Chile y Dinamarca: Encuentro de dos mundos
La presencia danesa en la minería chilena existe desde hace muchos años. Empresas proveedoras y el vínculo comercial entre ambos países avala esta relación virtuosa.
Por Paula Chapple
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En los últimos años, la cooperación entre Chile y Dinamarca se ha visto fortalecida por acuerdos comerciales y tratados. En relación con los objetivos de descarbonización y reducción de emisiones y uso de agua, las empresas danesas presentes en Chile están trabajando, cada una desde su área, para crear un portafolio de tecnología y productos que ayuden a sus clientes a lograr operaciones mineras con emisiones netas cero.
El vínculo entre ambos países se ha visto fortalecido por la visita de delegaciones del país escandinavo a Chile el último tiempo. Una de ellas se efectuó en marzo pasado, cuando los príncipes herederos de Dinamarca, Frederik y Mary, junto con la empresa multinacional de origen danés, FLS, inauguró su segundo Supercenter en Chile, ubicado en el barrio industrial de La Negra, al sur oriente de Antofagasta.
En el marco de la visita, el embajador de Comercio de Dinamarca, Lars Thuesen, aprovechó la oportunidad para explicar que el ejemplo de Dinamarca en materia de sustentabilidad ha sido provechoso, “el enfoque en la política verde ha hecho que Dinamarca es una de las economías más eficientes”, aseguró el embajador.
Tierras raras
Otra sinergia entre ambos países son las reservas y el potencial respecto de las tierras raras. Primero hay que decir que las “tierras raras” no son tierras, ni son tan raras. Son 17 metales muy especiales, blandos, de color plateado, fácilmente oxidables, con propiedades extraordinarias, que los hacen indispensables para la industria electrónica, informática, de energías renovables, así como en la fabricación de material militar. Sirven para producir las baterías eléctricas de los autos o los paneles solares, entre otras cosas. Pero se extraen, ineludiblemente, junto al uranio.
El 80% de la producción mundial de tierras raras está en manos de China. También hay grandes yacimientos en la semi-deshabitada Groenlandia (que Donald Trump quiso comprarle a Dinamarca), donde hay mucha resistencia a su explotación por parte de su población nativa, enfrentada en general a la minería a gran escala.
Más allá del dilema medioambiental, su explotación podría cambiar radicalmente la importancia geopolítica de la isla más grande del mundo, después de Australia: De acuerdo con los expertos, convertiría a Groenlandia en un actor relevante, porque aquí se producirán entre el 15 y el 20% de las necesidades de estos metales claves para una transición ecológica mundial.
En ese sentido es que la empresa Tanbreez Mining, propiedad de Rimbal, con un recurso de 28,2 millones de toneladas ™ anunció que quiere extraer tierras raras en Groenlandia a partir de 2024. Las principales tierras raras presentes en el emplazamiento de Tanbreez son cerio (35,27%), lantano (18,01%) e itrio (16,63%). Por su parte el viceministro de Minas de Groenlandia, Jørgen Hammeken-Holm, confirmó que se había concedido el permiso de explotación.
Chile por su parte, se encuentra en el centro de atención de la región gracias a su gran potencial en la explotación de tierras raras. Según un estudio realizado por la Universidad Bernardo O´Higgins (UBO), que generó proyecciones a partir de datos de industria y de una prospección en la comuna de Penco, Región del Bío-bío, nuestro país podría convertirse en el primer productor de Tierras Raras de Latinoamérica al explotar los yacimientos de este mineral gracias a su vasta experiencia en la industria minera, disputando el lugar que hoy ocupa Brasil.
“Según los datos que estudiamos, la puesta en marcha de esta primera inversión, por un monto aproximado de US$150 millones, puede tener un efecto multiplicador en el PIB por US$300 millones, creando aproximadamente 400 puestos de trabajo, con un peak de 600 incluso durante la construcción. Estas cifras son sustancialmente mayores a las de proyectos de inversión de similar envergadura e implican además reducir la dependencia de otros productos de exportación” aseguró el economista y académico de la UBO, Tomás Flores, que lideró el trabajo.
