Oferta por adquisición de acciones de CGE superaría los US$3.000 millones

7 octubre, 2014
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CGE Distribución aumenta ventas en 6,3%

Fuentes del mercado señalaron que los tres grupos controladores, las familias Marín y Pérez Cruz y el grupo Almería, aceptaron preliminarmente los términos de la propuesta. No fue revelado oficialmente el oferente

Apenas cuarenta minutos después de la apertura del mercado -que abrió con los títulos de la eléctrica suspendidos- el gerente general de CGE, Eduardo Morandé, reconoció vía hecho esencial la recepción de una oferta “no vinculante” para la adquisición de la totalidad de las acciones constitutivas de la propiedad de la sociedad.

Fuentes del mercado señalaron que los tres grupos controladores, las familias Marín y Pérez Cruz y el grupo Almería, aceptaron preliminarmente los términos de la propuesta. No fue revelado oficialmente el oferente.

En la comunicación, Morandé planteó que los accionistas mayoritarios de la compañía (que en conjunto manejan más del 65% de la propiedad de la empresa energética), habían recibido propuestas que contemplarían “la formulación de una oferta pública que se dirigiría en términos igualitarios a todos los accionistas de CGE para la adquisición de la totalidad de las acciones emitidas, con un mínimo de la mayoría absoluta de las acciones y el control de CGE”.

Según precisó el timonel de la empresa energética a través de un comunicado público, la mesa de la compañía decidió por unanimidad “dar acceso a información interna, con el objeto de que se realice un proceso de revisión denominado due diligence. Este proceso no se encuentra terminado”, señaló Morandé.

A ello se añade que en caso de formularse una OPA, requeriría de al menos el 50+1 de las acciones o un cambio en el control para ser declarada exitosa.

Si bien no ha sido revelado el precio de la oferta, algunos actores del mercado especulan que podría acercarse a los US$3.000 millones e incluso por sobre esa cifra, considerando que el market cap del cierre de ayer fue de unos US$2.350 millones y que normalmente estas operaciones incluyen un premio respecto del cierre de los títulos previo de hacerse públicas las negociaciones.

A ello se suma el potencial del negocio del gas, en el que la empresa está presente a través de su filial Gasco y, vía ésta compañía, de Metrogas. Al ser socia del terminal GNL Quintero, la compañía tiene acceso privilegiado a los incrementos de capacidad del puerto de licuefacción y a contratos de largo plazo, lo que genera el interés de los productores de energía que requieren de este insumo para operar centrales de ciclo combinado.

Además -y a pesar del interés del gobierno por regular las tarifas en el negocio de distribución de gas natural- la idea de incrementar el consumo del energético para suplir a la leña en el sur del país también potencia a CGE.

En ese sentido, el holding es el propietario de las principales redes de distribución de gas natural en la zona, como Innergy y Gas Sur, lo que la posiciona fuertemente en este negocio.

No obstante, la falta de un indicador de precio de la oferta hizo mantener la cautela a los agentes de mercado.

Ayer, los títulos del holding subieron 4,7% -acumulando un incremento de 17,06% sólo en lo que va del mes de octubre, aunque durante el día llegaron a subir casi 7%. Aunque esa especie de freno con el que se movió la acción de CGE ayer tiene que ver, no obstante, porque está latente la posibilidad de que la OPA finalmente no sea exitosa, lo que dependerá de las familias controladoras que tienen la cantidad de acciones necesarias como para hacer fracasar la operación.

La movida de los controladores, según especulaciones, apuntaría a apurar a los oferentes -el nombre que ronda es el del fondo australiano IFM Investors, propietario de la generadora Pacific Hydro- a lanzar pronto una oferta vinculante antes de que el precio siga subiendo.

En esa línea iría, precisamente, la filtración del fin de semana, que según fuentes provino de la propia compañía.

El hecho de que IFM Investors sea dueña de Pacific Hydro podría hacer intervenir a la Fiscalía Nacional Económica, lo que en ningún caso podría paralizar la operación, pero sí podría, eventualmente, poner algunas condicionantes y dilatarla más de lo presupuestado por los interesados.

Otro punto relevante en este principio de acuerdo para enajenar CGE tiene que ver con la fecha en la que los controladores de CGE fueron notificados del interés de IFM Investors por ingresar a la propiedad de CGE. Según fuentes, las conversaciones datan del año pasado y ya estarían en una fase terminal.

El premio por Emel

Aunque se trata de empresas distintas, un antecedente de lo que esperan los dueños de la compañía es el premio que pagó en 2007 CGE por el grupo Emel, distribuidora eléctrica que opera en el norte y centro del país y que CGE adquirió mediante una OPA.

Entonces, el premio ofrecido por las familias Marin, Pérez Cruz y Hornauer a la estadounidense PPL llegó al 3%, desembolsando unos US$660 millones.

Si se considera que Emel tenía, al momento de la compra, 580 mil clientes, el valor pagado por cada cliente supera levemente los US$1.130. Así, si se calcula que CGE tiene 2,4 millones de clientes, el precio rondaría los US$2.500 millones.

A eso habría que agregar los activos en el área de gas tanto en Chile como en Argentina, más las mencionadas participaciones en Metrogas, las distribuidoras del sur y la participación en GNL Quintero.

Si bien se especuló con la recepción de una oferta sólo por el negocio de la distribución, el documento presentado por CGE aclara que la venta se haría por el total de las acciones de la sociedad.

Ello dejaría fuera de carrera a EPM, la colombiana que en Chile está presente en el negocio de las energías renovables y que estaba interesada en analizar la adquisición de CGE Distribución, sin contar con los demás activos.

Hace dos años, CGE se deshizo de los activos de generación incluidos en Ibener, por el que la estadounidense Duke Energy pagó US$440 millones. Esa operación también fue seguida de cerca por Pacific Hydro -vehículo en Chile de IFM Investors- y por la propia EPM que efectivamente presentó una oferta, pero que fue desplazada por la de la norteamericana.

Los otros negocios de los controladores de la eléctrica

Los Marín Correa, los Pérez Cruz y los Hornauer han diversificado su portafolio de inversiones, el que no sólo se remite a sus acciones en CGE.

El primer grupo apostó por el área inmobiliaria, entrando en la propiedad de Territoria, para luego vender su parte.

Hoy, uno de los principales negocios de la familia es su participación en Detroit Chile. La firma posee dos principales segmentos de negocios: Naval, que se dedica a la construcción de embarcaciones en Brasil y Chile, incluyendo la prestación de servicios marítimos y portuarios. Luego está Motores, que representa a reconocidos fabricantes a nivel global, destacando la prestación recurrente de servicios de mantenimiento y asesoría técnica, especialmente a empresas de la gran minería a través de contratos de largo plazo con sus clientes.

Por su parte, los Pérez Cruz tienen una serie de sociedades agrícolas, y han desarrollado la viña que lleva los apellidos de la familia.

El clan destaca por la calidad de sus vinos y por la premiada arquitectura de su bodega en Paine, Región Metropolitana.

Los Hornauer han apostado por el negocio inmobiliario y debutarán próximamente en la industria hotelera con un inmueble en Maitencillo.

Fuente: Pulso

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