Generación hidroeléctrica: Cuando el viento no sopla o el sol se esconde

15 enero, 2024
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En términos de capacidad instalada, la hidroelectricidad es la segunda mayor fuente de generación de energía eléctrica del país, después de la energía solar, con cerca de 7.400 MW en sus distintos tipos de centrales, las que desempeñan un rol clave a la hora de complementar las variaciones de la energía renovable de fuente variable.

Por Cristián Venegas
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En el período enero-noviembre la hidroelectricidad aportó cerca del 22% de la energía generada durante el año 2023 que, sumado al 35% que han aportado las otras energías renovables, principalmente eólica y solar, permiten que cerca del 57% del total de la matriz eléctrica en Chile provenga de energías renovables, jugando un rol fundamental, explica el gerente de Energía de Colbún, Juan Eduardo Vásquez.

El ejecutivo de la empresa, que es el segundo mayor actor de generación hidroeléctrica de Chile, aportando el 6,2% del total de la generación de energía hidráulica del país en 2022; cree que “reconocer el aporte de la hidroelectricidad a una matriz energética más limpia y sin emisiones es de gran importancia, para que Chile logre avanzar en sus compromisos de carbono neutralidad al año 2050, en línea con lo suscrito en el Acuerdo de París”.

El año pasado, principalmente entre los meses de junio y agosto, las intensas precipitaciones que se registraron en la zona centro del país tuvieron un impacto positivo en las reservas de agua de los embalses que generan energía eléctrica en Chile. De hecho, las lluvias permitieron que la generación hidroeléctrica alcanzara en agosto sus mejores resultados en 12 años y un punto peak, en julio, que no se veía en 30 años, con 37% de participación de la matriz eléctrica, según estadísticas del Coordinador Eléctrico Nacional (CEN).

Respecto de la relevancia de esta tecnología, Vásquez destaca que los embalses hidroeléctricos han sido, y desde hace muchos años, uno de los grandes sistemas de almacenamiento de energía que posee el país, y juegan un rol muy importante en complementar las variaciones de la energía renovable de fuente variable, “aportando electricidad continua y segura, cuando el viento no sopla o el sol se esconde. A noviembre de 2023, la hidroelectricidad representaba un 21,7% de la capacidad instalada de generación eléctrica según cifras del CEN, siendo la segunda mayor fuente de generación de energía eléctrica del país -en términos de capacidad instalada-, después de la energía solar (26,6%)”.

Para el Dr. y académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica (DIE) de la Universidad de Chile, Rodrigo Moreno, el rol de la hidroelectricidad ha sido clave para el sector, pues ha facilitado “una operación más económica y segura del sistema, y a la vez menos contaminante. Sin embargo, es importante mencionar que la incertidumbre asociada a la ocurrencia de hidrologías secas presenta también desafíos en la operación del sistema eléctrico. A pesar de ello, la hidroelectricidad sigue siendo un recurso que provee flexibilidad, desplazando la generación más cara y contaminante que depende de combustibles fósiles”.

Espacio para crecer

En momentos en que las energías renovables no convencionales (ERNC), como la solar y la eólica, aglutinan el desarrollo de los nuevos proyectos ¿Existen las condiciones para que la hidroelectricidad siga creciendo? Para Rodrigo Moreno, el nivel de complejidad, costos y las externalidades negativas de los proyectos hidráulicos han complicado su expansión: “No obstante, dijo, desde un punto de vista puramente técnico-eléctrico, es un recurso flexible que puede complementarse muy bien con fuentes de energía renovable variable como el viento y el sol”.

“La hidroelectricidad en la forma de almacenamiento por bombeo debería explorarse como una alternativa prometedora, especialmente considerando las necesidades futuras del sistema en plantas de almacenamiento de larga duración, más allá de las opciones de almacenamiento que las baterías electroquímicas pueden ofrecer”, agrega el PhD en Sistemas de Potencia.

Juan Eduardo Vásquez, de Colbún, recalca que la energía solar y la eólica, las tecnologías dominantes en la expansión del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) son, además, fuentes renovables que tienen “costos muy competitivos, pero la energía hidráulica tiene un rol central en generar energía eléctrica 24/7. Si bien hoy no existen condiciones económicas para desarrollar nuevos proyectos de generación hidroeléctrica de embalse o de pasada a gran escala, sí es importante reconocer a nivel regulatorio el rol que tiene la hidroelectricidad en un sistema eléctrico con un suministro renovable, continuo y seguro”.

Principales desafíos

Los desafíos de los proyectos de generación eléctrica -sin importar su tecnología- no son muy distintos, a juicio del gerente de Energía de Colbún, Juan Eduardo Vásquez, ya que “sean estos proyectos grandes o pequeños, los desafíos de la industria apuntan a tener siempre altos estándares ambientales de construcción y operación, lograr una buena integración a nivel comunitario y generar oportunidades de trabajo o encadenamiento productivo local”.

“Dicho lo anterior, y considerando las condiciones climáticas extremas que ha vivido el país en los últimos años, donde hemos pasado de sequías a episodios de fuertes lluvias, creemos que las centrales hidroeléctricas, y en particular los embalses, tienen un rol fundamental en este nuevo escenario”, añade.

En períodos de sequía, complementa Vásquez, es muy importante realizar una adecuada gestión del agua de manera coordinada con otros usuarios de cada cuenca para optimizar el uso del recurso hídrico. “Esto es algo que en Colbún hemos venido trabajando desde hace años en las distintas cuencas donde estamos presente”, sostiene.

Durante los periodos de fuertes lluvias, como las ocurridas este año, en tanto, el ejecutivo dijo que “los embalses jugaron un rol de contención central, amortiguando una parte importante de la crecida que sufrieron los ríos de las regiones del Maule y del Biobío, evitando así daños mayores en la parte baja de dichas cuencas. Esto último demandó una coordinación muy importante entre autoridades locales y la comunidad, y posiblemente el mayor desafío hacia adelante será seguir profundizando la coordinación entre todos estos actores ante la posible ocurrencia de episodios similares”.

Para Rodrigo Moreno, del DIE de la Universidad de Chile, las mayores complejidades con los que se topa en estos tiempos la hidroelectricidad son “los costos, las escalas de tiempo en la construcción, y las externalidades negativas territoriales, incluyendo particularmente la afectación al medio humano y a las comunidades, son los desafíos más importantes de este tipo de proyectos. Muy probablemente, el desarrollo futuro de estos proyectos tendrá una escala más limitada o serán proyectos de mayor envergadura, dedicados a ofrecer soluciones en áreas con un menor nivel de competencia, como el almacenamiento de larga duración”.

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