Las tareas pendientes en control de polvo

11 julio, 2016

(Foto: Codelco)

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Controlar la generación de polvo en una faena minera no es tarea fácil. Camiones de alto tonelaje, chancadores, correas transportadoras, tronaduras, perforadoras y los caminos industriales en general generan gran cantidad de polvo. Así, las soluciones integrales parecen ser hoy la mejor opción para lograr un efectivo control.

Paula Chapple
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El polvo de la actividad minera se encuentra presente en varios de los procesos que se ejecutan al interior de la faena. “En general, proviene en un 65% del acarreo de material y transporte sobre los caminos mineros, 30% de fuentes fijas, como chancadores, correas transportadoras y pilas de acopio, y el 5% restante de factores de entorno natural y climáticos como viento sobre tranques y laderas”, señala Gerardo Montoya, docente del Área Minería y Metalurgia y Procesos Industriales de Inacap Renca.

Este material particulado posee una gran heterogeneidad, pudiendo llegar a fracciones muy pequeñas y extremadamente nocivas para la salud de los trabajadores expuestos a él.

Además, es un agente de polución, con potencial para dañar o perjudicar recursos naturales contaminándolos, o acelerando su no disponibilidad en un futuro cercano, como ocurre con glaciares de montaña, donde se localizan preferentemente las actividades mineras.

La normativa

El 1 de enero de 2014 entró en vigencia la modificación a la norma de calidad primaria para material particulado respirable MP10, que fue publicada en el diario oficial en diciembre de ese año. Entre sus principales puntos destaca el valor máximo en 150 microgramos por metro cúbico (150 µg/m3) como concentración de 24 horas sobre período anual con nuevos criterios de superación y fiscalización.

Lo más importante de estos cambios es la anulación del período trienal de cumplimiento. Se obliga con ello a una mayor exigencia de los programas de mitigación y control de polvo que deben ejecutar las actividades mineras.

La norma se considerará sobrepasada si el percentil 98 de las concentraciones registradas en el año sean iguales o mayores a 150 µg/m3. También, se considerará una transgresión a la norma si se registran 7 eventos sobre el valor máximo.

“Este hecho resulta crucial, ya que obliga a las empresas mineras a un mayor autocontrol y no poder eximirse sobre medias ponderadas bajo norma, situación bastante frecuente en el pasado. Por lo tanto, estas modificaciones hacen más estricto el cumplimiento normativo, y a la vez, suponen un rol más activo de los organismos públicos fiscalizadores en beneficio de la comunidad y el ambiente”, destaca Montoya.

La legislación chilena define el MP10 como la fracción gruesa de material particulado mayor a 2,5 y hasta 10 micrones de diámetro, las que entran al sistema respiratorio dañando los pulmones, y al MP 2,5 como la fracción fina de tamaño menor o igual a 2,5 micrones, que son partículas aún más peligrosas debido a que se mantienen en suspensión en el aire.

En minería se está aplicando una tecnología basada en cañones nebulizadores de alta presión para los frentes de carguío, los que generan neblina para un tamaño de gotas muy próximo al tamaño de la partícula polvo (entre los 60 y 80 micrones). (Foto: Dust Control)

En minería se está aplicando una tecnología basada en cañones nebulizadores de alta presión para los frentes de carguío, los que generan neblina para un tamaño de gotas muy próximo al tamaño de la partícula polvo (entre los 60 y 80 micrones). (Foto: Dust Control)

Por tal motivo, todas las actividades productivas que desarrollen labores que impacten el medio ambiente deben someterse a estos estándares. Entre las principales fuentes destacan procesos industriales, hornos, fundiciones, procesos metalúrgicos, todos ellos propios de la actividad minera.

Tecnologías

El polvo es una amenaza real para el desarrollo de proyectos mineros. Su tratamiento es tan complejo como la escasez de agua o el costo de la energía, por lo que se necesitan soluciones rápidas y novedosas.

“Los proyectos mineros requieren incorporar medidas más audaces en materia de control del material particulado. El no hacerlo podría inmovilizar inversiones y generar conflictos con comunidades locales, cada vez más empoderadas e informadas”, detalla el profesional de Inacap.

Algunas de las acciones que está tomando la minería para minimizar el impacto del MP 2,5 se relacionan con el control de material particulado considerando la dirección del viento en la tronadura. La idea es que sea siempre a sotavento de cualquier lugar de trabajo o población.

