La operación para recuperar al CIMM

8 septiembre, 2014
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La sede de CIMM en Santiago, a los pies del cerro Manquehue. El emblemático edificio fue demolido el año pasado. (Foto: Joaquín Ruiz)

La sede de CIMM en Santiago, a los pies del cerro Manquehue. El emblemático edificio fue demolido el año pasado. (Foto: Joaquín Ruiz)

La sede de CIMM en Santiago, a los pies del cerro Manquehue. El emblemático edificio fue demolido el año pasado. (Foto: Joaquín Ruiz)

Pese a que no tiene sede ni funcionarios, jurídicamente sigue existiendo. Fue reactivado por el actual gobierno, que decidió paralizar el cierre que se inició durante la administración Piñera. Ahora viene una profunda revisión y auditoria de todo el proceso de disolución. “Es para la tranquilidad de todos”, dicen desde el ministerio de Minería. Después, se analizará qué se hará con el centro: si se reabre, o se busca otra fórmula para crear una nueva institución.

Joaquín Ruiz – Revista Nueva Minería y Energía
 

Poco más de 40 años alcanzó a funcionar el Centro de Investigación Minera y Metalúrgica, CIMM, antes que el gobierno de Sebastián Piñera decidiera cerrar la entidad, marcando el fin de una era trascendente para la historia reciente de la minería de Chile. Una historia que tiene a la nacionalización del cobre, lograda en 1971, como uno de sus grandes hitos, y al CIMM, como una de sus grandes consecuencias.

Creada oficialmente el 11 de agosto de 1970, mediante escritura pública, CIMM comenzó formalmente sus actividades al año siguiente, ya con la nacionalización del cobre estampada en la Constitución, y con financiamiento asegurado a través de aportes directos de la entonces Corporación del Cobre.

Al ser creado como una respuesta a la “indispensable necesidad de disponer de respaldo tecnológico propio para sostener el desarrollo de la minería nacional”, CIMM dedicó los primeros años a la investigación científica aplicada en el campo minero-metalúrgico, prestando apoyo a los procesos de producción de las principales empresas del sector que estaban recién nacionalizadas.

Gracias a un progresivo crecimiento en infraestructura y personal, CIMM ganó prestigio y fama internacional al hacerse conocido como un referente latinoamericano de innovación y ciencia aplicada a los procesos del cobre.

Sin embargo, continuos recortes de presupuesto y problemas de gestión fueron limitando su acción en el campo de la investigación, lo que impulsó al centro a desarrollar la venta de diversos servicios a la minería para mantener su financiamiento.

En este escenario, CIMM decidió crear en los años ’90 una empresa filial llamada CIMM Tecnologías y Servicios (CIMM T&S), para focalizar ahí el negocio de servicios, dejando a la matriz en su rol exclusivo de centro de investigación.

Sin embargo, hoy, nada de esto existe. La empresa filial fue vendida a la multinacional SGS en enero de 2012, los terrenos enajenados a la constructora Moller & Pérez-Cotapos (MPC) a fines de ese año, y la demolición de los edificios, concretada a inicios de 2013. Y su laboratorio más importante fue traspasado a la Universidad Adolfo Ibáñez, donde funcionan actualmente.

Así, en el llamado “año de la innovación”, se daba cumplimiento a la disolución del centro, tras más de cuatro décadas de funcionamiento.

Pero el proceso no llegó a completarse. A pocos días de asumir, el nuevo gobierno decidió paralizar la disolución de CIMM para revisar todo la operación, y sobre todo, averiguar qué pasó con los dineros que se recaudaron con la venta de los terrenos y de la empresa filial. Algo que hasta el día de hoy aún es una incógnita.

