Una nueva etapa para Canadá

22 marzo, 2021
Canadá (ilustración: Fabián rivas)

La pandemia impuso nuevos desafíos a los países y Canadá no ha sido la excepción. El país norteamericano deberá enfrentar el desempleo producto de la emergencia sanitaria, la reducción de la deuda, proyectar el panorama político y reforzar sus lazos internacionales. Un camino que, al menos, no será fácil.

Por Daniela Tapia
Revista NME
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Corría 1971 cuando Canadá tomó una decisión pionera en el mundo: la adopción del multiculturalismo como política de Estado. 49 años después, la diversidad cultural se ha anclado como una de las señas de identidad del país norteamericano.

Desde entonces la tolerancia ha sido uno de los “sellos” que han definido a la sociedad canadiense, además de transformarse en uno los mejores lugares para vivir de acuerdo a los rankings internacionales. Marcar la diferencia, en este sentido, ha sido una constante en la trayectoria de esta nación.

Así se ha visto reflejado también durante la pandemia del Covid-19, donde las estrategias que ha empleado Canadá han sido distintas en comparación a las utilizadas por otros países, e incluso diferenciadas de las propias recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En opinión de Guido Larson, analista internacional y director del Instituto de Humanidades de la Universidad del Desarrollo (UDD), para enfrentar la emergencia sanitaria, el país norteamericano utilizó una política pública altamente descentralizada, relativamente lenta, enfocada en la educación ciudadana y en el cambio de hábitos a partir de mensajes reiterativos.

Junto con ello, -dice el analista-, esta nación aprovechó algunas inversiones en monitoreo de riesgos en salud pública que ya venía desarrollando desde el brote del SARS.

Emblema de ello ha sido GPHIN (Global Public Health Intelligence Network – o Red de Inteligencia de Salud Pública Global) definido como un sistema de vigilancia desarrollado por el gobierno federal para recolectar y analizar artículos, información de medios de comunicación, reportes de incidentes y generar insumos para la toma de decisiones.

Aunque los efectos generados por la pandemia han sido devastadores en todos los ámbitos. El aumento en la pérdida de empleos es uno de ellos, donde Canadá también ha sufrido los embates.

No obstante, se han incrementado los niveles de ahorro impulsados por programas de seguros de desempleo administrados por el gobierno y por paquetes de estímulos económicos millonarios, especialmente durante la segunda ola de la pandemia. Así lo ratifica Larson.

“Esto ha involucrado, al menos, seis subsidios a empresas y personas; entre ellos subsidio al arriendo, beneficios de recuperación económica, subsidios al salario (para empleados en riesgo de perder el empleo), y subsidios para personas independientes que deben aislarse, debido al Covid-19”, dice.

Efectos en la política y retos

¿Cómo ha impactado la crisis sanitaria a nivel político en este rincón del mundo? Previo a la pandemia, la tasa de desaprobación hacia el primer ministro, Justin Trudeau, estuvo cerca del 60% durante parte importante de 2019. Hoy su índice de aprobación bordea el 50% y el de desaprobación está en torno al 48%, lo que demuestra algo contundente, en palabras de Guido Larson: que Trudeau ha resultado favorecido de esta contingencia del Covid-19.

Tomando en cuenta este escenario, el analista de la UDD señala que las próximas elecciones están programadas para el 2023, por lo que el Partido Liberal tiene tiempo suficiente para consolidarse y mantener su posición de poder.

Con todo, los desafíos que debe resolver Canadá son varios. Destaca así el gran crecimiento que ha tenido en las dos últimas décadas basado en el consumo y en la deuda pública.

De hecho, sostiene el investigador, esta última se ha disparado de forma dramática y hoy representa un 343% del PIB, cifra mayor que la deuda alcanzada inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial.

“La reducción de la deuda debería ser prioridad, pero no hay consenso respecto a cómo llevarlo a cabo, es decir, si implementar políticas de austeridad o un explosivo crecimiento económico”, comenta el especialista.

También surge la necesidad de incrementar su productividad. Pero ello requiere de reformas legales importantes, que incluyen la eliminación de barreras internas de comercio, -ya que las distintas regiones de Canadá cuentan con regulaciones de diverso tipo debido al sistema federal-; invertir en infraestructura, viabilizar el sector energético a mediano y largo plazo, entre otras aristas.

Otro factor que añade el experto de la UDD apunta a que sectores del Partido Conservador han recogido la tendencia antiinmigrante proveniente de su vecino del sur, y han articulado una plataforma política en ese sentido. Sumado a ello, está la interminable disputa por la región de Quebec.

“El partido Bloc Québécois ha tenido desde el 2015 un crecimiento muy significativo. Y si bien en las elecciones de 2019 obtuvo el 7,63% de los votos a nivel nacional, quedando muy por debajo del 33% y 34% que recibieron el Partido Liberal y el Conservador respectivamente, augura igualmente que el tema separatista se encontrará presente en el futuro”, asegura Larson.

Una relación importante

El desarrollo alcanzado por Canadá también se debe a los vínculos que ha construido con el resto del mundo. Con Chile, en este contexto, ha forjado una estrecha cooperación, la cual abarca más de dos décadas. Y en medio de este convulsionado panorama actual, vale la pena preguntarse ¿cómo se proyecta esta relación?

Desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países en 1997, se ha profundizado su relación, triplicando el comercio bilateral en los últimos 23 años.

En este sentido, el TLC Canadá-Chile ha tenido efectos positivos en la inversión: Canadá es el tercer mayor inversionista extranjero en Chile, con un total de $17.000 millones de dólares canadienses en 2019.

En el Instituto de Humanidades de la UDD plantean que el acuerdo de libre comercio ha favorecido las inversiones canadienses en el país, siendo Barrick Gold y Scotiabank ejemplo de ello, por lo que el gobierno tiene interés en que las inversiones extranjeras se incrementen.

“Pero dada la incertidumbre política en Chile, el grado de cautela es mayor. No debiéramos esperar grandes anuncios o resoluciones hasta después de terminado el proceso constitucional”, advierte Guido Larson.

El experto, además, sostiene que se debe observar el desarrollo de las tendencias políticas en Canadá. Respecto a este punto, el gobierno canadiense ha sido abierto a la recepción de estudiantes extranjeros en los últimos años, y Chile no es la excepción.

“Sin embargo, Canadá igualmente ha experimentado procesos similares a los que está viviendo Estados Unidos, aunque a menor intensidad. Ello implica que no es improbable que comience a cuestionarse con más fuerza la entrega de visas o las políticas de atracción migratoria en la medida que se acerquen las elecciones de 2023, y los conservadores deseen apelar a su votante más duro”, asevera.

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