También se ha intentado establecer un monitoreo constante de la calidad del aire a través de un sistema de información online y humectación de caminos, y ya se han utilizado nuevas tecnologías de mitigación, tales como el uso de nebulizadores que descargan agua y aire de manera pulverizada.

La biocementación, proceso por el cual la enzima de una bacteria permite la precipitación del carbonato de calcio, generando el fenómeno de la cementación, es otras de las innovaciones que se han probado en la industria minera.

“Estas nuevas tecnologías, asociadas a mejores prácticas, podrían mejorar la cantidad de material particulado que se genera en algunos de los procesos mineros”, señala Montoya.

Un caso de éxito es minera Carmen de Andacollo. La faena se emplaza dentro del poblado del mismo nombre, escenario que ha obligado a la compañía Teck a invertir en control de material particulado.

En Andacollo se está aplicando una tecnología basada en cañones nebulizadores de alta presión para los frentes de carguío, los que generan neblina para un tamaño de gotas muy próximo al tamaño de la partícula polvo (entre los 60 y 80 micrones). Lo que hace este desarrollo es que la neblina choca con la partícula, la pone pesada y la hace precipitar.

No obstante, si bien las innovaciones en lo que a control de polvo se refiere partieron desde la industria minera, éstas han sido más motivadas desde el punto de vista más operativo que ambiental, según advierte Jacques Wiertz, profesor adjunto del Departamento de Ingeniería de Minas de la Universidad de Chile.

“Por ejemplo, hoy en día se ha logrado con nuevos desarrollos disminuir el consumo de agua y por ende, mantener la calidad de la operación. Un camino no estabilizado en zonas áridas puede consumir hasta 20m³ km/día, cifra que se puede reducir a 2m³ km/día, ello en base a un camino estabilizado con bichofita”, explica el académico de la Universidad de Chile.

Proyección

Con las modificaciones a la norma se esperaba inicialmente que se capturara el 99% de las emisiones lanzadas a la atmósfera. Sin embargo, “se estima que sólo podría ser posible capturar el 95% de las emisiones, todo ello recién para el año 2018”, recalca Gerardo Montoya.

Si bien las innovaciones en lo que a control de polvo se refiere partieron desde la industria minera, éstas han sido más motivadas desde el punto de vista más operativo que ambiental, según advierte Jacques Wiertz, de la Universidad de Chile. (Foto: Dust a Side)

Si bien las innovaciones en lo que a control de polvo se refiere partieron desde la industria minera, éstas han sido más motivadas desde el punto de vista más operativo que ambiental, según advierte Jacques Wiertz, de la Universidad de Chile. (Foto: Dust a Side)

Para Jacques Wiertz se debe trabajar en una gestión integrada de control de polvo. “Si bien se ha avanzado bastante en los chancadores controlando el polvo con nebulizadores, donde hay desafíos pendientes es en la descarga de camiones en botaderos. A pesar que se han intentado algunas iniciativas, éstas no han tenido mucho éxito”, comenta.

Otro tema de debate es que durante muchos años ha habido una discusión en torno a los campamentos mineros, que en algunos casos son lugares que están expuestos a la contaminación por partículas de polvo. Generalmente, a estos lugares no se les exigía el cumplimiento de la normativa, con el argumento que defendían las empresas mineras de que eran áreas de trabajo, por lo que supuestamente correspondía aplicar la norma laboral y no la de calidad.

Sin embargo, la posición de los servicios de salud es que cuando los trabajadores están en su horario de descanso no correspondería la norma laboral. “Entiendo que a nivel de los estudios de impacto ambiental se le exige al titular del proyecto que demuestre que va a cumplir con la norma de calidad, incluso en el campamento. Eso es un cambio que ha sido interesante. Ha habido otra mejora derivada y es que las empresas mineras están obligadas a emplazar los campamentos a una altura menor a los 3 mil metros, de manera de alejar estos centros de las faenas”, destaca Jacques Wiertz.

Si bien a nivel global existe conciencia sobre los problemas causados por el polvo en faenas mineras, en Chile no se ha logrado consolidar una cultura de mantención y limpieza de caminos como sistema de gestión integral. Los desafíos aún están pendientes.

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