Alejandro Guillier, senador: La voz del norte

28 abril, 2014
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El senador Alejandro Guillier, nuevo presidente de la Comisión de Minería y Energía del Senado

El senador Alejandro Guillier, nuevo presidente de la Comisión de Minería y Energía del Senado

Decidido a ser una potente voz desde el Congreso, el conocido periodista asume su nuevo rol como parlamentario con ideas que apuntan a una minería más sustentable. Nuevos centros de investigación en minería y energía que se instalen en el norte son parte de sus propuestas. También está por fortalecer los clúster, derogar el DL600 y crear un royalty “efectivo”.

Por Joaquín Ruiz – Revista Nueva Minería y Energía

Por años estuvo sentado al otro lado de la mesa en su rol de entrevistador para una larga lista de medios escritos, radiales y de televisión. Pero ahora los papeles se invierten. Es él quien debe atender las preguntas de la prensa; explicar, argumentar, convencer. Y sobre todo, responder a las casi 62 mil personas que votaron por él en la Región de Antofagasta, y que le dieron la primera mayoría en la zona, con el 37% de los votos.

“Es un bonito desafío”, dice Alejandro Guillier, el conocido periodista y sociólogo sentado en su nueva oficina senatorial, mientras un técnico reconfigura su computador, utilizado hasta hace sólo unos días por su antecesor, José Antonio Gómez. “De observador crítico hay que pasar a ser esencialmente propositivo”, reflexiona acerca de su nueva labor en el Congreso. Aunque tiene claro que sus atribuciones son limitadas.

“¿Qué es lo que pueda hacer un parlamentario? Poco, porque la Constitución nos da muy pocas facultades. Pero ¿qué puedo hacer yo? Poner los temas en la agenda, y eso es lo que ya estamos haciendo”, dice entusiasmado el también presidente de la Comisión de Minería y Energía del Senado.

Los temas que mueven al senador Guillier (independiente, electo en cupo PRSD) se basan en una serie de propuestas que presentó cuando fue candidato, “pero que casi nadie nunca preguntó”, se lamenta entre risas. En entrevista con Revista Nueva Minería y Energía, Guillier repasa estos y otros temas, y adelanta cuáles serán los énfasis que marcarán su agenda ahora sentado en el Congreso.

Usted fue electo senador en una zona minera como la Región de Antofagasta, ¿qué temas mineros impulsará desde el Congreso en su nuevo rol de parlamentario?

Lo primero es volver a la propuesta que se trabajó desde los años ’90 en el sentido de promover una minería sustentable. A mí me interesan los temas macro regionales, y eso significa desarrollar los clúster mineros y una política de protección de los clúster generando mecanismos –que no necesariamente son por ley- de manera que la relación entre la pequeña empresa proveedora con las grandes mineras tenga un poco más de equilibrio y se proteja al pequeño emprendedor.

En segundo lugar, defender a Codelco como una empresa del Estado y procurar la diversificación de productos de la empresa, a pesar de que uno no influye mucho en eso. Pero vamos a empezar a poner el tema en la agenda. Codelco no tiene por qué sólo producir cobre. Es una minera que por su experiencia, su personal y su equipamiento, puede entrar a elaborar otros metales y ser exportador de otros productos como plata, oro, molibdeno y, eventualmente, entrar al negocio del litio, por mencionar sólo algunos. Y no tiene sentido que Codelco apunte sólo al concentrado.

La energía es otro de los temas sensibles del norte y que tiene directa incidencia en la minería. ¿Qué planes tiene en esta área?

El norte tiene que transformarse en un generador de energía que sea natural y limpia, como la energía eólica o solar. Ya hay experiencias puntuales, pero hay que avanzar hacia la gran escala. Tenemos que trabajar asociativamente con otros países como los europeos, por ejemplo, para desarrollar un gran centro de investigación científico y tecnológico en materia energética y que esté instalado en Calama. Ese es mi sueño. Ya he conversado con la ministra de Minería y con el ministro de Energía sobre esta aspiración de un gran centro porque la energía es vital. Y además, porque el norte ofrece condiciones de avanzar en el 20/25 más rápido que casi cualquier otra región por razones obvias.

“El norte tiene que transformarse en un generador de energía que sea natural y limpia, como la energía eólica o solar”, dice Guillier.

Medio ambiente e innovación

¿Qué cambios necesita el país para avanzar en esta minería sustentable que usted promueve?

Los proyectos mineros por su naturaleza son contaminantes, eso lo sabemos. Pero hay que ser muy objetivos y serios en la realización de los estudios de impacto ambiental. Necesitamos un sistema creíble de evaluación de impacto ambiental para el desarrollo de proyectos mineros y proyectos energéticos, entendiendo que la minería y la energía son contaminantes en alguna forma. Todo altera el medio ambiente. Pero hay que transparentarlo.

