Revista Nueva Minería

Mina Escondida, uno de los proyectos mineros más importantes que se puso en marcha en la década de los ’90. (Foto: Minera Escondida)

Para gran parte de los actores del sector minero, el modelo de ejecución EPCM comenzó a deteriorarse a partir de los años 2005-2006, impactando en la pérdida de competitividad e incremento en los costos de los proyectos de inversión. ¿Qué factores han estado detrás de este fenómeno? Ejecutivos y analistas analizaron esta realidad bajo una mirada crítica.

Daniela Tapia
___________

¿Cómo algo que venía bien se echó a perder? Esta pregunta se hizo Diego Hernández, hasta hace poco presidente Ejecutivo de Antofagasta plc, durante un encuentro especializado del sector minero, refiriéndose al exitoso desarrollo de las operaciones mineras que se pusieron en marcha en la década de los ’90 bajo la modalidad EPCM. Un mecanismo que hoy está en tela de juicio.

Y es que para gran parte de los actores del sector, el modelo de ejecución EPCM comenzó a deteriorarse a partir de los años 2005-2006, impactando en la pérdida de competitividad e incremento en los costos de los proyectos de inversión.

Esta es la dura crítica de Hernández, quien enfatizó en que muchas de las nuevas iniciativas ya no se hicieron en los plazos estipulados, además de no haber alcanzado la capacidad nominal, debiendo someterse a correcciones.

¿La responsabilidad? “Probablemente de todos”, reconoce el conocido ejecutivo minero, porque según él, los actores involucrados empezaron a preocuparse más de su parte en desmedro del conjunto.

“Hoy las bajas leyes nos obligan a requerir más información para tomar las decisiones correctas y tener un proyecto exitoso”, aseguró Diego Hernández en el seminario “Una nueva mirada a los proyectos de inversión: aprendizajes y desafíos para el próximo ciclo” que se realizó en el marco de la Conferencia Mundial del Cobre 2016.

A este escenario se suma la idea de que el crecimiento explosivo de la cartera de proyectos que surgió en los años ’90 y fructificó cerca del 2000, no vino de la mano con la capacitación y no se cambió el sistema de gestión.

“El recurso humano capacitado escaseó y se subcontrató personal menos calificado que muchas veces reaccionó inadecuadamente en la ejecución, lo que llevó a hacer modificaciones, provocando un aumento en el costo de los proyectos. Así, se utilizó más presupuesto de lo planificado y se encarecieron los proyectos”, señaló Andrés Colomer, vicepresidente de la Asociación Gremial de Suministradores Técnicos y de Ingeniería para la Minería e Industria, Sutmin.

El representante de Sutmin también planteó que las primeras operaciones que se desarrollaron tenían leyes de mineral más altas, lo que permitió ocultar o mitigar imprecisiones, sin embargo los proyectos que siguieron tuvieron menos margen para errores.

Ejecutivos y representantes de la industria se dieron cita en el seminario “Una nueva mirada a los proyectos de inversión: aprendizajes y desafíos para el próximo ciclo” que se realizó en el marco de la Conferencia Mundial del Cobre 2016. (Foto: Sutmin)

Lecciones en la mira

En el encuentro también fueron entregados los resultados preliminares del estudio “Prácticas y desafíos en la gestión de proyectos de inversión”, que busca caracterizar las prácticas en la ejecución de los proyectos de inversión de gran escala con el fin de identificar aprendizajes y líneas de acción que permitan a la industria dar un salto significativo.

“Este tema es de especial relevancia para darle un renovado impulso a la inversión en minería. Resulta clave para mejorar la productividad y competitividad en el sector, lo que redundará en un mayor crecimiento y empleo”, destacó Alberto Salas, presidente de la Sonami.

El punto en el que coincidieron los exponentes del encuentro es en la urgente necesidad de lograr una mayor eficiencia en los tiempos muertos. Asimismo, generar un trabajo en conjunto proveedor-minera para buscar sistemas productivos más eficaces y así ser más competitivos en este mercado.

“Las mineras deben considerar y facilitar el aporte de los proveedores de menor tamaño, lo que ayudaría a entregar soluciones óptimas para los procesos”, agregó el vicepresidente de Sutmin.

Pero el panorama hoy por hoy, está cuesta arriba. Los proyectos no están en su mejor momento y la mayoría se encuentra en revisión. Es por esto que buena parte de los representantes del rubro han planteado que este es el momento para que la industria tome una pausa y pueda reflexionar sobre qué se ha aprendido de los últimos proyectos y cómo es posible mejorar en torno a las prácticas que caracterizan a la actividad económica más importante del país.