Revista Nueva Minería

Si bien el último estudio de Cochilco sitúa a Chile como el principal productor de cobre del mundo con un 25% de participación, desde Sonami advierten la caída en proyectos mineros y la urgente necesidad de agilizar permisos.

Por Marina Parisi
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“La cartera de proyectos mineros de Chile para el período 2023-2032 totaliza una inversión de US$65.700 millones e incluye iniciativas de cobre, oro, hierro, litio y otros minerales industriales”, aseveró Patricia Gamboa, directora de Estudios y Políticas Públicas de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).

El anuncio lo hizo durante la presentación del estudio “Cartera de Inversión Minera y Proyección de Producción de Cobre en Chile 2023-2032”, en las oficinas de Sonami (Sociedad Nacional de Minería). Según este informe, “Chile mantendrá su liderazgo en términos de inversión minera y producción de cobre en la próxima década”, subrayó la ejecutiva.

De hecho, Gamboa detalló que “nuestro país continuará siendo el principal productor de cobre del mundo, con un 25% de participación hacia el 2034. Se espera que Chile alcance una producción de cobre de 6,43 millones de toneladas en 2034, creciendo a una tasa promedio anual del 1,7% a partir de 2023”.

Sin embargo, Jorge Riesco, presidente de Sonami, aseguró durante la presentación de Cochilco, que esta cartera de inversión minera “confirma una nueva disminución en proyectos de inversión en la industria minera, como ya lo habíamos advertido anteriormente”.

“El informe es claro al mostrar una caída de 53 a 49 proyectos y una reducción del monto total de inversiones de aproximadamente un 11%, frente al 2023. Desde 2017 que no teníamos cifras tan bajas, lo que es motivo de preocupación”, enfatizó el ejecutivo. De igual forma, precisó en relación con el estudio que “algunos proyectos salieron del catastro porque ya entraron en operación, pero preocupa que no tengamos otros de reemplazo”.

Justo el día anterior, durante el encuentro anual de Sonami con la prensa, Riesco explicó que “hemos propuesto a las autoridades económicas medidas concretas, que de implementarse, podrían significar rápidos incrementos en la producción de la pequeña, mediana y gran minería”.

“Persistiremos en este empeño, defendiendo el derecho de cada proyecto, por pequeño o por complejo que sea, a desarrollarse y a entrar en operación”, advirtió el timonel, “y representaremos, cuando corresponda, el proceder de quienes injustificadamente afecten ese derecho, exponiendo el costo de dicha conducta ante el país”.

Agilizar permisos

Con todo, Riesco celebró la inclusión de seis nuevos proyectos en la cartera presentada por Cochilco, los que en concreto aportan US$6.307 millones. “Si bien no se trata de yacimientos nuevos, tema de gran relevancia para aumentar la producción nacional, sí nos alegra que las empresas sigan apostando por el futuro de la minería chilena”.

El vocero de Sonami también tomó palco para referirse a la activación de los permisos en minería. “Es importante avanzar en los proyectos anunciados recientemente por el Gobierno, para agilizar permisos y modificar el sistema de evaluación ambiental. Vale la pena aprovechar esta oportunidad para hacer una revisión profunda y así obtener resultados relevantes. Los anuncios indican una reducción de plazos de un mínimo de 24%, que es algo menor a la expectativa derivada del compromiso asumido durante la tramitación del royalty minero”.

En cuanto a la proyección de la producción de cobre, Riesco recordó que “Sonami ya ha advertido la situación de estancamiento que muestra la producción de cobre desde hace más de 18 años y la necesidad de que la autoridad adopte las medidas necesarias, a fin de incentivar el desarrollo del sector en sus distintos niveles”.

Debido a todo lo anterior, el ejecutivo recalcó que el gremio minero ha propuesto a los ministros de Hacienda, Economía y Minería un conjunto de medidas pro crecimientos sectoriales, que ahora están contenidas en la propuesta que entregó la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), como alternativa al pacto fiscal del Gobierno.

“Consideramos que estas medidas no sólo incrementarán nuestra producción y eficiencia, sino que también aportarán recursos significativos al fisco, lo que se traducirá en una mayor capacidad para enfrentar desafíos sociales que nos apremian. Ello no es menor si consideramos que, de acuerdo con nuestros cálculos, por cada millón de toneladas extra de producción de cobre fino al año, el Estado podría recaudar más de US$1.268 millones anuales, considerando un precio promedio de US$3,61/lb, aporte que podría incrementarse con precios más altos”, concluyó Riesco.