La arremetida de Freeport-McMoran en Chile con el nuevo proyecto en El Abra

27 mayo, 2013
La arremetida de Freeport-McMoran en Chile con el nuevo proyecto en El Abra

Freeport se la juega con nuevo proyecto en El Abra

Iniciativa prácticamente igualaría lo generado en el 2012 por el conjunto de sus tres operaciones en Chile. Estadounidense proyecta su desarrollo como una opción a futuro para dar continuidad a la actual faena, pero el suministro de agua y energía estarían siendo una amenaza

Freeport-McMoran es la cuprífera cotizados en bolsa más grande del mundo y en términos de producción solo está detrás de Codelco, compañía con la que precisamente la estadounidense mantiene un joint venture para la explotación de la mina El Abra. El yacimiento, que comenzó a operar en 1996, este año cumpliría su vida útil acuerdo al plan original.

Sin embargo, la compañía ha logrado alargar los tiempos de la faena actual por al menos una década y el anunciado proyecto para la explotación de sulfuros, El Abra Milling, parece un desafío aún lejano. La minera da señales de tomarse las cosas con calma en Chile, especialmente en función de los obstáculos que enfrenta hoy el sector minero nacional, en términos de costos y derechos de agua

Mirando a la próxima década

El presente y futuro inmediato de El Abra está circunscrito a la extensión de su ciclo vital con la implementación del proyecto Sulfolix, el que hacia el 2015 habrá significado un costo cercano a los US$725 millones. La iniciativa, que se viene implementando desde el 2011, apunta a prolongar el proceso hidrornetalúrgico hacia el año 2023. No obstante, la empresa reconoce la existencia de importantes recursos de sulfuro que pretende explotar con otro proyecto, El Abra Milling. De acuerdo a una presentación utilizada por la compañía en la conferencia sobre los resultados del primer trimestre de este año, el potencial de la nueva fase, en términos de producción, sería de 270.000 toneladas métricas de cobre fino anuales, similar a lo que generará hacia el 2016 la expansión de Cerro Verde en Perú, el otro país de la región donde Freeport está presente, y casi el doble de las 153.700 toneladas que el yacimiento produjo en el 2012.

Según informó Cochilco en el reporte 2012 de la cartera de proyectos al 2020, esta nueva fase “responde a la necesidad de la compañía de mantener la continuidad operacional del yacimiento para tratar las nuevas reservas de sulfuros primarios que emergen a medida que se extinguen los recursos lixiviables. Si bien fue concebido durante la década pasada, fue diferido para permitir la prolongación del proceso hidrometalúrgico

Cochilco fechó su ejecución originalmente para el 2017, plazo que ya se postergó a entre 2018 y 2020, de acuerdo a un informe posterior. El inicio de la construcción con esta nueva data es así coincidente con el fin de la etapa Sulfolix. No obstante, el estudio de factibilidad sigue en marcha, aunque sin un anuncio respecto a cuándo concluirá.

Los frenos del proyecto

Un primer obstáculo en el corto plazo tiene que ver con su avalúo, que hasta el momento se eleva a los US$5.000 millones, y con las prioridades de inversión de la minera, entre las que se cuentan las expansiones de las minas Grasberg en Indonesia, Morenci en Norteamérica, Tenke en Africa y —especialmente— Cerro Verde en Perú. Solo en este proyecto, cuya puesta en marcha está programada para 2016, la empresa prevé la inyección de unos US$4.400 millones.

Sin embargo, el factor determinante respecto a la cautela que mantiene Freeport en la iniciativa es el escenario de alzas en los costos que presenta nuestro país. En este punto aparecen temas que están afectando de manera transversal a la minería nacional, tales como permisos, energía o capital humano. Pero el aspecto más crítico que evalúa la empresa es el suministro de agua. Esta variable que no sólo pone freno al desarrollo de El Abra Milling, también genera alerta en 1os planes de sus otras dos operaciones en el país, Candelaria y Ojos del Salado.

Al respecto, el no de Freeport, Richard Adkerson, indicó en la última presentación de resultados que, si bien cuentan con un importante potencial en El Abra, “el plan de expansión requerirá de trabaja por los desafíos que Chile está enfrentando en materias como agua y energía, aunque es un gran recurso y lo necesitaremos disponible en algún momento a futuro y estamos progresando en los estudios para eso”.

Por otra parte, el vicepresidente de marketing y ventas de la estadounidense, y presidente de la subsidiaria Atlantic Cooper, Javier Targhetta, afirmó hace poco que las decisiones sobre nuevas inversiones en Chile dependerán en buena medida de los resultados que arrojen los estudios para la expansión de El Abra. A esto agregó que, si bien el pais ofrece un buen ambiente para las inversiones, existe un importante desafio en materia de costos para no perder competitividad frente a otros actores que comienzan a tomar mayor protagonismo como Perú o Estados Unidos.

Fuente: Estrategia

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