Coactiva: El faro sostenible de la industria cementera
Reemplazar parte de la matriz energética de combustibles fósiles tradicionales por combustibles alternativos es lo que inspira a la compañía, junto con el incremento de la eficiencia térmica y energética en los procesos de producción de hormigón.
Por Daniela Tapia
_________________
En 2020 Chile se posicionó en el primer lugar de América Latina en el ranking de Desarrollo Sostenible, trabajo liderado por el economista Jeffrey Sachs y publicado por la Universidad de Cambridge, que analiza el avance de los países respecto a los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) de la Agenda 2030 establecida por la ONU.
El compromiso del país en esta línea, declarado por distintas administraciones gubernamentales, apunta a transitar hacia una economía baja en emisiones y resiliente al clima, objetivo que han estado trabajando diversas industrias nacionales. La cementera es una de ellas, la cual ha ido adaptando sus acciones e iniciativas con foco en la economía circular y la reducción de la huella de carbono.
Es así como en 2005 nació Coactiva, una unidad de negocio del Grupo Polpaico BSA y que se ha especializado en el co-procesamiento de residuos industriales, logrando posicionarse como la primera plataforma en Chile que transforma residuos sólidos y líquidos en combustibles alternativos para hornos cementeros.
Bernarda Baeza, gerenta general de Coactiva, cuenta que el proyecto inició su camino en el 2000 cuando en noviembre de ese año fue aprobado un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto para uso de materias primas y combustibles alternativos en el Horno Nº1 de la Planta Cerro Blanco de Polpaico BSA. De acuerdo con esta primera autorización, se podría sustituir hasta 35% de combustibles alternativos líquidos y hasta un 10% de combustibles alternativos sólidos.
Tres años más tarde se aprobó un segundo EIA para ampliar los alcances de este proyecto. “Este nuevo permiso permitió aumentar los tipos de residuos a co-procesar en los hornos cementeros, pudiendo lograr hasta una sustitución de 70.000 toneladas al año de residuos para transformarlos en combustibles alternativos sólidos, además de contar con instalaciones de almacenamiento y acondicionamiento previo de los residuos”, agrega Baeza.
En 2004 finalmente se construyó la plataforma de acondicionamiento, con el propósito de pre-procesar residuos industriales para su posterior co-procesamiento, dando así origen a Coactiva.
La ejecutiva destaca que lo que inspira a esta nueva unidad de negocio es reemplazar parte de la matriz energética de combustibles fósiles tradicionales, disminuyendo la extracción de recursos no renovables -como el carbón- por combustibles alternativos, junto con el incremento de la eficiencia térmica y energética en los procesos de producción de hormigón.
Iniciativas exitosas
En los últimos años el país ha dado muestras de avanzar hacia una economía circular, apostando por el máximo aprovechamiento de los residuos. Coactiva, por cierto, se ha sumado a esta tendencia.
Así lo demuestran las cifras: durante el año 2021 la empresa recibió y gestionó más de 22 mil toneladas de residuo, donde 11 mil toneladas fueron transformadas en combustibles alternativos, mientras que el resto fue reciclado como material correctivo mineralógico.
“Fabricamos combustibles alternativos que provienen de residuos de otras industrias del país (alimentaria, maderera, papelera, textil, farmacéuticas, entre otras) que no pueden ser reutilizados ni reciclados y que sirven para sustituir a los combustibles fósiles tradicionales. Esto es lo que se conoce como valorización energética, lo cual ayuda a reducir la emisión de CO2 y fomentar la economía circular”, señala la gerenta general de la empresa.
Entre las iniciativas que han puesto en marcha, en mayo de este año Coactiva se adjudicó un contrato de licitación con la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas para el servicio integral de gestión de manejo de residuos peligrosos, el que incluye el retiro, traslado y disposición final de residuos asfálticos ubicados en contenedores del ministerio tanto en la región Metropolitana, de Valparaíso y O’Higgins.
Baeza explica que el proceso ha sido monitoreado por funcionarios de la Dirección de Vialidad y autoridades comunales, quienes han constatado la ejecución de las operaciones desde el retiro hasta el proceso de valoración energética que se alcanza con el co-procesamiento de estos residuos.
¿Qué desafíos se han trazado en su plan de negocios? La compañía busca invertir en proyectos de ingeniería que permitan alcanzar la sinergia entre la industria del cemento y la de los neumáticos, para disponer de combustibles alternativos.
“Las plantas productoras de cemento podrán disponer de combustibles alternativos que les permitan bajar sus costos operacionales, mientras que los productores e importadores de neumáticos podrán cumplir metas de reciclaje similares a las que actualmente cumplen otros países de la OCDE en un plazo razonable”, concluye Bernarda Baeza.