El agua es otro tema importante para la minería y más todavía para la región que usted representa. ¿Qué se puede hacer para proteger y regular este elemento tan escaso?

El agua es un recursos que no podemos seguir sacando indiscriminadamente de la cordillera porque estamos alternado los entornos naturales. El oasis de Calama es penoso. Tuvo hasta 8.000 hectáreas, según me decían los especialistas, y hoy con suerte le quedan 400. Hay empresarios especuladores que compran terrenos, dejan secar todo, y después piden cambio de uso de suelo para darle otro uso como un proyecto inmobiliario. Esa es una mala práctica que viene desde hace mucho tiempo. Entonces el tema del medio ambiente hay que tomárselo en serio, al igual que el agua. Y para ello necesitamos mucha innovación científica y tecnológica.

¿A quién le corresponde realizar esa innovación científica?

Tenemos como proyecto crear un centro de investigación minero de gran escala en el norte, porque ahí están los ingenieros y los especialistas. Y lo queremos hacer en Calama. Es lo que le ha faltado al norte: inteligencia en innovación e investigación, para no sólo estar sacando los recursos naturales y exportando. Esa es la base para alentar otros emprendimientos que posteriormente vendrán a futuro.

¿Cómo se pueden concretar estos centros que propone?

Hay que buscar alianzas entre universidades, agencias de cooperación internacional, porque el mundo está globalizado. Quizás no tenemos las suficientes espaldas, pero tenemos los cuadros técnicos. Pero yo estoy hablando de proyectos con financiamiento del BID, de instituciones europeas, de fuentes de financiamiento exterior, es decir, a gran escala.

¿Y el Estado qué rol juega en el desarrollo de estos centros?

Bueno, eso está en el marco de la Constitución. Necesitamos un Estado proactivo, no un Estado burocrático, como el de los años ’30 o ’40 del siglo pasado que ya se agotó. Lo que necesitamos ahora es un Estado moderno que tenga una visión de largo plazo, que genera políticas, estrategias y estímulos de todo tipo. Si vamos a hablar de educación, bueno ¿qué queremos para educación? ¿Qué tipo de ciudadanos queremos formar? ¿Qué tipo de valor productivo le queremos dar? Pero eso va a depender de qué tipo de economía queremos. Para qué vamos a estar desarrollando ciencia y tecnología en un colegio si no se tiene un plan industrializador. Distinto es si queremos poner valor agregado. Ahí no estaremos frustrando a los niños, sino todo lo contrario. Los estaremos preparando con las competencias necesarias para el tipo de sociedad a la que queremos llegar y que no es sólo la economía, sino que también es la participación social, cultural, etc.

Usted pretende impulsar esta agenda como parlamentario, pero ¿lo cree posible desde el Congreso? ¿Ve algún interés del nuevo gobierno en avanzar en estos temas?

El centralismo es un problema cultural. La gente habla de descentralizar el país, pero su práctica cotidiana es profundamente centralista. Entonces, lo que necesitamos hacer es poner el tema. Y ya tomamos algunas medidas, por ejemplo, conversé con el ministro de Energía saliente y el que llegó para plantearle esta visión y estas inquietudes. También me reuní con la ministra de Minería para ver cuáles son los planes del gobierno y cómo se alinean con los nuestros. Nosotros estamos pidiendo un mayor aporte de la minería al desarrollo de la capacitación y formación de cuadros técnicos, sobre todo en la zona interior de la región, donde no hay ningún instituto de alto nivel, con Codelco como puntal, y además, promover el centro de investigación en temas mineros en el norte.

Codelco

¿Cómo ve a Codelco, el principal productor mundial de cobre, y un actor fundamental para la zona que representa?

La verdad es que uno, que analiza la minería en un sentido crítico, ve hoy más motivo de preocupación que de alegría. ¿Por qué razón? Porque Chile era exportador de cobre fino, y esa era su característica, su sello. Hoy estás exportando concentrado. Y Codelco empieza a entrar en esa línea, por lo menos varios proyectos van en esa dirección. Y eso no es aceptable para mí, soy absolutamente contrario a eso. Entonces lo primero es recuperar Codelco como exportador de cobre fino y abrirse a otros productos. Pero para eso, además, tienes que generar una conciencia ciudadana. Esto también es un tema político. Las reuniones que he tenido con los sindicatos les he dicho, la defensa de Codelco parte por sus organizaciones gremiales, sindicales, por sus profesionales, ingenieros, incluso por sus ejecutivos. Entonces he pedido una alianza, porque tenemos que generar una voz del norte para explicarle al país, que no tiene idea de minería, por qué somos un país minero administrado por agricultores.

“Codelco ha ido en una dirección que a mí me preocupa, sobre todo por (privilegiar) los concentrados. Considero que es nefasto. Tengo un juicio muy crítico de cómo se ha manejado Codelco”, afirma el senador.

