Revista Nueva Minería

Desde el Ministerio de Minería comentaron que mantienen la posición de que la negociación siga por los canales oficiales. 

Traer el conflicto desde Antofagasta a Santiago. Esa es una de las estrategias del sindicato N° 1 de Escondida, que se mantiene en huelga legal desde el 9 de febrero pasado, paralizando la faena de cobre más grande del mundo, operada por BHP Billiton.

Prueba de ello es que ayer tuvieron audiencia con el subsecretario de Minería, Erich Schnake, y luego con el presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade (PS), a quienes explicaron las razones de la extensión de la huelga, la más larga en la historia del yacimiento, que hoy cumple su día 27.

El vocero del sindicato, Carlos Allendes, comentó que con estas reuniones buscan que las autoridades conozcan la visión de los trabajadores, quienes culpan “a la intransigencia de la empresa” por la extendida paralización.

Señaló que la firma no se allana a los tres puntos establecidos por el sindicato como piso para negociar; es decir, mantener al menos los beneficios del contrato colectivo que venció el 31 de enero; no discriminar entre actuales trabajadores y futuros operarios, y la extensión de algunas jornadas de trabajo.

Consultado sobre si esperaban un mayor involucramiento del Gobierno en el conflicto, comentó que “en algún momento el mundo político tendrá que participar de esta discusión, porque esta huelga es mala para todos”.

Desde el Ministerio de Minería comentaron que mantienen la posición de que la negociación siga por los canales oficiales. “El Estado ha colocado a disposición de las partes los instrumentos que para ello existen y que están canalizados a través de la Dirección del Trabajo”, dijo hace algunos días la ministra del Trabajo, Aurora Williams, quien ahora se encuentra en Canadá en una feria de exploración minera.

El presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade, una vez culminado el encuentro con trabajadores, señaló: “tengo la convicción de que la incapacidad que se ha tenido para llegar a un acuerdo en la huelga de Minera Escondida constituye un problema para el país, y me pareció importante escuchar sus puntos de vista”.

“Les dije (a los trabajadores) que tenía una imposibilidad constitucional para involucrarme, pero que tenía la mejor disposición para colaborar en lo que me pidieran y yo pudiera hacer”, añadió.

Finalmente, apuntó a que “lo más relevante en una negociación es que las partes conversen, y eso no está ocurriendo ahora. Eso es malo para los trabajadores, para la empresa y muy malo para Chile”.

Todavía no existen agendadas reuniones entre el sindicato y la empresa y todo indica que la huelga pueda extenderse por varios días -incluso semanas-, dado lo alejadas que están las posturas.

Fuente: El Mercurio