La fuerza del sol

22 abril, 2019

Si el año 2005 la energía solar ni siquiera era mencionada, hoy es distinto. El país cuenta con 2.400 MW de capacidad fotovoltaica total instalada, dando cuenta del explosivo crecimiento que ha alcanzado este tipo de energía a nivel local. Pero los retos continúan, especialmente a la hora de masificar esta opción energética a nivel residencial.

Por Daniela Tapia

Revista Nueva Minería y Energía

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Hace poco más de una década, en 2005, la energía solar fotovoltaica ni siquiera aparecía entre las fuentes de generación eléctrica del país. Siete años más tarde, esta realidad cambiaría, pasando a representar el 1% de la matriz energética nacional.

Fue así como a partir del 2014 la incorporación de las ERNC en el sistema empezó a incrementarse, dando espacio al desarrollo de la energía solar que ha alcanzado un importante y, por qué no decirlo, explosivo crecimiento en el último tiempo. Las cifras así lo avalan: al día de hoy la capacidad fotovoltaica total instalada es de 2.400 MW. Sólo durante 2018 se instalaron 570 MW y al menos un tercio de los proyectos que actualmente están declarados en construcción provienen de esta tecnología.

Y es que en esta área Chile tiene el potencial más alto del mundo, debido a que el desierto de Atacama tiene los sectores con más alta radiación en el planeta. De acuerdo a un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Chile en 2015, en la cordillera de Domeyko, por ejemplo, una cadena montañosa con elevaciones de hasta 5.000 metros, la radiación anual llega a los 310 Watts por metro cuadrado (puede llegar a los 325-330 W/m2), e incluso cuando hay nubes ofrece un promedio de más de 300 W/m2. Al mediodía, en tanto, se pueden superar los 1.000 W/m2 en algunas zonas de Calama.

Esto ha contribuido a que el desarrollo de la energía solar en Chile haya impactado tan rápido, aunque la baja en el precio de los paneles solares también se ha posicionado como uno de los factores más importantes que explican la masificación de esta opción energética.

Así lo expresa Ignacio Rodríguez, vicepresidente de la Asociación Chilena de Energía Solar (Acesol) y director del Área Energía de Alster Legal, quien explica que a nivel de mercado de contrato a largo plazo o PPA, los precios han bajado considerablemente, producto no sólo por la reducción de costos en el desarrollo de proyectos, sino también por la creciente competencia en las licitaciones públicas y la progresiva oferta de contratos de suministro en el mercado privado.

“A nivel de los Pequeños Medios de Generación Distribuida (PMGD), los precios se han mantenido más estables, gracias a la figura del precio estabilizado al cual pueden acceder estas instalaciones, el cual está indexado al precio nudo de corto plazo, es decir, cada 6 meses”, dice el ejecutivo.

De esta manera, el fuerte protagonismo que ha logrado la energía solar en el país se refleja en la gran cantidad de proyectos de este tipo que se han puesto en marcha. Entre ellos, destaca la entrada en operación de la planta fotovoltaica El Romero Solar, de Acciona Energía, considerada la mayor en operación de América Latina y una de las 10 más importantes del mundo en la actualidad.

No obstante, la energía solar no sólo es fotovoltaica. Desde el año 2013, la División Gabriela Mistral de Codelco utiliza una planta termosolar para abastecer parte de sus necesidades térmicas. Mientras que para finales de 2019 se espera el término de la construcción de la primera planta de Concentración Solar de Torre de Latinoamérica en la región de Antofagasta, denominada Cerro Dominador, capaz de inyectar energía eléctrica las 24 horas del día.

Net-Billing en la mira

En el plano legislativo también se han hecho esfuerzos a la hora de fomentar la generación eléctrica solar a través de la Ley 20.571 de generación distribuida, promulgada en 2014, también conocida como Net-Billing. Se trata de un cuerpo legal que otorga a los clientes regulados de las empresas distribuidoras -los consumidores de electricidad-, el derecho a generar energía para su autoconsumo mediante fuentes ERNC o de cogeneración eficiente, y a vender sus excedentes de energía a la red de distribución.

Reformulada en 2018, la iniciativa hoy busca incrementar de 100 kW a 300 kW la capacidad instalada por cada inmueble, con el objetivo de que cada hogar genere fuentes limpias de energía.

Aunque las instalaciones acogidas a esta ley han aumentado a una tasa creciente, el vicepresidente de la Asociación Chilena de Energía Solar (Acesol) hace una dura crítica, señalando que a diferencia de los consumidores industriales y comerciales, el sector residencial actualmente no cuenta con instrumentos financieros personalizados para costear instalaciones solares en este segmento del mercado.

El desierto de Atacama tiene los sectores con más alta radiación en el planeta, factor que favorece el desarrollo de energía solar en el país. (Foto: Joaquín Ruiz)

El especialista también sostiene que las empresas desarrolladoras de proyectos solares bajo el modelo ESCO (empresas que implementan proyectos de eficiencia energética mediante contratos de desempeño energético), no tienen como prioridad atender al sector residencial. ¿La razón? En este segmento, los márgenes de ahorros energéticos son más bajos y es más difícil aprovechar las economías de escala.

“La normativa además, se ha obstaculizado principalmente desde un punto de vista operativo, debido a que aún los procesos para contabilizar los descuentos en la cuenta, y eventualmente los excedentes objetos de pago por parte de la empresa distribuidora, son precarios, no sólo debido a una normativa en proceso de maduración, sino también por la falta de medidores inteligentes”, agrega Ignacio Rodríguez, de Acesol.

Claudio Huepe, coordinador del Centro de Energía y Desarrollo Sustentable de la Universidad Diego Portales, también tiene una mirada crítica. El académico añade que, aunque la generación distribuida ha crecido significativamente, “sigue siendo una fuente relativamente marginal en parte por las restricciones en la normativa técnica vigente”, según plantea.

Pero una de las medidas que pretende acrecentar aún más la participación de las energías renovables en el sistema, entre ellas la energía solar, es la nueva Ruta Energética impulsada por el gobierno.

Así lo cree Jorge Leal, country manager de PV Power by Solek Group, quien además de destacar esta estrategia, resalta los compromisos adquiridos por Chile en el Acuerdo de París, destacando una considerable reducción de los gases de efecto invernadero a nivel país. Pues cerca del 80% de éstos proviene del sector energético, debido principalmente a las termoeléctricas y al transporte.

¿Qué futuro le depara entonces a la energía solar en territorio nacional? Expertos apuestan a que este tipo de energía se convierta en la más accesible y segura del país, especialmente en un escenario donde su integración con las tecnologías de almacenamiento a través de baterías de litio, nos podría llevar hacia una transición energética limpia y una economía electrificada de alto valor agregado y transferencia tecnológica.

La idea, dice Ignacio Rodríguez de Acesol, es hacer de Chile el país referente de América Latina en esta materia, tal como lo han sido, por ejemplo, California en Estados Unidos y Alemania en Europa.

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