Un nuevo consejo directivo

“CIMM fue la gran herramienta pública que tuvo el Estado chileno para formar profesionales para la minería”, dice el subsecretario de Minería, Ignacio Moreno, al destacar el aporte que hizo el centro durante más de cuatro décadas. “Por otro lado hizo un trabajo importante en generar y mejorar procesos productivos aplicados a la minería, y tenía laboratorios de muy buen nivel. Hoy la industria está huérfana de esa capacidad”, se lamenta Moreno, quien liderará la operación del gobierno para intentar revivir al CIMM, o al menos, para crear un nuevo ente que recupere la labor que realizaba originalmente el centro.

El primer paso fue convocar al consejo directivo de CIMM, el máximo órgano del centro que no se reunía desde que formalizó, con otros integrantes, la disolución oficial de la entidad, el 23 de septiembre de 2013.

El gobierno busca auditar todo el proceso de cierre de CIMM, que incluyó la venta de CIMM T&S por US$ 37,8 millones, y de los terrenos donde se emplazaba, en el exclusivo barrio de Santa María de Manquehue, por US$ 12,9 millones.

“Es un proceso que no ha concluido, ya que nosotros paramos la disolución en su última etapa en el ministerio de Justicia”, confirma el subsecretario, quien conoce de cerca al centro ya que fue su director ejecutivo entre los años 2000 y 2005.

Moreno explica que sólo el consejo directivo puede revisar los antecedentes relacionados con el cierre, incluyendo los recursos que se obtuvieron por la venta de la empresa filial y los terrenos, ya que es la única entidad autorizada para actuar legalmente en nombre del centro.

El consejo directivo de CIMM es el órgano conductor del centro, y hasta su disolución estaba integrado por siete miembros que representaban a entidades como el ministerio de Minería, Mideplan, Cochilco, Corfo, Conicyt, Enami y el IIMCh.
Revisión y auditoría

Como las instituciones de gobierno tienen ahora nuevas autoridades, los integrantes del consejo también cambiaron. Ya han realizado al menos dos sesiones de trabajo, eligiendo como presidente al subsecretario Ignacio Moreno.

De esta manera, se inicia un largo proceso de revisión y auditoría de lo que ocurrió en el centro en los últimos cuatro años, lo que considera analizar sus estados financieros y administrativos, y todo el proceso de cierre, incluyendo una revisión jurídica de la licitación de la venta del terreno y de CIMM T&S.

“Nos parece importante para la tranquilidad de todos, auditar la venta de la empresa, la venta del terreno, y chequear de que efectivamente todo se hizo de acuerdo a derecho y a las normas”, asegura Moreno.

A casi seis meses de su instalación, el gobierno aún no tiene claridad sobre lo que se hizo con los dineros que se recaudaron con las dos ventas. Sólo se sabe que existen fondos “que están en una cuenta corriente a nombre de CIMM”, reconoce el subsecretario, pero aún no han tenido acceso a esas cuentas.

También se sabe que existe una bodega que la anterior administración de CIMM arrendó donde se habría enviado toda la información jurídica, las actas, e información contable del centro, entre otros documentos, que serán chequeados.

La idea, entonces, es averiguar cuántos son los recursos que efectivamente están disponibles, y además, si calzan con las ventas y los contratos de ventas que deberían existir todavía en los archivos de la entidad.

Si bien, por ahora no hay indicios de irregularidades, el gobierno aclara que sólo tendrá certezas una vez que se conozca el resultado de las auditorías. “No tengo sospechas específicas (de posibles irregularidades), pero para la tranquilidad de todos, es muy importante que estemos claros que se hizo como corresponde en términos administrativos”, enfatiza el subsecretario.

