Gerdau frena proyectos por US$ 200 mills. y siderúrgicas demandarían a productores chinos

14 julio, 2015
CAP provisiona US$ 58 millones en 2013 por ajustes en su negocio de acero en Huachipato

acero

Industria en Chile y Latinoamérica acusa competencia desleal por parte de China, donde el negocio es subsidiado por el Estado y presenta una sobrecapacidad que equivale a seis veces la producción anual de este continente.

El Gobierno debe tomar medidas en el corto plazo para frenar lo que la industria siderúrgica llama la competencia desleal china en el negocio del acero. De lo contrario, la industria en el país, y en Latinoamérica, podría terminar por cerrarse.

Así de tajante fue la advertencia que hizo ayer Ítalo Ozzano, gerente general de Gerdau en Chile, empresa que ya paralizó proyectos de inversión por más de US$ 200 millones que buscaban aumentar su producción. En el país este negocio ha pasado de producir 2 millones de toneladas de acero al año a 1,2 millones en la actualidad. “La competencia no es pareja”, señala.

Acusa que China está haciendo prácticas predatorias en todos los países. Hoy la nación asiática produce el 50% del acero mundial, mientras América Latina representa el 10%. En el país asiático estas empresas son estatales, el negocio es subsidiado, producen una sobrecapacidad cercana a los 425 millones de toneladas -seis veces la producción de Latinoamérica- y no se rigen por reglas de mercado, se queja. Mientras, en Chile los siderúrgicos deben cumplir exigentes normas ambientales y laborales, indica. “Los precios de venta de los productos chinos son bajísimos, no es una economía de mercado. Esto ha obligado a mantener los precios bajos aquí y, por ende, a cerrar producción”, dice Ozzano. Huachipato, de CAP, ya terminó su producción de planos, mientras Gerdau ya casi no produce alambrón.

El fenómeno chino en el mercado del acero ha provocado la pérdida de alrededor de 20 mil empleos en los últimos 36 meses, así como el cierre de cerca de nueve unidades productivas de acero en el país. “El Gobierno debe emparejar la cancha para que podamos competir en las mismas condiciones, o los productos de afuera deben cumplir las mismas normas exigidas en Chile tanto en aspectos normativos como ambientales”, sostiene el ejecutivo. Añade que el alto costo de la energía -elemento que representa el 50% de los costos del negocio- también es un gran obstáculo en términos de competitividad. “Esta industria está entre las primeras en coeficientes técnicos. Es la firma número uno del grupo en eficiencia energética, y somos los con la cuenta eléctrica más alta. Las desventajas no son nuestras, son del país”, puntualiza.

El menor crecimiento de la economía china va a intensificar el problema. Ítalo Ozzano anticipa que la baja actividad industrial de ese país provocará una fuerte arremetida de sus productos en el continente. “Las medidas hay que tomarlas ya, sino va a desaparecer la industria siderúrgica en Chile. En cuánto tiempo ocurra esto, dependerá de cuánto aguanten en cada país”, comenta. Esto se suma a una caída sustantiva en el precio del metal en los últimos años.

Urge por mayor control

Estudios del Instituto Chileno del Acero de 2013 demostraron que el 49% de las barras de acero importadas al país no cumplieron las normas de calidad, específicamente las exigencias sísmicas. Esto supone un riesgo para las construcciones en Chile. Ozzano pide que Aduanas controle la calidad del acero chino que entre al país, y que los institutos de normalización sean más responsables en su certificación de calidad. “Hoy Aduanas no controla, el Instituto de Normalización no se hace responsable de las barras que ellos no certifican, y tampoco hay sanciones para quienes trajeron barras que no cumplen las normas”, advierte. Lo anterior se profundizó en 2010, cuando China intensificó su producción y salieron a buscar mercado. Antes de esa fecha, el 95% de las barras de construcción eran producidas a nivel local, mientras actualmente el 25% son productos importados.

Reconoce que hay cierta preocupación del gobierno chileno, pero llama a tomar medidas pronto.

Sobre si podría existir un eventual conflicto de interés del gobierno basado en que China es el principal consumidor de cobre -mayor actividad económica de Chile-, el gerente general de Gerdau enfatiza que los países deben estar por sobre esos temas: “Deben tener una visión país distinta a una que solamente tome en cuenta el cobre”.

Ozzano destaca que en Chile se promueva la libre competencia, pero que hay que mirar más allá. “La libre competencia habla de prácticas predatorias, entonces si hay un país que tiene empresas estatales y viene a comercializar sus productos a Chile, eso daña. Hoy un 80% de los (fierros) planos vienen de China, lo que provocó la salida de ese mercado de empresas chilenas. Se afectó la libre competencia”, sentencia.

Fuente: El Mercurio

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