómeno.

Manky explica –a partir de un estudio realizado en Perú– cómo la conmutación laboral afecta de manera negativa la capacidad de los trabajadores para movilizarse, perturbando la dinámica en cuanto a las relaciones sociales y organización. Un hecho no menor que explicaría, por ejemplo, la ausencia de movilizaciones significativas de los trabajadores tras los masivos despidos que se han vivido en los últimos meses en la industria minera nacional.

“Efectivamente la conmutación laboral pudiese estar afectando negativamente la capacidad de acción colectiva: no es lo mismo tener a los trabajadores en la misma zona que tenerlos dispersos. La conmutación fomenta el individualismo entre los trabajadores, teniendo una menor capacidad de actuar colectivamente, tal como se señala en el estudio de Manky”, asegura el académico de la UCN y director del Observatorio Laboral para la región de Antofagasta, Manuel Pérez.

Manuel Pérez, académico de la UCN y director del Observatorio Laboral para la región de Antofagasta. (Foto: UCN)

Manuel Pérez, académico de la UCN y director del Observatorio Laboral para la región de Antofagasta. (Foto: UCN)

Sin embargo, complementa, esta no es la única hipótesis, pues si vemos la relación de los salarios, también es posible explicar el fenómeno desde una estrategia de costos, pues los trabajadores provenientes de otras regiones, si bien ganan más de lo que ganarían en sus ciudades de origen, en promedio ganan menos que los trabajadores de la región.

Además, agrega Pérez, la estrategia podría ir de la mano con aumentar artificialmente la oferta en el mercado laboral, lo que finalmente tendría como consecuencia una caída de los salarios.

Pero si las empresas se ven beneficiadas con la baja en los salarios, ¿cómo se explica que la mayoría de los trabajadores desvinculados sean conmutantes?

“Es bueno entender que los trabajadores que vienen de otras regiones no ocupan los puestos de trabajo más relevantes en las empresas. Es decir, estos no son los empleos que las compañías tratan de retener porque no son los trabajadores más cualificados, destacando la llegada de trabajadores con estudios secundarios y técnicos”, explica el académico de la UCN.

Hasta el momento, advierte Pérez, solo tenemos hipótesis para explicar la conmutación laboral, pues aún se desconoce la causa real que explicaría el fenómeno.

“Esto es lo que nos dicen las cifras, porque también es cierto que puede haber interés de los trabajadores por conmutar y, por tanto, que este fenómeno no sólo responda a una estrategia empresarial de aumentar la oferta laboral o de atracción de mano de obra con una cualificación técnica específica”, reconoce el director del Observatorio Laboral para la región de Antofagasta.

De acuerdo al experto, una pregunta clave que hay que plantear es si realmente estos trabajadores residían anteriormente en la región. “Eso no lo sabemos y es clave porque si es así, podríamos deducir que ellos no quieren vivir acá, lo cual llevaría a entender el fenómeno de una forma completamente diferente (abordando su solución desde la habitabilidad de la región), pues el sistema de turno les favorece para vivir en regiones que tienen mejor calidad de vida que la nuestra”, agrega Manuel Pérez.

De cualquier modo, todas estas posibilidades obligan a analizar el tema con mayor profundidad, pues el fenómeno en cuestión es de gran preocupación para los trabajadores y residentes de las regiones afectadas, que ven cómo los recursos económicos que debiesen quedar en la zona (principalmente por el uso de servicios, lo que mejoraría la oferta en todos los ámbitos), se van a otras regiones.

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