Gracias a un progresivo crecimiento en infraestructura y personal, CIMM ganó prestigio y fama internacional como un referente latinoamericano de innovación. En la foto, la visita de una delegación japonesa a la antigua planta piloto del centro. (Foto: Archivo CIMM)

Gracias a un progresivo crecimiento en infraestructura y personal, CIMM ganó prestigio y fama internacional como un referente latinoamericano de innovación. En la foto, la visita de una delegación japonesa a la antigua planta piloto del centro. (Foto: Archivo CIMM)

Críticas al proceso de cierre

Más allá de la revisión y la auditoría que inició el gobierno, ex ejecutivos vinculados al centro insisten en que todo el proceso de disolución, incluyendo la venta de los terrenos y de la empresa filial, se desarrolló al menos de manera poco transparente.

“Hemos estado evaluando la situación a fin de obtener los antecedentes en detalle de este proceso llevado a cabo de una manera muy curiosa, rara y poco transparente”, dice Sergio Villegas, ex director ejecutivo de CIMM entre los años 2006 y 2010.

“En la historia de Chile existen numerosos actos de felonía y de aprovechamiento de sectores de poder o individuos que han terminado utilizando instituciones tanto para satisfacer caprichos personales como para favorecer intereses grupales. En ése contexto, para los que hemos tenido la oportunidad de estudiar y conocer a fondo la génesis y desarrollo del prestigioso CIMM, cabe preguntarse qué pasó con el que alguna vez llegó a ser el mejor centro de investigación minero de América Latina”, agrega Villegas, quien integra el recientemente re-constituido consejo directivo del centro en representación del Instituto de Ingenieros de Minas de Chile, IIMCh.

Para el ex ejecutivo, una de las razones que explica la decisión del anterior gobierno de cerrar CIMM se encuentra en los valiosos terrenos donde se emplazaba. Villegas recuerda que cuando en marzo de 2010 asumió el entonces ministro de Minería, Laurence Golborne, éste nominó como presidente del consejo directivo del centro a “un ex socio y colaborador de emprendimientos económicos, Felipe Montt, todo un experto probado en negocios inmobiliarios”, asegura.

“Fue imposible hacerle entender al nuevo consejo de ese momento los objetivos de CIMM y la necesidad país de mantener dicha estructura siempre reformable, perfectible. Se dio cualquier excusa y explicación indebida para comenzar y desarrollar en tiempo record la privatización de su empresa fundamental, CIMM T&S, y sus filiales con los más torpes fundamentos”, revela Villegas.

“A todas luces el objetivo fue obvio: la venta del apetecido terreno de más de 32.000 metros cuadrados donde se ubicaban las principales instalaciones de CIMM, en Santa María de Manquehue, en la comuna de Vitacura. Un terreno que fue valuado en alrededor de US$ 30 millones en estudios efectuados entre los años 2005 y 2008”, agrega el ex director ejecutivo del centro.

Y respecto a la venta de CIMM T&S, Villegas asegura que se realizó a través de un proceso “que requerirá de una investigación exhaustiva por la institucionalidad competente que vela por los intereses públicos, debido a la poca transparencia que rodeó esa transacción”.

Para Villegas, una revisión “a primera vista” de los antecedentes disponibles permite concluir que se está frente a una serie de “irregularidades y despilfarro de los recursos públicos”.

Como ejemplo, menciona lo que habría ocurrido con la biblioteca y los archivos de CIMM, que compilaban una serie de patentes, conocimientos y experimentos de gran valor para la minería nacional, y que según Villegas, fueron “despilfarrados y sustraídos de manera irregular”.

Todo el patrimonio material de CIMM quedó inventariado en documentos que hoy estarían en manos de la Contraloría General de la República, después que el propio organismo fiscalizador solicitara un detallado análisis de su patrimonio antes que se iniciara el proceso de cierre del centro.

“Con los inventarios debemos cotejar adónde fue a parar hasta la última probeta de CIMM, que es parte del patrimonio público. Con esas cosas no se puede jugar. Exigiremos investigación, transparencia y aclaración. Es necesario que los actores de la minería, la ciencia y los ciudadanos en general, sepan dónde quedaron esos recursos, qué se hizo o qué se pretende hacer con ellos. Hasta ahora solo tenemos escasa información respecto a los dineros recaudados, los laboratorios transferidos, y muy poco más de un valioso patrimonio del que hoy se desconoce su paradero”, reconoce Villegas.

