Tokman: “No tenemos ninguna ventaja en hacer proyectos eléctricos. Sí estamos dispuestos a asumir el riesgo de hacerlos”

8 junio, 2015
marcelo tokman

electricidad

El máximo ejecutivo de la estatal señala: “Estamos disponibles a transferir la totalidad de los proyectos, el 100% de la propiedad, al que consideremos sea el mejor socio, para que los construya y opere”

La ampliación del giro de Enap -uno de los proyectos prioritarios del Ministerio de Energía y por el cual el Gobierno busca que la estatal pueda entrar en la propiedad de proyectos eléctricos- no es precisamente un escenario cómodo para la compañía estatal, que tiene un plan de inversiones en el sector petrolero de US$ 4.015 millones al 2020. Esta incursión en la industria generadora no la haría por una necesidad de la empresa, sino del país, señala tajante el gerente general de la firma, Marcelo Tokman.

La necesidad de la que habla el ejecutivo tiene que ver con que se viabilicen proyectos de generación que se presenten a la licitación eléctrica en el Sistema Interconectado Central que vendrá en abril de 2016. En concreto, Enap tiene en la mira el desarrollo de dos centrales a gas, Luz Minera, en Mejillones -que heredó de Codelco-, y un complejo en su refinería de Concón. Juntas suponen unos US$ 1.500 millones de inversión.

Por la envergadura de estos desembolsos, la compañía siempre ha querido que un tercero las construya y opere, y para ello contrató los servicios de Asset Chile. Hay 16 actores interesados, todos sin presencia aún en el sector eléctrico chileno. Tokman señala que los ganadores se conocerán en la segunda mitad de este año.

La iniciativa para que Enap entre al sector eléctrico ha tenido un azaroso trámite legislativo. Cuando el Ministerio de Energía envió el proyecto en octubre de 2014, se precisaba que la petrolera sería socia minoritaria y tendría solo hasta 49% de una firma eléctrica. El texto incitó a los parlamentarios de la Nueva Mayoría a ir por más y dejaron el proyecto sin límites, para que Enap pudiera tener incluso el 100% de la propiedad de una iniciativa. Para acercar posiciones y sacar adelante la iniciativa, el ministro de Energía, Máximo Pacheco, incluyó una indicación que ponía como límite máximo el 66% de la participación.

Y en este tira y afloja de porcentajes, este miércoles hubo un traspié. La Comisión de Energía y Minería de la Cámara rechazó esta indicación por 10 votos contra uno. Y el proyecto queda como lo dejaron los diputados, es decir, que Enap puede llegar a tener el 100% de la propiedad de una eléctrica, algo que no quiere ni busca la petrolera.

En esta entrevista, Tokman sincera la visión de la empresa sobre este polémico proyecto, y responde a las críticas que ha suscitado en parte del sector privado, que ven este ingreso de Enap en el rubro eléctrico como una competencia inadecuada.

Si visión es categórica: asemeja esta incursión en el rubro con el apoyo estratégico que en el pasado dio la estatal al desarrollo del GNL en Chile; cree que se hace necesario un brazo ejecutor que dé el impulso inicial a proyectos, y explica que los mismos privados están siendo muy prudentes para invertir en energía en Chile.

-¿Por qué Enap, que es una empresa petrolera, se involucró en este proyecto de ampliarse al sector eléctrico?

“Hay dos perspectivas distintas. Una es la de Enap y otra la del Gobierno. Enap tiene desafíos muy relevantes en sus líneas tradicionales. Estamos triplicando las inversiones en refinación y producción y los esfuerzos en electricidad -más allá de lo que tiene que ver con nuestro propio suministro (la petrolera desarrolla una central cogeneradora en Aconcagua de 77 MW)- tienen sentido y se hacen no por una necesidad de la empresa, sino más bien por una necesidad del país. Somos una empresa pública que tiene como objetivo contribuir a la materialización de la política energética del país”.

-¿Esta necesidad hoy es garantizar oferta eléctrica suficiente y competitiva para la licitación del 2016?

