Revista Nueva Minería

Representantes del ámbito público y privado han hecho un llamado a profesionales recién egresados y a estudiantes de pregrado, para que consideren la investigación para la innovación minera como un campo para su desempeño laboral.

Por Eric Rivera, desde Valparaíso
Revista Nueva Minería y Energía
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Un diagnóstico conocido es que la minería debe incorporar constantemente innovación si quiere ser competitiva y sustentable en los próximos años. Esto no sólo implica mejorar procesos a través de la automatización, sino también un cambio de paradigmas en una industria conocida como tradicional.

Por este motivo, representantes del ámbito público y privado han hecho un llamado a los nuevos profesionales para que consideren la investigación para la innovación minera como un campo para su desempeño laboral. De hecho, en el marco del noveno Seminario de Estudiantes de Ingeniería en Metalurgia realizado en Valparaíso, SimPucv 2019, algunos expositores abordaron las necesidades y oportunidades para el desarrollo profesional en este ámbito.

Uno de los esfuerzos más recientes por abrir nuevos caminos lo presenta la Corporación Alta Ley. Agustín Sepúlveda, director de tecnología e innovación de la entidad, señaló en el evento que “hasta hoy la innovación en minería apunta principalmente a aumentar la producción, más que a mejorar la eficiencia de los procesos”.

Como uno de sus ejes estratégicos a trabajar por parte de la Corporación Alta Ley citó la llamada “minería verde”, abordando un tema que hasta ahora era tratado por cada empresa en particular, definiendo desafíos de sustentabilidad energética e hídrica, trazabilidad, eliminación de residuos, seguridad e higiene ambiental y reciclaje. De hecho, sólo en este último tema, hay definidas 42 líneas de investigación.

Otros ejes temáticos a trabajar abarcan el marco regulatorio, la tecnología de captura y traspaso de información, operaciones y planificación minera, concentración, relaves, fundición y refinería e hidrometalurgia; con numerosas líneas de investigación para cada tema. Sobre ellas, podrán elaborarse proyectos a los cuales Alta Ley buscará financiamiento compartido entre actores públicos y privados, incluyendo universidades, que pueden aportar con el potencial de sus nuevos egresados.

Cambio de mentalidad

Otra iniciativa presentada fue la del Laboratorio de Investigación Aplicada en Metalurgia (Liam) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (Pucv), que decidió trabajar sólo con alumnos de pregrado para fortalecer su perfil de egreso, participando en proyectos y desarrollando competencias que exceden lo tecnológico.

Álvaro Aracena, director del Liam, explicó que han incorporado alumnos de tres universidades para ejecutar investigaciones sobre tostación, fusión, lixiviación, intercambio iónico, sedimentación y flotación, con positivos resultados. “Los alumnos aprenden disciplina y trabajo en equipo, y también a superar la frustración. Hacen un trabajo colaborativo donde todos son iguales”, explicó el representante del laboratorio.

La idea surgió luego de constatar que muchos alumnos sólo querían egresar e insertarse en el sistema, “pero una vez en la industria, no los dejaban hacer innovación, aunque tuvieran buenas ideas”, agrega Aracena. Por ello, convencieron al plantel para que los alumnos de pregrado participaran en proyectos de investigación, implementando nuevos laboratorios para ello.

Ya han pasado por el programa unos 63 alumnos de pregrado, dando origen a publicaciones, tesis de pregrado, un par de patentes sobre lixiviación amoniacal y también proyectos para fondos Corfo y de la propia universidad. Cabe destacar que esta iniciativa surgió en 2011, en el seno de la Escuela de Ingeniería Química de la Pucv. En primera instancia, había solo una alumna. Hoy, tienen estudiantes de tres universidades y pronto se incorporarán otras dos casas de estudios.

“Ha sido enriquecedor, llegan alumnos con otro enfoque formativo. Si vienen con tendencia al trabajo individual, acá deben adaptarse, porque trabajamos en equipo, deben cooperar y compartir la información. Con esta forma de hacer las cosas hemos logrado cambiar la poca cultura de cooperación. Acá queremos sumar, no ser uno mejor que otro”, agregó el director del Liam.

Actualmente, los alumnos trabajan con escorias de Altonorte con alto contenido de cobre. Posteriormente, se trabajará con otra empresa para flotación de micro-burbujas, y se probará la captura de antimonio desde escorias, entre otros proyectos. “Confiamos que estos nuevos profesionales después promuevan cambios en sus ambientes de trabajo, impulsando una cultura de colaboración que haga posible más innovación en las propias empresas”, concluyó Aracena en el marco de SimPucv 2019.