CNE ve dificultades técnicas para concretar el retiro de las centrales Ventanas en 2025

26 julio, 2021
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Si bien valoran el anuncio, apuntan al rol que juegan estas unidades en el abastecimiento de la zona central, que seguirá siendo fundamental mientras no existan líneas de transmisión planificadas para finales de la década.

Esta semana el panel de expertos dio luz verde al plan de expansión 2020 de la Comisión Nacional de Energía (CNE) que incluye las obras para cimentar el avance de la descarbonización del sistema eléctrico, transición que es uno de los ejes de la gestión de José Venegas al mando de la entidad técnica dependiente del Ministerio de Energía. Según explica el secretario ejecutivo de la CNE, para lograr esa meta se necesita avanzar en cambios regulatorios, iniciativas que no han estado exentas de polémica.

La última de ellas, la modificación a la norma técnica que da priorizar al despacho del gas. “Entendemos que el escenario es complejo, que hay muchas inquietudes legítimas que circundan el ambiente, pero como CNE seguimos apegados a nuestro deber de ir guiando esta transición, no en beneficio de los que más protestan, sino que en beneficio de todos”, asegura Venegas.

—¿Qué rol juega la CNE en el impulso a las centrales renovables?

“La modificación a la norma de gas inflexible tiene que ver con esto, es un elemento que requería ajuste para mejorar las señales para las renovables, pero hay dos elementos sustanciales. El primero es el plan de expansión de la transmisión, que se hace cargo de las necesidades futuras de expansión y se proponen sistemas de trasmisión para ir ayudando esta transición. El otro elemento son las licitaciones de energía para clientes regulados, donde hemos hecho todos los esfuerzos de ir adecuando las bases para que sean más afines a esta transición. En las bases del proceso que se inicia en agosto se abre más espacio para las renovables solares, que puedan ofertar las 24 horas del día, para el almacenamiento y que haya proyectos puros de almacenamiento”.

—¿Les preocupa el proyecto que busca acelerar la descarbonización a 2025?

“Si bien compartimos y estamos súper comprometidos con la transición, entendemos que uno no puede o los números muestran que es muy difícil tener un sistema eléctrico sano funcionando el año 2026 sin carbón; hay múltiples estudios que lo demuestran. (…) No se puede cambiar de un 20% renovable y 40% de carbón a cero carbón y sacar ese 40% en cuatro años”.

—Respecto al reciente anuncio de AES Andes, ¿ve probable que salgan las cuatro unidades de Ventanas en 2025? “Este es un gran paso, son empresas que hace 4-5 años no tenían intención de salir del carbón, pero ahora nos dicen ‘mire, en 2025 si usted cree que pueda, sáquela de operación’, y eso es un gran mérito, pero sigue el problema técnico detrás”.

“Las unidades de Ventanas 3 y 4 están conectadas en más alta tensión, no tienen tanta repercusión sobre la V Región, pero sí sobre el sistema nacional, por lo tanto, alguna de ellas van a tener que esperar a que tengamos la solución de corriente continua, porque son centrales importantes en la zona centro, si ese suministro no lo podemos apoyar con corriente continua, con energía solar del norte, probablemente no vamos a poder prescindir de ellas”.

“Vamos a hacer todo lo posible para que se pueda ir haciendo la operación más adecuada, retirando la mayor cantidad de carbón, pero estamos seguros de que a 2025 no, y probablemente el momento más oportuno será cuando esté lista la línea de corriente continua, y eso será probablemente entre 2028 y 2030”.

—Con la entrada de contratos más baratos, ¿cuándo se podrá ver una caída en las cuentas?

“Hay que recordar lo que hicimos y ser honestos con los números. Con el Fondo de Estabilización evitamos un alza importante. US$ 1.300 millones en alzas que iban ir a parar a los bolsillos de los clientes y se dejó plano, pero eso hay que devolverlo, aprovechando el espacio que se abre cuando bajan las tarifas. Lo que podemos decir es que la estabilización como tal, con tarifas muy parecidas —en ausencia de que el dólar nos dé alguna sorpresa—, va a seguir en niveles similares hasta 2026– 2027, porque lo que evitamos subir, se tiene que devolver y no va a bajar como hubiese ocurrido. Cuando se acabe, nos vamos a encontrar en 2027 con precios de la canasta de contratos que habrán bajado bastante, y ahí debiésemos tener una caída de más del 25% o 30%”.

“Al haber congelado los precios, se logró que el energético sea casi el único sector en que se dejaron estabilizados los valores, llevamos dos años en que no se han movido, ¿qué otro sector de la economía tiene los precios estabilizados? Hay que ver lo que pasa con los combustibles con alza en los mercados internacionales”.

Fuente: El Mercurio

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