¿Qué opinión tiene de la manera en que se ha liderado a la empresa?

Codelco ha ido en una dirección que a mí me preocupa, sobre todo por esto de los concentrados, que lo rechazo absolutamente. Considero que es nefasto. Tengo un juicio muy crítico de cómo se ha manejado Codelco. Y además, hay que defenderlo de los clientelismos. Debe ser un Codelco que se entra por méritos, que es capaz de reciclar a sus propios trabajadores, ahí tenemos un tema cultural que enfrentar. Tiene que existir una alianza y compromiso entre los sindicatos y la empresa, hay que volver a eso que se desahució.

¿Entonces usted esperaría un cambio en la dirección ejecutiva de la empresa?

Yo creo que se necesita un cambio en los lineamientos estratégicos en muchos aspectos. Hay que hacer una revisión crítica.

Impuestos y royalty

¿Qué le parece la carga tributaria que tienen actualmente las grandes compañías en general, y particularmente las compañías mineras privadas? ¿Está de acuerdo en un alza?

Aquí se partió de un error de apreciación. En los años ’80 Chile tenía serios déficit de inversión y por lo tanto salimos en un escenario de desesperación a buscar plata y finalmente pusimos reglas del juego que resultaron, después que se disparó el precio del cobre, leoninas. Me atrevo a hacer una afirmación: Yo dudo que Escondida haya invertido capitales propios que lleguen a US$ 4.000 millones. Todo el resto ha sido re-inversión de utilidades con además, beneficios tributarios. Entonces el famoso aporte extranjero en minería es un mito. Es la propia plata nuestra que financia la ampliación de sus operaciones y sus propias utilidades. Es el derroche más gigantesco en la historia de Chile por falta de visión, por no prever los escenarios. Ahora, los tratados están y no es llegar y cambiarlos. Pero necesitamos un nuevo trato. Sé que el negocio no es como era hace 5 o 6 años. Se ha complicado. Y ahí vamos a necesitar un salto de innovación, ciencia y tecnología. Bueno, que (las compañías mineras privadas) colaboren en ese esfuerzo para mejorar los sistema productivos y hagan inversión real. Porque si no, seguimos haciendo el peor negocio del mundo.

¿Entonces está de acuerdo en derogar el DL 600?

Hay que atreverse a renovar. Ningún país del mundo está amarrado eternamente a nada. Y todo el mundo parte de la base que tiene que haber una cierta racionalidad en los tratados y en los acuerdos. Si la situación se pone irracional, tienes que intervenir.

Cuando se discutió y aprobó el llamado “Royalty” durante el gobierno del Presidente Lagos, se dijo que esos fondos se destinarían a regiones. Pero poco se ha visto de eso…

Entiendo que el grueso del fondo está invertido en el extranjero, y que lo poco que queda, en un 90 a 95% queda en Santiago. Ese royalty tenía varios propósitos: entrar al campo de la ciencia, tecnología y la innovación, y además se realizaría en las regiones mineras. Nada se ha cumplido. Eso revela la incapacidad y la falta de vocación nuestra por ser un país emprendedor. Nosotros somos un país rentista, que vive de los recursos naturales. Pero la minería tiene un drama: no es renovable, por lo tanto más temprano que tarde se van a agotar los yacimientos mineros. Ya estamos recibiendo señales preocupantes. Entonces por eso necesitamos una minería sustentable.

¿Entonces está de acuerdo en implementar un royalty para las mineras?

Un royalty, pero efectivo. Además, si realmente las inversiones en Chile son de largo plazo, como dicen las mismas mineras, ellos tendrán que entender que para nosotros la sustentabilidad de la minería es clave. Porque también es estabilidad para ellos. Entonces tienen que aportar un poquito más.

¿Y ve voluntad política de este gobierno para avanzar en esta dirección?

Yo creo que ningún gobierno tiene plena conciencia de lo que es la minería en Chile. Y por lo tanto es nuestro deber como parlamentarios del norte, zona minera por excelencia, generar un debate en el país para que la gente entienda lo que es la minería, en que nos estamos beneficiando, y en qué estamos perdiendo. Lo primero es poner el tema. Cuando la ciudadanía toma conciencia, puedes ir tomando otras medidas. En Chile no entienden lo que es la minería. Han rentado de la minería siempre, 150 años y seguimos haciendo lo mismo: exportar materia prima. Y del cobre, nadie se preocupa. Si se paraliza el cobre, ¿eso es noticia? El paro de la fruta fue más noticia, porque los agricultores sí saben poner agenda. Claro, ¡si ellos gobiernan el país! ¿Pero los mineros? ¿Cuándo hemos podido poner un tema en la agenda nacional? Nos ha faltado voz. Entonces ¿qué es lo que tenemos que hacer? Ser una voz del norte, eso es lo primero.

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