El singular proyecto que promete hidroelectricidad en la Región de Tarapacá

5 octubre, 2015
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Una hidroeléctrica con embalse que sacará agua del mar y que se alimentará de la energía del sol es el proyecto que impulsan el hijo de Juan Andrés Camus y su socio en Iquique. La iniciativa ha acaparado la atención de importantes inversionistas, como Wenceslao Casares y Arturo Claro, entre otros.

Construir una central hidroeléctrica de embalse en la zona norte del país puede ser calificado como una locura pensando en lo árida que es la zona y, sobre todo, por la escasez de agua que tiene la matriz eléctrica del Norte Grande del país (Sing), que consume en su totalidad energía termoeléctrica.

Pero ese inconveniente no inhibió a un grupo de jóvenes que está impulsando un proyecto hidroeléctrico de bombeo en Caleta San Marcos, al sur de Iquique, en la Región de Tarapacá.

La innovación de la iniciativa no sólo está en usar el agua como fuente de generación, sino también en usar las características especiales de la geografía de la zona -un farellón costero- para crear un embalse natural donde acumularán agua, la que sacarán del mar.

Ese es el proyecto Espejo de Tarapacá (300 MW), iniciativa cuya inversión se estima en US$ 380 millones, que en agosto del año pasado ingresó a tramitación ambiental y que hoy está en su última fase, ad portas de obtener su Resolución de Calificación Ambiental (RCA).

Pero ¿con qué energía subirían el agua desde la costa hacia los embalses, ubicados a 600 metros de altura? Para eso, pretenden construir un parque solar fotovoltaico que viabilizará el proyecto paralelo y que también entregará energía al sistema eléctrico. Se trata de Cielos de Tarapacá (600 MW), iniciativa que contempla una inversión de US$ 1.000 millones y que ingresó en febrero a tramitación ambiental. La particularidad de esta idea, indican en los estudios ambientales, es que el sistema eléctrico podrá ser abastecido con energía limpia, que se generará de manera constante, solucionando uno de los principales inconvenientes de las energías solar y eólica: su intermitencia.

De Stanford a Iquique

Pero ¿a quién se le puede ocurrir juntar dos formas de generación de energía tan distintas en una zona con tantas limitaciones? La idea nació en Stanford, California, cuando Juan Andrés Camus (33 años), hijo del presidente de la Bolsa de Comercio de Santiago y de BTG Pactual, y su socio, Francisco Torrealba (34 años), estaban haciendo un MBA en esa casa de estudios.

Corría el año 2011 cuando, inducidos por el impulso a la innovación que entrega esa universidad, situada en Silicon Valley, comenzaron a pensar en cómo se podía solucionar la coyuntura energética que se vivía en el país, pero considerando como parte de esa solución el uso de la energía renovable. “La energía hidráulica de bombeo es una tecnología muy antigua. La novedad es que nosotros ocupamos dos tecnologías que son muy conocidas, pero que aprovechamos de manera óptima, y usamos, además, la geografía chilena para ofrecer energía continua y competitiva”, explica Juan Andrés Camus, quien recuerda que al comienzo la universidad los ayudó a realizar las primeras investigaciones para poder concretar su idea e identificar en qué lugar de Chile la podían construir. “Una de las investigaciones que hicimos fue calcular cuál es la capacidad de almacenamiento que tienen los distintos países de América, considerando ciertas condiciones, como tener mar, un farellón costero y luego una cordillera que terminara en plató y no en punta, como es en general”, detalla.

La conclusión de ese estudio dio que buena parte del norte de Chile cumple con esas condiciones. También Perú y México, pero “Perú tiene un décimo de la capacidad que tiene Chile, y México, un cienavo”, indica.

Con la información preliminar en mano se creó Valhalla Energía, empresa liderada por Camus y Torrealba -socios fundadores-, pero que agrupa a varios jóvenes con los que ya habían trabajado en Un Techo para Chile. La oficina central está en una casona ubicada en Presidente Errázuriz, pero parte del equipo de Valhalla vive en San Marcos, en la caleta donde se instalará el proyecto, y Camus y Torrealba pasan tres de los cinco días de la semana en esa localidad.

Los inversionistas 

Con la empresa creada buscaron inversionistas. Al inicio, el principal aportador fue el propio presidente de BTG Pactual, y también Corfo, pero en el camino se unieron otros empresarios, quienes de manera personal invirtieron en la iniciativa.

Ese fue el caso de Wenceslao Casares, ex dueño de Patagon, a quien Camus y Torrealba conocieron en Stanford, y de Arturo Claro, director de CSAV, para quien la iniciativa es novedosa y limpia. “La combinación de generación solar con la hidráulica durante las noches permite un suministro regular durante las 24 horas del día. Y el costo de la electricidad generada así es muy competitivo respecto de los métodos tradicionales, los que son mucho más contaminantes”, señala el empresario.

Uno de los elementos que también genera confianza es que toda la ingeniería la está liderando Carlos Mathiesen, el creador de Alto Maipo, proyecto hidroeléctrico de AES Gener, quien en diciembre de 2012 dejó la compañía. Hoy, ya cuentan con 45 inversionistas y también hay bancos que se han acercado para conocer la iniciativa, entidades que en el corto plazo serán relevantes para financiar la construcción de los proyectos.

¿Son de Endesa o Collahuasi?

La forma en que han llegado a la caleta, ubicada a 100 kilómetros de la ciudad de Iquique, también fue especial. El primer viaje de Camus y Torrealba fue “mochileando” y luego arrendaron un bote pesquero para adentrarse al mar y medir la profundidad con un ancla. “Fuimos calificados como locos, pero llegamos con honestidad. La gente al inicio dudó de nosotros, pensaron que éramos de Endesa o de Collahuasi”, recuerda Camus.

Hoy tienen el apoyo de la junta de vecinos y de la caleta de pescadores de San Marcos. Según Camus, un elemento que ayudó a ser considerado como uno más de la comunidad fue el hecho de vivir en la zona. “Se creó una relación muy temprana y muy honesta que generó mucha confianza. Desde el año 2011 estuvimos avanzando en el proyecto con la comunidad. De hecho, cada vez que avanzábamos en un estudio, se lo presentábamos primero a la comunidad”, señala.

Ahora están en la fase de búsqueda de contratos, donde las mineras se presentan como el cliente principal. “Hemos visto mucho interés de parte de la minería. En general, la recepción ha sido buena, porque el concepto de generación limpia y almacenamiento es una buena combinación”, dice.

Las estimaciones de Valhalla es tener precios competitivos, ubicados entre el carbón y el Gas Natural Licuado (GNL), es decir, bajo los US$ 100 el MW.

Presentarse a la licitación de suministro de abril de 2016 también es una alternativa que están analizando. “Para las distribuidoras  el proyecto es atractivo. Las hidráulicas tienen otras bondades, son muy rápidas y flexibles y le dan cierta holgura al sistema, sobre todo en una zona con un parque térmico tan grande”, indica Juan Andrés Camus.

Fuente: La Tercera

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