Energía Marina: Una oportunidad para Chile

19 abril, 2021
Energía Marina_undimotriz

Análisis coinciden en que las perspectivas respecto a las tecnologías de energía marina son auspiciosas, aunque no en el corto plazo. En Chile ya se están desarrollando prototipos que están en vías de demostrar su viabilidad, para así poder generar energía a futuro.

Por Daniela Tapia
Revista NME
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Una vez el profesor Ian Bryden, de la Universidad de Edimburgo, la casa de estudios europea que ha sido pionera en el desarrollo de la energía marina, dijo que Chile era el país con mayor potencial para este tipo de energía. Y es que gracias a la “reserva energética” que poseen nuestras costas y canales, los ojos del mundo se han posado en esta larga y angosta faja de tierra.

Aunque a nivel mundial las energías marinas están en una etapa de maduración y escalamiento, y aún no constituyen un mercado de generación desde el punto de vista comercial, en los últimos años se han visto avances importantes en cuanto a innovaciones que buscan bajar los costos de las tecnologías y escalarlas. Para Chile este aspecto resulta relevante. ¿La razón?

A las tecnologías de energía mareomotriz (corrientes mareales) y a la undimotriz (oleaje) se ha sumado últimamente la tecnología de energía eólica flotante. Dicha tecnología se ha desarrollado muy rápido en los últimos años gracias a toda la experiencia de décadas en el ámbito de las turbinas offshore (turbinas apoyadas en el fondo del mar), principalmente en Europa.

Para el académico del Instituto de Ciencias Navales y Marítimas de la Universidad Austral de Chile, Gonzalo Tampier, las características de nuestro mar hacen muy poco atractiva la instalación de turbinas eólicas offshore, a diferencia de las turbinas eólicas flotantes que presentan un gran potencial en nuestras costas.

“En este contexto, esta nueva tecnología y las diversas innovaciones en el ámbito de las tecnologías mareomotriz y undimotriz abren importantes oportunidades para el desarrollo de la energía marina en Chile”, dice el especialista, sobre todo considerando que la creciente presión por el uso de espacios y la mayor intermitencia de los recursos renovables en tierra han volcado la mirada hacia el mar, donde existen claras ventajas para el desarrollo de generación energética.

Factores a considerar

Pero para que esto sea una realidad en el futuro, sostiene Tampier, Chile necesita superar una serie de obstáculos, entre los cuales se encuentran temas legales, ambientales y técnicos.
La infraestructura marítimo-portuaria y los servicios marítimos (como embarcaciones, grúas flotantes, entre otros), por ejemplo, son limitados en Chile. Ante ello, resulta necesario que, además de mejorarlos, se debe trabajar en la adaptación de las tecnologías para hacerlas compatibles y económicamente viables para estas condiciones.

“Este es un tema hoy en investigación, por lo que se presentarán propuestas y modelos de manufactura, instalación, mantenimiento y desmantelamiento que sean compatibles con nuestra realidad marítimo-portuaria”, señala el académico.

Otro factor que destaca es nuestra condición como país sísmico, donde las tecnologías en Chile se verían expuestas a distintos riesgos, entre ellos tsunamis, marejadas, impactos ambientales, entre otros.

“Una parte importante de estas incertidumbres las estamos analizando a través de distintos proyectos de investigación en la Universidad Austral, en conjunto con el Centro MERIC y sus demás socios”, cuenta el docente.

En este contexto, analistas coinciden en que las perspectivas respecto a las tecnologías de energía marina son auspiciosas, aunque no en el corto plazo. Hoy la cantidad de tecnologías en desarrollo y el fuerte interés de la Unión Europea y de países referentes como el Reino Unido, Japón y Estados Unidos, dan cuenta de ello.

“Consolidar esta industria, entonces, aparece como un objetivo relevante a la hora de lograr las economías de escala y las convergencias tecnológicas necesarias para que esta fuente de energía sea competitiva, con las tecnologías de energías renovables más establecidas. Chile, en esta dirección, es considerado a nivel latinoamericano como un referente en materia de investigación, pruebas piloto y colaboración internacional en el ámbito de la energía marina”, asevera el académico de la U. Austral de Chile.

Chile como laboratorio de innovación

Distintos prototipos se han puesto en marcha para demostrar su viabilidad y así continuar con su desarrollo, con el fin de poder generar energía a futuro a partir del mar. En Chile, algunas empresas ya están dando pasos agigantados en esta materia.

Es el caso de Puerto Ventanas, que ha sido considerada como una empresa pionera en explorar esta fuente de energía, está desarrollando un prototipo tecnológico que permita convertir el movimiento de las olas en energía, en conjunto con la empresa Alu Energy.

En la compañía cuentan que el diseño del dispositivo actual, que será instalado en la propia compañía, ha evolucionado respecto del prototipo iniciado y ensayado en el mar hace varios años.

Hoy -dicen- el sistema es más eficiente y eficaz, más simple, más resistente a la corrosión y mejor adaptado a fuertes aumentos solicitantes de los materiales y diseño, como resultado de importantes tomas de carga eléctrica que provengan de la demanda.

“El sistema flotante conlleva un mecanismo convertidor del movimiento provocado por el oleaje, conectado a un generador convencional, desde donde se transmite la corriente a tierra. Se interconectan varios dispositivos que convierten la onda eléctrica original en una capaz de ser transmitida y distribuida en el modo convencional”, detallan en Puerto Ventanas.

Aunque la pandemia ha retrasado la marcha del proyecto, en el puerto estiman que al término de los próximos 12 meses se logre terminar la etapa presente para pasar a la de producción competitiva. También tienen expectativas de que la tecnología podrá ser escalable y convertirse en una alternativa real para proveer energía limpia al país.

Luis Fuentes, gerente de sostenibilidad de Puerto Ventanas, destaca este proyecto y resalta que es una muestra del trabajo realizado por la compañía en torno a la innovación permanente y la generación de iniciativas, que aporten al desarrollo sostenible de la comuna de Puchuncaví y del resto del país.

“Esperamos, en una primera etapa, validar su funcionamiento y posicionarlo como una alternativa de energía limpia y viable que aporte a la matriz energética de Chile. Además, hemos definido que toda la energía eléctrica consumida en el puerto provenga de fuentes de energías renovables. Para esto hemos desarrollado contratos para el abastecimiento de energía desde estas fuentes, certificando su origen”, asegura el ejecutivo.

Por su parte, Manuel Cerda, director del proyecto y gerente de Alu Energy, también releva este prototipo. “Contar con el apoyo de Puerto Ventanas es muy importante para llevar adelante este proyecto y validar empíricamente su funcionalidad. Apostar por esta obra es también orientarse hacia un beneficio para el país, ya que estamos hablando de energía más económica y con un enorme potencial”, indica.

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