Oportunidades en la minería subterránea para la ingeniería chilena

15 mayo, 2013
Oportunidades en la minería subterránea para la ingeniería chilena

Rafael Epstein

Hay muy buenas oportunidades para nuestros jóvenes talentos gracias a la minería subterránea. La consolidación de este escenario radica en el éxito del desarrollo de los dos megaproyectos de Codelco: el Nuevo Nivel Mina de El Teniente y Chuqui Subterráneo

Las operaciones mineras son esencialmente de dos tipos: minería de rajo abierto y minería subterránea. Esta última consiste en acceder por debajo de la tierra a material con contenido mineral, cuyo valor económico permite financiar las inversiones y las operaciones de este proceso. Este material es extraído y enviado a las plantas de proceso. A diferencia de la minería a rajo abierto no se genera lastre y es menos invasiva con el medio ambiente.

Las operaciones subterráneas presentan enormes desafíos de ingeniería, ciertamente mucho mayores que las operaciones de rajo. Primero, hay que cavar túneles para llegar al mineral que permitan la circulación de las máquinas y de la gente. Deben ser construidos en forma muy eficiente, porque se necesitan varios cientos de kilómetros de túneles en una megaoperación.

Por ejemplo, El Teniente ha construido muchos más túneles que el Metro de Santiago o que las autopistas subterráneas de la capital. La experiencia y conocimiento que se está generando permitirá a los chilenos ser expertos mundiales en estas labores, tanto para la minería como para trenes metropolitanos, carreteras urbanas y otras aplicaciones.

En un futuro cercano podríamos vender valiosa ingeniería y también operaciones en este ámbito, generando riqueza para nosotros y nuestros clientes.

Chile lidera el desarrollo de minería subterránea con dos megaproyectos de Codelco. El primero es el Nuevo Nivel Mina (NNM) de El Teniente y el segundo es Chuquicamata Subterránea. El NNM significa rehacer El Teniente para operar otros 50 años, mientras que el segundo consiste en continuar la operación del yacimiento de Chuqui, pero ahora en forma subterránea. Cada uno de estos proyectos contempla inversiones que bordean los US$ 4 mil millones.

Ambos proyectos dan continuidad a dos minas emblemáticas y referentes a nivel mundial, cada una con más de 100 años de operación lo que ya es un récord a nivel internacional, motivo de orgullo de la ingeniería chilena.

Un dato aparte: el tren de carga con mayor densidad de toneladas por kilómetro de vía en el mundo opera en Chile: el ferrocarril Teniente 8 que opera en El Teniente. Muy poca gente sabe eso, y pensamos que los trenes no participan de la economía chilena.

De nuevo, la minería subterránea nos obliga a ser expertos en trenes, así como en ingeniería estructural, geomecánica, estallido de rocas, sin mencionar el reto que significa ventilar los extensos túneles de estas minas. Y no he mencionado los telecomandos, que significan operar estas minas en forma remota o en forma automática.

Aquí la ingeniería electrónica y mecánica nos permite afrontar este desafío junto con la informática y la ingeniería industrial. Convengamos en algo: si somos exitosos aparecerán muchas otras iniciativas de similar envergadura, lo que nos consolidará como expertos mundiales.

Por Rafael Epstein, Académico Departamento Ingeniería Industrial Universidad de Chile.

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