Cochilco: El efecto multiplicador de la minería nacional más que se duplicó en una década

12 diciembre, 2022
La minería chilena, asediada por ambientalistas, falta de energía y agua

Informe mide de manera más amplia el aporte de este sector económico al país, cuantificando la capacidad de la actividad minera de generar valor en toda su cadena de valor.

A un par de días que se comience la votación del polémico proyecto de royalty minero en la comisión de Energía y Minería del Senado, la Comisión Chilena del Cobre dio a conocer un estudio en el del Cobre dio a conocer un estudio en el que se refleja la influencia que tiene la industria minera directamente en la economía nacional, pero también de manera indirecta en otros sectores.

En dicho reporte, se detallan los efectos multiplicadores que tiene la minería como sector, detallando, por ejemplo, que entre los años 2008 y 2019, últimos datos disponibles, el multiplicador del PIB minero pasó de US$ 1,45 a US$ 1,96, es decir, si en 2008 por cada dólar de PIB directo la minería indujo indirectamente US$ 0,45 en otros sectores, dicha relación aumentó a US$ 0,96 en el 2019.

“Esta es una manera más amplia de medir el aporte de la minería al país, ya que la metodología plantea una alternativa para cuantificar la capacidad de la actividad minera de generar valor económico en toda su cadena de valor, es decir, el potencial que tiene para estimular a otras actividades, a través de la interdependencia productiva. Situación que no aborda el tradicional cálculo del PIB directo por actividad económica”, explica el vicepresidente ejecutivo (s) de Cochilco, Joaquín Morales.

Según los datos de la entidad, el multiplicador ha tenido una tendencia creciente, aumentando hasta el año 2015, luego cae en los años 2016 y 2017, y posteriormente retoma el crecimiento. Las razones de estas variaciones podrían estar dadas tanto por los cambios en la estructura productiva de la actividad como por el efecto de cambios en los precios por el efecto de cambios en los precios relativos dentro de los bienes e insumos en los que se encadena la actividad.

En esa línea, el estudio también detalla el efecto de la industria minera en otros sectores, los cuales se generan por el consumo intermedio, donde por lejos la actividad económica donde se produce el mayor encadenamiento es la intermediación financiera y los servicios empresariales.

Por ejemplo, la preponderancia de la minería en dicha industria se ha ido acrecentando en el período analizado, ya que su efecto inductor alcanzó los US$ 0,231 por dólar de PIB directo en el 2019. Dentro de este segmento, se incluyen los productos y servicios ofrecidos por las entidades financieras y los servicios empresariales, tales como las consultorías.

Mucho más atrás le sigue el sector electricidad, gas, agua y gestión de desechos, que presenta un efecto de US$ 0,083 por dólar de PIB directo (promedio período 2014-2019), y que también ha aumentado su efecto inducido, pasando de US$ 0,052 en el 2008 a US$ 0,104 en el 2019 por dólar de PIB directo minero.

En una tercera línea de industrias se ve inducida por la actividad minera en un rango relativamente similar: industria manufacturera; comercio, hoteles y restaurantes, y transporte, comunicaciones y servicios de información. Las tres industrias presentan un efecto inducido industrias presentan un efecto inducido que totaliza los US$ 0,154 por dólar de PIB directo (promedio período 2014-2019).

En el otro extremo hay dos industrias que se ven inducidas marginalmente por la minería: administración pública y servicios personales. Para el primer caso se refiere a, por ejemplo, el gasto del gobierno central, municipalidades, fuerzas de orden y seguridad, etcétera. Por otro lado, los servicios personales incluyen actividades tales como la educación, salud pública y
privada, detalla el informe.

Con todo, y por aspectos metodológicos, los autores subrayan que resta incluir efectos indirectos que la minería “autoinduce” en su propio sector, así como aquellos atribuidos a compras realizadas por los trabajadores y dueños de capital, y el gasto público.

Además, según los datos presentados, entre los años 2008 y 2019, el sector minero se desplazó desde el cuadrante que agrupa a los sectores independientes hacia el de los sectores impulsores. Es decir, la minería fortaleció su efecto de arrastre, convirtiéndose en un dinamizador de la economía a partir del año 2015, pero manteniendo un bajo encadenamiento hacia adelante.

“Las razones para estos aumentos no son explicadas por la metodología, pero pueden estar dadas tanto por cambios en la estructura productiva de la actividad como por efecto de cambios en los precios relativos dentro de los bienes e insumos relativos dentro de los bienes e insumos en los que se encadena la minería”, explica Morales.

Fuente: El Mercurio

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