Ex autoridades: “Fue 100% transparente”

Andrés Mac-Lean presidía el consejo directivo de CIMM al momento de su disolución (Foto: Archivo Revista NME)

Andrés Mac-Lean presidía el consejo directivo de CIMM al momento de su disolución (Foto: Archivo Revista NME)

Sin embargo, los responsables de concretar la disolución de CIMM descartan cualquier irregularidad o falta de claridad en el proceso. “Fue 100% transparente. Las dos grandes licitaciones (por la venta de CIMM T&S y los terrenos) que se realizaron fueron públicas, abiertas, con anuncios en los diarios, absolutamente siempre trabajando todo arriba de la mesa”, asegura el ex vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Andrés Mac-Lean, quien encabezaba el consejo directivo de CIMM al momento de concretarse el cierre.

Para Mac-Lean, las razones de la disolución del centro están claras. “No estaba cumpliendo con sus propósitos”, dice, aludiendo a la venta de servicios que había adoptado CIMM y su empresa filial en sus últimos años de funcionamiento. “La orientación de CIMM estaba absolutamente desvirtuada respecto a lo que eran sus objetivos”, insiste.

El ex subsecretario de Minería, Francisco Orrego, también coincide con este argumento, ya que asegura que las condiciones y el escenario inicial que enfrentó CIMM “cambiaron drásticamente”. En su opinión, el centro habría pasado de ser el único ente encargado de la investigación en minería en el país, a una institución que “fue perdiendo terreno” frente a otros actores del sector.

“CIMM venía experimentando un proceso de extinción natural y a su consejo solo le correspondió constatarla”, explica.

¿Y qué pasó con los dineros que se recaudaron con la venta de los terrenos y de CIMM T&S? “Las platas se devolvieron al Estado para ser reutilizados en los mismos objetivos (iniciales) de CIMM, es decir, innovación en minería”, responde Mac-Lean, quien aclara que la suma final entregada, descontando una serie de gastos, fue alrededor de US$ 38 millones.


¿Un nuevo CIMM?

Si bien ahora el foco del gobierno está en revisar el proceso de cierre, en una segunda etapa analizará alternativas para recuperar el rol que tenía CIMM antes de su disolución.

“Sólo después que se audite, vamos a conversar qué continuidad le podemos dar al CIMM: si conviene mantener al centro como estaba, cambiarlo, o si los recursos que están disponibles sirven para impulsar programas de investigación en el mismo ámbito, o en ámbitos similares. Son temas que hoy están abiertos”, dice el subsecretario de Minería, Ignacio Moreno.

“Lo que nosotros queremos es recuperar la investigación y la innovación, porque para nosotros es fundamental. No sabemos si va a ser un CIMM 2.0, o va a tener otro nombre. En la práctica, es lo que menos nos importa, porque lo que nos preocupa es que efectivamente la investigación se desarrolle, y eso es lo que estamos tratando de recuperar”, explica la ministra de Minería Aurora Williams.

El objetivo de volver a tener un centro de investigación minero estatal también es compartido por el Instituto de Ingenieros de Minas de Chile, IIMCh. “Nuestra esperanza está en reencontrar y reencantarnos con una I&D al servicio de Chile. No se trata de volver hacer más de lo mismo. Necesitamos un ente pensante y de acción que colabore a construir un patrimonio de conocimiento avanzado que le permita al país seguir contando con una minería competitiva y sustentable a la vez. Son variadas las temáticas que deberá enfrentar nuestra minería en el siglo XXI y solo un centro de investigación estatal representará fielmente los intereses del país”, dice Leopoldo Contreras, presidente del IIMCh.

(Foto: Joaquín Ruiz)

(Foto: Joaquín Ruiz)


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