“El objetivo del Gobierno es muy claro: que no se declaren desiertas las próximas licitaciones y que se genere un proceso competitivo que permita bajar precios. Llevamos muchos años con licitaciones que no han logrado cubrir la demanda por completo y aquellas ofertas que se han adjudicado están muy cerca de los precios topes establecidos”.

“Para lograr el objetivo del Gobierno es necesario que haya oferta y capacidad instalada y hoy lo que falta es energía de base, termoeléctrica principalmente. La verdad es que no se ven nuevos proyectos. Y tomando en cuenta el tiempo que demora que un proyecto ingrese (a estudio ambiental) y se concrete, para los suministros que se van a requerir en el 2020, estamos en una situación preocupante”.

-¿Se configura el mismo escenario de crisis que hizo que Enap trajera GNL a la zona central en 2009?

“Sí… Se configura una situación en que se hace evidente la necesidad de contar no solo de instrumentos regulatorios y legales, sino de un instrumento más ejecutor de una parte de la política energética”.

-¿Quieren ser un actor eléctrico?

“Nuestro modelo no es convertirnos en una empresa generadora. Lo que estamos haciendo es súper acotado. Sí estamos en un proyecto de cogeneración (Aconcagua), pero es para satisfacer el propio consumo de la empresa; sí estamos en una sociedad con Enel, pero es para impulsar la geotermia. Y tengo estos dos proyectos de ciclos combinados donde lo que quiero hacer es avanzar en las etapas de aprobación, socialización con la comunidad, para que estos proyectos estén listos para que presenten ofertas en las licitaciones. Y si se adjudican ofertas, puedan construirse, no haciéndolo nosotros, sino con un socio con experiencia y que sea uno de los tantos actores internacionales que están muy interesados en entrar a Chile, pero que no lo han hecho”.

-¿Por qué si hay tanto interés en ingresar al mercado, no lo hacen?

“La razón es que la experiencia que hemos tenido con HidroAysén, con Castilla, Barrancones, Punta Alcalde, por nombrar solo algunos grandes proyectos, es que las empresas pueden terminar destinando mucho tiempo y recursos, y eso no garantiza que los proyectos puedan materializarse. Eso ha generado una situación de mucha prudencia. Identifican un factor de incertidumbre y riesgo tan alto que los está inhibiendo de entrar. Nuestro foco está solamente ahí, en esta etapa inicial”.

-Con esto claro, ¿por qué tuvieron que cambiar el límite de participación de Enap en proyectos eléctricos de 49% a 66%? ¿Para contentar a los parlamentarios de la Nueva Mayoría que querían 100%?

“Yo soy el responsable en la administración de Enap, no tengo ninguna responsabilidad en las tramitaciones de las leyes para cumplir lo que estamos proponiendo. Lo que tengamos (en dinero) que poner para financiar esos proyectos (eléctricos) compite con el financiamiento para triplicar nuestras inversiones en nuestras líneas tradicionales, como refinación, para garantizar los combustibles que Chile necesita y producción de shale gas en Magallanes. Y, además, el objetivo de traer nuevos actores se logra de mejor manera entregándoles el control”.

-¿Por qué Enap puede tener más facilidades que los privados?

“No tenemos ninguna ventaja en hacer proyectos eléctricos, la única diferencia es que nosotros sí estamos dispuestos a asumir el riesgo que conlleva llevar los proyectos desde el estado en que están ahora (estudio), hasta que estén listos para la construcción, riesgo que las empresas que están afuera no están dispuestas a asumir”.

“No creo que tengamos ninguna facilidad en la tramitación de la proyectos, que seamos mejores que otros para hacerlo, para nada. Las únicas ventajas son que identificamos estos dos proyectos, que ya tienen suficiente grado de avance, y nos dimos cuenta de que si no los empujamos nosotros, nadie lo hará”.

