Aprimin plantea su posición frente a cambios laborales

3 septiembre, 2014
Seminario Aprimin_foto

Seminario Aprimin_foto

En el marco de un seminario, el gremio apuntó a los desafíos que, en su opinión, deben enfrentar los proveedores de la minería ante el nuevo escenario laboral. Pidieron “equilibrio” frente a la reforma que prepara el gobierno en este tema, y alertaron sobre una posible “sobrerregulación”.

Revista Nueva Minería y Energía
 

Un debate sobre los principales puntos que podría considerar una reforma laboral del gobierno y de qué manera ésta podría afectar a la minería, y en particular a las empresas proveedoras, se analizó en el marco de un seminario organizado por la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería, Aprimin.

El encuentro, que se realizó este miércoles 3 de septiembre en Santiago, convocó a representantes de empresas proveedoras, que escucharon atentos detalles del proyecto de reforma laboral que prepara el gobierno a través del director nacional del Trabajo, Christian Melis.

También participó el presidente de Sonami, Alberto Salas, y el abogado experto en temas laborales y colaborador de Aprimin, Luis Lizama, quien planteó la posición del gremio frente a los principales temas que incluiría el proyecto de gobierno.

“Si la idea es regular este tema, creo que el equilibrio es necesario”, aseguró Lizama, quien alertó sobre los supuestos inconvenientes que causaría una “sobrerregulación”, que terminaría impactando –dijo- en sectores como la minería.

El abogado también manifestó la posición del gremio respecto a los temas que se plantean cuando se da una negociación colectiva entre los trabajadores y el empleador, lamentando la exclusión de algunos temas como la productividad.

“Lo que siempre se extraña es que se discutan temas de productividad. La discusión está básicamente vinculada con temas como el salario, algunos beneficios, jornadas de trabajo y descanso, pero no los temas vinculados con productividad. Se extraña en la discusión que efectivamente haya la posibilidad de negociar condiciones de, por ejemplo, mejora de alguna actividad productiva, o de prácticas productivas”, precisó Lizama.

Asimismo, el abogado planteó que se debe poner siempre en la mesa el debate de temas como la violencia a la que llegan algunas huelgas. “Está bien que (los sindicatos) manifiesten su disconformidad, que presionen, pero (no) que la autoridad pública en ocasiones no preste la fuerza pública, o que el empleador se vea impedido de ingresar a sus instalaciones, porque hay un piquete que impide el acceso, que bloquea… Está bien fortalecer la actividad sindical, ningún problema. Pero por otra parte, también (debe) existir la posibilidad de evitar que la huelga siempre devenga en un acto violento en el que no haya ninguna posibilidad de dialogar o que los incentivos estén puestos para por ejemplo, que los trabajadores no lleguen a acuerdos”, aseguró.

“Entonces, cualquier reforma tiene que ser capaz de apuntar a qué efecto va a producir, porque si la idea es ‘vamos a emular, o imitar o cumplir el programa porque así lo indica la OIT’, no tiene ninguna sentido. El tema (debería ser) qué le sirve a este país para generar más equidad, para tener mejor distribución, aumentar la productividad, y generar más empleo. Que la discusión también (implique) mirar los efectos que produce desde un punto de vista de externalidades que sean positivas. Está bien, copiemos la OIT, ¿pero quedarnos con bajo empleo? Nadie quiere que terminemos como España”, concluyó Lizama.

Noticias Relacionadas