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Gobierno define los ejes estratégicos que componen su agenda energética al 2026

25 agosto, 2022
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Dentro de los planes del Ejecutivo figuran una reforma al sector de distribución para mejorar la calidad del servicio y ajustes en transmisión para dar más certezas a las empresas.

Para hoy está programado el lanzamiento de la Agenda Energía 2022 – 2026 elaborada por el Gobierno, iniciativa que se enmarca en un trabajo colaborativo realizado por personas de todo el país y que se plasma en un documento al que tuvo acceso “El Mercurio”.

En concreto, se trata de ocho ejes de trabajo que buscan hacerse cargo de las inquietudes recibidas de parte de la ciudadanía, dentro de las que destacan lineamientos como garantizar el acceso a la energía de aquellas personas que aún no la tienen, o redoblar los esfuerzos para contar con una matriz renovable, destacando que las medidas que se adopten serán progresivas y “con gradualidad”.

Uno de los focos de la estrategia es la transición energética justa, mecanismo mediante el cual se busca eliminar progresivamente los combustibles fósiles del sector energético, proceso que se extenderá por décadas y que requerirá un riguroso trabajo técnico y mucho diálogo con todos los actores.

“Con responsabilidad haremos los mayores esfuerzos para una transición acelerada de toda nuestra matriz productiva. Entendemos que el sector energía es un sistema interrelacionado, por lo que trabajaremos en múltiples frentes para lograr los objetivos: entre otras acciones, avanzaremos en la planificación estratégica de infraestructura común y habilitante; promoveremos sistemas energéticos limpios, descentralizados e inclusivos para la industria, las residencias y el transporte en todo el territorio nacional”, explica el ministro de Energía, Claudio Huepe.

Así, se apunta a acelerar el cierre de las centrales a carbón, destacando el uso de combustibles menos contaminantes como el gas y bioenergéticos, con el objetivo de garantizar la seguridad de suministro y eficiencia del sistema, y teniendo la precaución ante eventuales escenarios de escasez hídrica para los próximos años.

También se consideran acciones para adaptar el sistema eléctrico a los efectos del cambio climático; la descentralización en la toma de decisiones; el crecimiento económico inclusivo, tomando en cuenta la importancia que tendrá esta industria en la transición energética; y la modernización de la gestión pública, con medidas como la refacción de las capacidades y obligaciones que tiene la Superintendencia de Energía y Combustibles (SEC), para que esta efectúe una mayor fiscalización, monitoreo y vigilancia, avanzando hacia una calidad y seguridad del servicio.

Distribución y transmisión Otro de los puntos centrales de la propuesta del Ejecutivo tiene que ver con una transformación del segmento de la distribución eléctrica, propuestas que serán elaboradas tras discutir con los actores del sector. Dentro de esta reforma se incluirá el perfeccionamiento del proceso tarifario que actualizará el mecanismo de equidad tarifaria; la incorporación de requerimientos para mejorar el acceso y la calidad de servicio dentro de las zonas de concesión; y mejoras en las condiciones que permitan un despliegue masivo de los medios energéticos distribuidos y la interacción de la demanda con el sistema.

Además, y en el marco del desarrollo de las fuentes de generación renovable, se aborda la realidad de la transmisión, donde se reconoce que se debe contar con “procesos regulatorios y tarifarios en transmisión que sean más transparentes, entreguen mayores certezas para las decisiones de inversión”.

En este sentido, se busca incorporar sistemas de almacenamiento en distintos segmentos del sistema y en diferentes escalas que permitan fortalecer las redes eléctricas para evitar problemas como el vertimiento de energías renovables.

Fuente: El Mercurio

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