“Y lo segundo es que a diferencia de los 16 interesados en estos proyectos, ellos tienen mucho interés en entrar a Chile, pero después de la experiencia negativa de otros proyectos, dicen ‘saben qué, el nivel de incertidumbre es tan grande que yo voy a entrar cuando esté un poquitito más avanzado y más resuelto’. Nosotros estamos en Chile hace 70 años. Como somos una empresa energética y tenemos operaciones en casi todo el país, estamos dispuestos a asumir ese riesgo, que otros no están en condiciones de asumir. Y sabemos que la única forma de lograr este objetivo es haciendo bien la pega”.

-La Comisión de Minería y Energía de la Cámara rechazó esta semana limitar la participación de Enap en proyectos energéticos al 66%. La dejó sin tope, es decir, pueden ser, si quieren, dueños del 100%. ¿Les complica?

“Es una lástima lo que está ocurriendo con el proyecto, pues esta demora puede significar que Enap no va a poder ser socio en los ciclos combinados (Concón y Mejillones)”.

-¿Y si el proyecto de ampliación de giro no está listo pronto?

“Estamos disponibles a transferir la totalidad de los proyectos, el 100% de la propiedad, al que consideremos sea el mejor socio, para que los construya y opere, y con eso estaríamos cumpliendo plenamente nuestro objetivo. Más allá de una determinada participación, lo realmente importante es que Enap contribuya con la viabilización de proyectos de generación de base para aumentar la competencia en las próximas licitaciones de suministro eléctrico, trayendo nuevos actores”.

“Estamos convencidos de que nuestro deber es cumplir con el mandato que la Agenda de Energía determinó para nuestra empresa y estamos decididos a cumplir este rol. Queremos apoyar ese proceso, porque la actual coyuntura hace indispensable la actuación de Enap”.

-¿Volvió el Estado empresario con la ampliación del giro de Enap?

“¡Esa discusión es tan ideologizada! Llama la atención que la tengamos ahora porque Enap quiere viabilizar dos proyectos, pero esto no lo escuché nunca para hacer la cogeneradora de Aconcagua. O cuando nos estábamos metiendo en GNL Quintero, o cuando Codelco iba a hacer sus centrales eléctricas. En la situación actual, cuando no hay nuevos proyectos de generación en base, que los proyectos que se adjudicaron las últimas licitaciones no han iniciado su construcción todavía, cuando uno ve que hay riesgo de que no haya oferta suficiente… No sé como se llamará. Para mí eso es pragmatismo, es un gobierno cumpliendo con sus obligaciones”.

“El gobierno corporativo no puede ser utilizado como excusa para no ampliar el giro de Enap”

-¿Por qué no avanzaron primero en el gobierno corporativo?

“Soy el fan número uno de hacer cambios en el gobierno corporativo. En Hacienda trabajé para hacer el cambio en el gobierno corporativo de Codelco, soy un convencido de que es el mecanismo para asegurar un mejor funcionamiento, darle continuidad y una mirada más de largo plazo a la empresa”.

“Pero hay que ser absolutamente pragmático en eso. Ingresar un proyecto de gobierno corporativo al Congreso y esperar hasta que sea aprobado toma tiempo. Y si no avanzamos en el cambio de giro de Enap ahora, va a ocurrir lo que no queremos: que las licitaciones se declaren desiertas, que haya falta de competencia y que los precios se mantengan altos”.

“No tengo duda de que para las empresas incumbentes (el gobierno corporativo) puede ser un objetivo deseado. Pero el gobierno corporativo no puede ser utilizado como excusa para no ampliar el giro de Enap”.

-¿Cómo se cautela el conflicto de interés? Como presidente de Enap, el ministro Pacheco puede conocer los precios de otros oferentes en las licitaciones, dándole una ventaja a Enap…

“No tengo ninguna duda de que la autoridad tomará todas las medidas necesarias para evitar cualquier suspicacia respecto de posibles conflictos de interés que pueda haber en cualquiera de nuestros miembros del directorio. Tenemos totalmente regulado cómo evitar conflictos de interés en Enap. Se tomarán las medidas para excluir de las decisión a aquellas personas que puedan tener conflictos de interés”.

Fuente: El Mercurio

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