Los horizontes de Teck

9 abril, 2018
Teck minería

(Foto: Teck)

(Foto: Teck)

La compañía minera canadiense quiere seguir consolidando su presencia en Chile con proyectos como Quebrada Blanca Fase 2, y NuevaUnión.

Por Daniela Tapia
Revista Nueva Minería y Energía
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Posicionada como un actor de mediana relevancia en la gran minería del cobre de Chile, Teck trabaja desde hace ya un buen tiempo para ampliar su peso en la escena minera local de la mano de un proyecto de ampliación.

Se trata de la expansión de Quebrada Blanca, uno de los proyectos más relevantes de la minería en Chile y de gran importancia para la propia minera canadiense, que podría extender en al menos 25 años la vida útil de la faena, con una proyección de producción de unas 300 mil toneladas al año.

De esta manera, el llamado proyecto Quebrada Blanca Fase “prolongaría la vida de la actual mina como una operación productora de concentrado de cobre a gran escala”, según ha dicho la compañía canadiense.

Por ahora la compañía está concentrada en el proceso de evaluación ambiental del proyecto, por lo que, según la propia firma, las actividades de trabajo siguen centrándose en completar el proceso de aprobación reglamentaria y avanzar en la ingeniería de detalle, los contratos de adquisición temprana y la planificación de la construcción de manera de preparar el proyecto para su ejecución.

Pero el camino para concretar esta obra tuvo un reciente contratiempo, ya que Teck solicitó una extensión de la suspensión del proceso de evaluación ambiental del proyecto hasta el 30 de marzo, plazo estipulado para que la empresa responda a los distintos organismos con competencia ambiental de la Región de Tarapacá.

Las obras del proyecto Quebrada Blanca

Uno de los principales atributos del proyecto será el uso de agua de mar, la que será generada por una planta desalinizadora que se construirá y que producirá 865 l/s. El agua industrial se transportará desde el área del puerto hasta el área de la mina mediante un acueducto de 160 km.

Desde la firma han sostenido que, al obtener el agua del mar, no habrá incidencia en la disponibilidad del recurso para comunidades y actividades económicas en el área de influencia de la minera.

El proyecto Quebrada Blanca Fase 2 permitirá procesar el cobre que se encuentra a mayor profundidad en el rajo (sulfuros), para lo cual será necesario desarrollar una serie de obras como la construcción de un chancador primario, la correa transportadora de mineral, una planta concentradora, la planta de molibdeno, un depósito de relaves, y las instalaciones portuarias en el sector de Patache Norte, entre otras.

La iniciativa de Teck también será una importante fuente de generación de empleo directo e indirecto, lo que según la empresa contribuirá al “desarrollo del país y de la región de Tarapacá”, donde está asentada la operación.

De acuerdo a cálculos de la compañía, el proyecto generará aproximadamente 9 mil a 11 mil puestos de trabajo durante el punto máximo de demanda de mano de obra en la etapa de construcción, mientras que en la etapa de operación se estima que se necesitarán unos 2 mil puestos de trabajo.

El proyecto Quebrada Blanca Fase 2 permitirá procesar el cobre que se encuentra a mayor profundidad en el rajo (sulfuros), para lo cual será necesario desarrollar una serie de obras. (Foto: Teck)

NuevaUnión

Otro de los proyectos relevantes de la firma es NuevaUnión, un joint venture 50/50 entre Teck y Goldcorp, ubicado en la región de Atacama, que espera completar el estudio de pre factibilidad en el primer trimestre de este año.

Se trata de un proyecto minero de cobre, oro y molibdeno que combina los proyectos El Morro y Relincho. Su vida útil se estima en 40 años, con una producción anual estimada de 190.000 toneladas de cobre y 315.000 onzas de oro.

El proyecto será abastecido en un 100% por agua de mar desalinizada, y operado secuencialmente por fases, comenzando en Relincho, siguiendo en La Fortuna y volviendo posteriormente a Relincho.

El pulso a la producción

A nivel más global, la compañía canadiense prevé que la producción general de cobre en 2018 se moverá en el rango de las 270.000 a 285.000 toneladas. En tanto, la producción de zinc en la mina peruana Antamina se mantendría sólida este año al tiempo que la mina migra a leyes altas de mineral de zinc.

Volviendo a Chile, la mina Carmen de Andacollo, ubicada en la Región de Coquimbo, reportaría entre 60.000 a 65.000 toneladas de cobre este año al declinar las leyes, mientras que la actual faena de Quebrada Blanca explotaría entre 20.000 a 24.000 toneladas de cobre, dado que se agota el depósito supergénico de la mina.

En Teck prevén que el mercado de concentrados de cobre podría entrar en déficit este año, con los incrementos de capacidad de fundición superando el crecimiento en producción minera, y con un mercado que continuaría reduciendo las existencias de metales durante este año.

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