La experiencia chilena tras el desastre de Brumadinho

8 mayo, 2019
Relaves espesados

Relaves espesados Minera Centinela. (Foto: Minera Centinela)

La tragedia ocurrida a comienzos de este año en el municipio brasileño, acaparó la atención de la industria minera a nivel global y dejó varios aprendizajes, por lo que en Chile ya se están analizando distintas medidas y políticas para enfrentar la problemática de los relaves mineros.

Por Daniela Tapia

Revista Nueva Minería y Energía

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El 25 de enero de este año será una fecha tristemente recordada por los habitantes del municipio de Brumadinho, al sureste de Brasil. En la tarde de ese día, un dique minero con aguas residuales de la mina Córrego de Feijão, propiedad de la minera Vale, se derrumbó y derramó miles de metros cúbicos de agua y barro eventualmente tóxico sobre la región, provocando la muerte de alrededor de 115 personas y más de 200 desaparecidos. Pero este no ha sido el único desastre ambiental generado por la misma empresa.

El 5 de noviembre de 2015 se produjo otra catástrofe en el subdistrito de Bento Rodrigues, donde se rompieron los muros de contención de las presas Fundão y Santarém. Los desechos mineros llegaron al río Doce, cuya cuenca hidrográfica abarca alrededor de 230 municipios de los estados de Minas Gerais y Espírito Santo, en Brasil, que utilizan sus aguas para abastecer a la población.

¿Qué lecciones se aprendieron tras estos lamentables hechos? El vicepresidente de Asuntos Corporativos de BHP Minerals Americas, Santiago Montt, llamó a las compañías a hacerse responsables de sus depósitos.

“Las empresas tienen la obligación de disminuir riesgos de relaves; la ingeniería debe cumplir su papel y diseñar tecnología para tranques más seguros”, afirmó el profesional en el Tercer Seminario Internacional de Minería y Desarrollo Sustentable, realizado en el marco de la semana Cesco.

La visión del Ministerio de Minería

La seguridad de los tranques también es un tema que cobra relevancia para el Ministerio de Minería. Según el diagnóstico del subsecretario de la cartera, Pablo Terrazas, a la fecha existen 740 relaves contabilizados en el país y al 2026 se producirán 915.4 millones de toneladas al año, lo que se traducirá en un aumento del 74% en la generación de relaves.

De ahí que el foco del Ministerio de Minería está en la creación de un observatorio de depósitos de relaves, que abarque distintas acciones como el monitoreo en línea y centralizado de los depósitos de relaves activos y la remediación de los depósitos abandonados, entre otras iniciativas.
“Dentro de los retos en los que debemos trabajar está el hecho de dar una solución concreta a los pasivos ambientales mineros, además de crear una nueva industria a partir de los residuos de la minería e incorporar nuevas tecnologías para tratar este problema”, señaló el subsecretario de Minería.

En esta dirección, el personero de gobierno añadió que se revisará el Decreto Supremo (D.S.) 248 y el D.S. 132, además de analizar un proyecto de ley que regule el reprocesamiento en la ley 20.551. A esto se suma -agregó Terrazas-, la necesidad de permitir el uso de relaves, botaderos, escoriales, ripios de lixiviación, pilas de descarte, entre otros, como materia prima en la producción de material en construcción, tales como, cemento, ladrillos, asfalto, entre otros.

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