Generación solar en Chile: Un camino que brilla y propone nuevos retos

21 marzo, 2022
Planta de Paneles Solares

Varios son los retos que enfrenta esta alternativa, entre ellos, destaca la disponibilidad de suministro 24×7, lo que lleva a nuevos desarrollos de sistemas de almacenamiento con materiales y fuentes locales, como baterías de litio, sales fundidas e hidrógeno verde.

Por Daniela Tapia
Revista NME
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La meta para el 2025 era que el 20% de la generación eléctrica nacional tuviera su origen en energías renovables no convencionales (ERNC), pero esa cifra ya fue superada, en buena medida de la mano de la energía solar, cuyo aporte al sistema crece de forma sostenida desde hace un par de años.

Desde la Asociación Chilena de Energía Solar (Acesol) explican los orígenes de esta evolución. Según su análisis, en el mercado eléctrico se han producido cambios significativos, especialmente en el año 2006 cuando se estableció por primera vez una meta de generación renovable en Chile, donde la capacidad instalada de fuente solar era cero.

“Se pensó que la meta jamás se cumpliría, y si bien no solo la generación fotovoltaica ha aportado, es la que representa los crecimientos más importantes. La primera central fotovoltaica reportada por el entonces CDEC-SING es de 1,4MW al año 2012 y recién el 2014 aparece el primer desarrollo de cerca de 200MW. Casualmente, en el mismo año empezaron las primeras instalaciones tipo Netbilling”, dice David Rau, vicepresidente de la entidad.

Así, la prominencia de la energía solar se ve reflejada de forma elocuente en las cifras. Hoy casi un 12% de la capacidad instalada del Sistema Eléctrico Nacional cuenta con generación fotovoltaica, mientras que en netbilling más de 100MW y considerando a los Pequeños Medios de Generación Distribuida (PMGD) en la generación distribuida, el total respecto de la capacidad instalada del CEN está llegando al 8%.

Y si bien las aplicaciones de energía solar llevan tiempo en el mercado, solo hace una década comenzaron a tornarse competitivas con otras fuentes de energía eléctrica y térmica.

Al respecto, Edward Fuentealba, director ejecutivo Centro de Desarrollo Energético Antofagasta, sostiene que durante los últimos 10 años los proyectos han incrementado sus potencias instaladas y han avanzado en nuevas tecnologías de conversión de energía tanto en el área de CSP (Concentrated Solar Power), pasando de tecnologías de cilindro parabólico a torres central, y en el área de sistemas fotovoltaicos, pasando de instalaciones fijas y monofaciales a sistemas con seguimiento y con tecnologías bifaciales.
Pero este boom no hubiese sido posible gracias a la importante disminución que ha experimentado el costo de desarrollo de la tecnología solar fotovoltaica, bajando de casi un 90% en 10 años, sumado al avance tecnológico y los cambios regulatorios que se han impulsado en conjunto con más agentes del mercado.

Así lo manifiesta Rau, quien afirma que la baja en el precio de la tecnología ha sido el mejor aliado para el posicionamiento de la energía solar producto de un arduo trabajo de promoción a nivel mundial, gracias al cual se logró masificar su producción.

“En Chile hemos logrado instaurar la generación distribuida con generación fotovoltaica como la mejor alternativa en este segmento, pero para ello hemos sorteado barreras regulatorias que, en ciertos casos se han despejado, y otras continúan y nos exigen seguir buscando eliminarlas”, asegura.

Netbilling y problemas

Pese a los avances que ha experimentado la generación solar persiste un problema en torno al netbilling, que es el financiamiento.

Al respecto, en Acesol afirman que al ser una tecnología que se paga, el capital inicial es elevado para la mayoría de las familias -en el caso de proyectos residenciales-, mientras que para las empresas el costo de oportunidad en la utilización de los recursos es alto.

Otra de las limitantes dice relación con las redes de distribución, las que localmente tienen mucha generación, por lo que para alojar más kW deben ser ampliadas, lo que debe ser solventado por el desarrollador.

“Este escenario hace inviable la gran mayoría de proyectos tipo netbilling. En el caso de PMGD, que sí son rentables incluso con repotenciamientos a pagar, están viendo limitaciones aguas arriba de la distribución, en el sistema de transmisión zonal. Está el mito de que no es eficiente que la generación distribuida llegue al sistema de transmisión, pero ese argumento no tiene asidero cuando la planificación de estos segmentos no considera el crecimiento de la generación distribuida, sino que solo la demanda”, añade David Rau.

En el organismo también advierten de otra situación más compleja a gran escala. A fines de marzo -explican- se habrá vertido la misma cantidad de generación renovable que durante todo el 2021.

“La falta de infraestructura de transmisión es evidente y las barreras que se han impuesto a mecanismos, como los automatismos para mitigar el vertimiento, no se explican”, asegura el representante de Acesol.

En este sentido, Fuentealba asegura que con la materialización de los proyectos de transmisión debe promoverse la generación distribuida (generación y entrega de energía sin almacenamiento). Esto, a su juicio, ayuda a implementar rápidamente los proyectos de generación y reducir los costos de energía para los consumidores finales.

“Actualmente, la cantidad de proyectos PMGD se ha visto incrementada con la Ley 20.571 y actualizada por la ley 21.118. Es una buena política, pero como complemento a la transmisión y el almacenamiento para la gestión adecuada de la energía”, plantea.

Mejor alternativa

Frente al camino que ha emprendido el país hacia la descarbonización y alcanzar las cero emisiones, la energía solar fotovoltaica pareciera ser la mejor alternativa para enfrentar estos desafíos, especialmente en un contexto de crisis climática.

Así lo cree el director ejecutivo del Centro de Desarrollo Energético Antofagasta, quien asevera que la energía solar en Chile se ha convertido en un pilar para descarbonizar la matriz y lograr la carbono neutralidad de gran parte de las industrias y las compañías mineras.

“Además, junto a la energía eólica, son las fuentes base para lograr la generación de hidrógeno verde a precios competitivos, que permitan impulsar esta industria para el año 2030”, comenta.

En Acesol también manifiestan que la generación en base a energía solar se enfrenta a diversos retos, en un escenario mundial que está avanzando a paso firme hacia la sostenibilidad y una participación creciente de las energías limpias.

En este contexto, relevan que la característica modular de la generación fotovoltaica juega un rol fundamental, ya que es posible llevar la generación fotovoltaica cerca de los centros de consumo, utilizando los terrenos disponibles aledaños a las ciudades y acomodando la capacidad, según la necesidad.

“En este escenario, potenciando la generación descentralizada fotovoltaica, avanzamos no solo en reducir la huella de carbono de la energía eléctrica, sino también en darle más herramientas a todas las zonas de nuestro país. La generación fotovoltaica es la que abrirá camino hacia una matriz energética cero emisiones”, expresan en la entidad.

Por su parte, Fuentealba considera que el principal desafío será la disponibilidad de suministro 24×7, lo que, a su juicio, impulsa a generar esfuerzos en investigaciones y desarrollos de sistemas de almacenamiento con materiales y fuentes locales, tales como, baterías de litio u otros materiales, sales fundidas e hidrógeno verde, esto considerando el tipo de tecnología empleada.

“Es necesario reforzar los sistemas de transmisión para poder transportar la energía desde las fuentes de generación hacia los consumos e impulsar la generación distribuida para promover -según las fuentes disponibles- la generación de energía cercana a los consumos, siempre tomando en cuenta los impactos ambientales, sostenibilidad de los recursos naturales y sociabilización con las comunidades”, finaliza.

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