Revista Nueva Minería

Hace 18 años, Cristóbal Guzmán hizo una práctica de diseño en Indura, lo que fue fundamental para desarrollarse en el área metalmecánica.

El Centro Técnico de Indura (CETI) se transformó en un paso fundamental para desarrollar la carrera como artista visual del escultor chileno Cristóbal Guzmán, quien hoy reside en Francia.

Así lo recuerda el propio Guzmán, quien jamás imaginó el valor que tendría para su carrera y experiencia como artista en Europa la especialización en soldadura que logró en Chile, hace casi dos décadas.

Fue hace 18 años cuando el escultor, previo a estudiar Arte, hizo una práctica de diseño en el Centro Técnico de Indura, donde realizó el curso de soldadura básico, con electrodo revestido.

“Mi cercanía con el arte existió desde muy pequeño, pues mi madre era profesora de artes plásticas. Por lo tanto, crecí dibujando, pintando y construyendo diferentes cosas”, recuerda Guzmán, agregando que el curso de soldadura respondió, “más que a una necesidad, a un interés en ese momento y que con el transcurso de los años fue creciendo”.

“Fui involucrándome cada vez más con el mundo de los metales y esta capacitación me permitió comenzar a experimentar con el acero como soporte constructivo de mis diferentes ideas y propuestas”, enfatiza.

El escultor destaca que el valor principal de las calificaciones de soldadura se relaciona con la validación nacional e internacional de las capacidades técnicas de una persona para efectuar estas labores en diferentes contextos.

“Gracias a iniciativas como la realizada por el CETI hay un real aporte al área metalmecánica de Chile, siendo un ente formador de soldadores técnicos para la industria nacional”, asegura.

Cristóbal Guzmán regresó recientemente a Chile para perfeccionarse en el Centro Técnico de Indura. (Foto: Indura)

Más especialización

Recientemente, Guzmán regresó a Chile de vacaciones y acudió al CETI para ver la posibilidad de realizar calificaciones de soldadura en Arco Manual y Mig, que son las dos técnicas que utiliza.

“En Europa rigen altos estándares de calidad en diferentes oficios y en el área metalmecánica, los certificados y calificaciones de un soldador son fundamentales para poder desarrollar labores”, explica.

Así, acudió al centro y obtuvo cuatro calificaciones: soldadura en plano, horizontal, vertical y sobre cabeza; todas, en Arco manual y Mig. Con estos nuevos conocimientos, se apronta a regresar a Francia con las herramientas que ha potenciado, nuevamente, en su país de origen.

En una década, el Centro Técnico de Indura ha capacitado a mujeres, hombres y profesores relacionados con soldadura y carpintería metálica, a lo largo de todo Chile.