GDF Suez insiste por proyecto de interconexión
Principal ejecutivo de la compañía franco-belga en el país, Juan Clavería, dijo que su plan podría estar operando en 2016, cuatro años antes que el del gobierno
Ayer, el máximo ejecutivo en Chile del grupo europeo, Juan Clavería, asistió a la sesión de la comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados para explicar las diferencias entre ambos planes y pedir que en la licitación se consideren los plazos en que el adjudicatario podría concretar la obra. Según Clavería, el proyecto de interconexión que maneja Suez podría estar listo y operando en 2016, pues ya cuenta con estudio de impacto ambiental (EIA) aprobado. Por contrapartida, y según los cálculos de Suez, el proyecto que maneja la CNE recién se estaría licitando a fines de 2014 o principios de 2015, lo que significaría que recién estaría listo en 2020, cuatro años después que el de Suez. “Una vez que se apruebe la ley, debería incorporarse la interconexión al Estudio de Transmisión Troncal (ETT), y si hay alguna oposición, esto va a pasar al Panel de Expertos. Recién cuando el PE resuelva, se hará la licitación. Por ello, y si la ley se aprueba ahora, pensamos que la licitación estaría entre finales de 2014 y principios de 2015. Luego de adjudicado, el concesionario tiene 60 meses para construir. Es decir, llegaría en 2020”, dijo.
Asignar puntaje
Clavería pidió que en el proyecto de ley se considere como aspecto relevante los tiempos en que los distintos proyectos que competirán en la licitación estarán listos, pues esto permitiría viabilizar antes los proyectos mineros paralizados en la región de Atacama, precisamente la zona que hoy tiene más urgencia de oferta energética a precios competitivos. Originalmente, la CNE propuso en el proyecto de ley un proyecto en corriente continua entre la subestación Encuentro, en la región de Antofagasta, con Crucero, en Copiapó. En cambio, la idea de GDF Suez es partir en Mejillones hasta Crucero por la vía de una línea de 500 kV en corriente alterna.
Según dijo Clavería, existe además una diferencia sustancial en los costos de ambas iniciativas: “Nosotros tenemos el EIA aprobado desde junio y eso es una ventaja. Una inversión como la que plantea la CNE costaría del orden de US$850 millones, mientras que la nuestra, US$700 millones”.
En relación con la discrepancia entre corriente continua y alterna, el ejecutivo propuso que sea el Panel de Expertos el que resuelva. La compañía cree que la corriente alterna es la mejor alternativa, pues permitiría sumar en el camino la capacidad de centrales fotovoltaicas, considerando los buenos niveles de radiación del desierto chileno y la flexibilidad que otorga el gas natural para respaldar a la energía solar.
Fuente: Energía
