La estrategia de la colombiana EPM para estar entre las 50 multilatinas

3 febrero, 2014
eolica

En mayo entraría en operaciones la primera central eólica de la empresa fuera de Colombia, que estará en Coquimbo. La empresa busca generar ingresos por US$16.000 millones de aquí a ocho años más, para transformarse en un gigante regional.

Forbes reconoció su trabajo. La revista, en su edición digital, destacó la labor de la colombiana EPM (Empresas Públicas de Medellín) como un agente estratégico de la transformación que ha vivido la ciudad desde el año 2000. La revista estadounidense destacó la asociación “única” entre la compañía y la ciudad con la cual han generado oportunidades económicas en barrios marginales, fomentado comunidades inclusivas y atraído el reconocimiento internacional e inversiones.

Nacida en los años ‘50, EPM es una empresa de servicios públicos (que incluyen servicios sanitarios, telecomunicaciones y electricidad, entre otros) que atiende a más de 13 millones de colombianos y a más de 7 millones clientes en otros países, teniendo como pilar fundamental la sustentabilidad. La compañía tiene una estructura especial. Traspasa un 30% de sus beneficios anuales al municipio de Medellín pero funciona como una empresa privada pagando impuestos como cualquier otra. Aunque es propiedad de la ciudad, Medellín paga por los servicios públicos que recibe al igual que cualquier otro cliente.

En 2012 la empresa fue la octava con más utilidades de Colombia con 6,33 billones (millones de millones) de pesos colombianos (US$3.140 millones) en ingresos operacionales.

Actualmente, EPM tiene como meta convertirse en una de las 50 multilatinas para 2022 incrementando sus ingresos en un “250% por sobre lo que teníamos en 2012, con ingresos que alcanzarán los US$16.000 millones”, sostiene el gerente de regulación y mercados de la compañía, Jorge Antonio Yepes, en entrevista con Pulso.

Plan de internacionalización Sin embargo, para hacerlo han tenido que buscar en el exterior, debido a las normas colombianas que les impiden crecer en el mercado local. Según la norma, las empresas de servicios públicos no pueden tener más del 25% del mercado de producción ni más del 30% del de generación. Con eso en mente, hoy están en siete países además de Colombia: Guatemala, El Salvador, Panamá, Chile, Estados Unidos, España y México. En Chile, junto a la empresa danesa Vestas, EPM está instalando las hélices del parque eólico Los Cururos en la región de Coquimbo, el cual estará operativo en mayo.

Esta central aportará con 110 megavatios al sistema energético de la zona norte de nuestro país. Si bien la potencia alcanzaría para un pueblo pequeño, Salazar explica que “el precio de la generación eólica ha venido decreciendo en los últimos años y ahora la hace competitiva contra las demás alternativas”. Se trata del primer negocio que cierra la colombiana en nuestro país y la primera incursión de energía eólica fuera de Colombia. Incluso crearon EPM Chile y ya instalaron la oficina en Santiago en búsqueda de nuevas inversiones. El año pasado también crearon EPM México y entraron al país a través de la compra del 80% de TICSA, una empresa especializada en tratamiento de aguas residuales municipales e industriales, por US$113 millones.

EPM está en una etapa de observación y -según sus ejecutivos- planean incursionar en otro tipo de energías, como la hidroeléctrica en Chile: “Con el proyecto hidroeléctrico de Ituango tuvimos problemas, como los que hubo con Hidroaysén. También tuvimos que negociar con las poblaciones. Tuvimos que llevar programas de educación, mostrarles los beneficios, o sea, es similar.

Tenemos la experiencia para hacerlo”, aclara José Enrique Salazar, director de mercados de la empresa. En Panamá, la empresa pretende terminar este año una planta de produccción hidraúlica: Bonyic. La idea es que entre en operación a principios de 2015. Además, la compañía tiene presencia en Salvador y Guatemala.

En el caso de Perú, el mercado todavía está en observación. Con Brasil pasa lo mismo. Hace tres años, el grupo de origen español Agbar tenía inversiones en el país y quería salir, por lo que llamaron a EPM para ofrecerles el negocio que se enfocaba en las aguas y saneamiento de ellas, pero tras analizar la posibilidad, la descartaron. “Con Brasil estamos cautos por los problemas que tuvo Isagén en el tema de la transmisión. En 2012 el gobierno bajó un 30% los precios a la energía eléctrica disminuyendo así los ingresos del grupo”, sostuvo Salazar.

Sin embargo, los ejecutivos descartan un interés por Ecuador y Venezuela, debido a sus problemas políticos. Mientras, Argentina también está en observación.

El proyecto estrella

El proyecto Ituango, una central hidroeléctrica de 2400 megavatios al norte de la ciudad de Medellín en el cauce del río Cauca, será la más grande de Colombia. Si todo funciona como esperan, la inversión de US$ 5.500 millones debiese estar operativa para fines de 2018. Con Ituango la empresa cree que incluso podrá proveer de energía a Centroamérica.

“Centroamérica tiene un sistema de energía interconectado, SIEPAC, y que apenas está empezando a operar desde Guatemala hasta Panamá. Entonces si se habilita una conexión desde Colombia hacia Panamá permitiría llegar a todo el sistema centroamericano, el cual tiene unos costos de energía mucho más altos que los colombianos”, cuenta Salazar. La meta de EPM es convertirse en un nodo energético regional.

Fuente: Pulso

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