GNL Mejillones analiza plan para abastecer desde Arica al sur mediante buques menores
En mayo se conocerán los resultados del proceso de manifestación de interés que, según explica el gerente general de GNLM, Jean-Michel Cabanes, ha sido seguido de cerca por firmas de distintos continentes. Además evalúa levantar un patio de camiones
Frente al incierto escenario que enfrenta hoy el desarrollo de los proyectos eléctricos a carbón en Chile – dado el rechazo de grupos ambientalistas y la consecuente judicialización que estos enfrentan- las miradas se han desviado al gas natural y, en particular, a los dos terminales de regasificación que existen en el país: Quintero y Mejillones.
Teniendo en vista este renovado interés por el gas, las empresas a cargo de estos muelles están ideando planes para maximizar el uso de sus instalaciones y, a la vez, convertirse en una alternativa valiosa para las empresas generadoras de electricidad y en una alternativa al carbón.
En eso está, precisamente, GNL Mejillones. La empresa -cuya propiedad comparten GDF Suez (63%) y Codelco (37%)- está llevando adelante una serie de análisis para desarrollar nuevos negocios, entre los que se cuenta una propuesta revolucionaria: transportar gas licuado mediante barcos a distintas zonas del país (desde Arica al sur) para abastecer ya sea a clientes industriales, residenciales o comerciales e incluso a centrales termoeléctricas ubicadas a cientos de kilómetros del terminal.
La idea es aprovechar el almacenamiento de gas natural en el estanque en tierra que construye la compañía (y que estará operativo a comienzos de 2014) para recargar otros barcos menores con GNL, los que puedan, a su vez, descargar en otros terminales de regasificación, pero de escala menor.
Esto permitiría a los clientes ahorrarse la construcción de grandes terminales de regasificación, que tiene un costo cercano a los US$300 millones.
En entrevista con PULSO, el gerente general de GNL Mejillones (GNLM), Jean-Michel Cabanes, explicó que están trabajando en un modelo de negocios en esa línea, que es muy usada en Europa.
“El sistema consiste en que vienen los barcos con GNL, descargan en una terminal y, después en esa misma terminal, se pueden recargar barcos del mismo tamaño, o de tamaño más pequeño (…) y van de puerto en puerto. Es un sistema muy usado, por ejemplo, en Noruega, donde los buques van haciendo cabotaje y donde, por la geografía, es difícil que ingresen barcos de gran tamaño. Es un negocio muy atractivo, que facilita hacer llegar el GNL a zonas remotas”, explica el ejecutivo quien desde septiembre pasado encabeza GNL Mejillones.
Cabanes agrega que “en Chile, por ejemplo, para una generadora eléctrica, en vez de construir un gasoducto de 700 kilómetros se podría realizar un proyecto que evite construir una infraestructura para recibir buques tan grandes, que tienen un costo muy alto, sino que algo más chico y barato, y recibir barcos más pequeños”. El ejecutivo agrega: “Estamos armando el proyecto y vamos a comunicar para que el que quiera desarrollar el u del GNL en pequeñas escalas, que en Europa se usa para generadoras de 500 MW, lo puede hacer. Eso es factible, mediante un sistema llamado small LNG”.
No es todo. GNLM también está trabajando en un proyecto de gasoductos virtuales vía camiones, que comenzaría, en una primera etapa, con la construcción de un patio de carga con un costo cercano de entre US$5 millones y US$10 millones.
Esto permitiría abastecer a mineras o generadoras eléctricas entre Arica y Copiapó.
Incluso podría llegar hasta Argentina, aunque sería complejo hallar pasos fronterizos habilitados para vehículos de este tamaño.
Precisamente, Argentina podría ser una opción de un nuevo mercado, pero Cabanes aclara que el nuevo modelo de negocios de GNLM, mediante un terminal abierto, apunta a que sean los clientes quienes consigan gas y lo utilicen, prestando GNLM únicamente el servicio de regasificación.
Fuente: Pulso
