¿Cómo viene la industria minera en el Perú?

30 octubre, 2015
Exportaciones mineras peruanas cayeron 12,5% en el 2013

Propuestas mineras

A pesar de los desafíos que enfrenta el sector minero, no hay duda de que seguirá como uno de los que más aporta a la economía peruana al 2021.

¿Podría llegar el Perú a una producción de cobre de cinco millones?, preguntaba AméricaEconomía a inicios de 2013 a expertos mineros para dilucidar si en algún momento la producción local podría acercarse a la chilena. En el mercado empezaba a vislumbrarse cierta incertidumbre sobre el precio y la demanda de cobre, con el metal alrededor de los US$3,65 por libra [frente a los 2,41 del cierre de esta edición], y los especialistas apuntaban a que hacia el bicentenario si la cartera de proyectos se hacía realidad los cinco millones no eran una utopía. En cuestión de dos años, sin embargo, ese nivel de producción se ha alejado más en el horizonte, aunque este metal y la plata tienen buenas perspectivas a corto plazo.

“Para 2016 la producción de cobre experimentará un salto de más del 60%”, dice Carlos Gálvez, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE). Con Toromocho a su máxima capacidad, la recién inaugurada operación de Constancia y la puesta en marcha de Las Bambas y la ampliación de Cerro Verde para finales de año, la producción peruana de cobre llegaría a los dos millones de toneladas para el próximo año, según las estimaciones de la SNMPE. De hecho, según cifras del Ministerio de Energía y Minas (Minem), la producción peruana de julio creció ya 30% respecto a similar mes del año anterior evidenciando este avance. “El panorama para el cobre pinta bien. Hay mucha ampliación”, dice Víctor Burga, socio de Assurance Service de EY.

En el caso de la plata, se espera, según Burga, que la producción siga creciendo a través de los nuevos proyectos cupríferos que la consiguen como subproducto, pero también con el crecimiento de compañías como Buenaventura y Volcan, que están llevando a cabo mejoras en su productividad. El año pasado, la producción avanzó en un discreto 2,74% gracias al incremento de la capacidad instalada de las plantas concentradoras y a una mejora en el procesamiento de algunas mineras. Las posibilidades de que el Perú recupere el primer puesto como productor de este metal, hoy en manos de México, a mediano plazo, del mismo modo, dependerían del desarrollo de proyectos en la cartera del Minem como Corani o Galeno.

En lo que respecta al oro, por el contrario, las previsiones llevan la producción a la baja, pues importantes minas auríferas como Yanacocha o Barrick Misquichilca se están agotando. La producción en 2014 cayó ya 10,43%, según el Minem. “Hay algunas empresas, que no son de esa misma magnitud como la del grupo Aruntani, que si bien son productores importantes no van a empujar la producción del país”, dice Víctor Burga, de EY, quien asegura que las producciones de plomo y zinc locales se mantienen constantes.

Según el ejecutivo, una de las ‘esperanzas’ de la producción de oro local era Conga, hoy uno de los proyectos paralizados que tenía una tajada de US$ 4.000 millones de inversión de la todavía incierta cartera de proyectos del Minem y al que se le ha sumado en el último año el proyecto cuprífero Tía María, hoy también en el aire.

“Pese a las expectativas de nuestro portafolio de proyectos, no está claro cuál será el próximo que se iniciará una vez terminados Las Bambas o la ampliación de Cerro Verde. La discusión sobre Tía María todavía no se resuelve, y eso enfría también las decisiones de cara al desarrollo de Quellaveco y de los otros proyectos”, dice Carlos Gálvez.

Inversiones en el aire. La cartera del Minem de mayo de este año estaba compuesta por 51 proyectos, 26 de ellos en exploración y otros 20 con el estudio de impacto ambiental (EIA) aprobado, incluidos Tía María y Conga, y valorados en más de US$ 64.000 millones. ¿Cuántos podrían avanzar? Los especialistas no se animan a hacer vaticinios al respecto.

“Los niveles de inversión dependerán de factores como el precio internacional de los minerales y el relacionamiento con las comunidades vecinas a los proyectos mineros”, dice Juan Carlos Mejía, director de auditoría de KPMG en el Perú.
Por lo pronto, el proyecto Tambomayo cuenta ya con la aprobación del EIA y podría estar listo para 2016, mientras que la ampliación de Toquepala avanza y está prevista para finales de 2017. Quellaveco, por el contrario, afronta una serie de reclamos en la región Moquegua, que podrían prolongar su puesta en marcha.

Fuente: AméricaEconomía.com

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