Revista Nueva Minería

En sus ciento cuarenta años de historia y fiel a sus principios, la gremial se ha consolidado como el canal fundamental de la industria minera para la promoción de políticas públicas, el fomento de la producción y el fortalecimiento de la actividad extractiva, motor principal de la economía del país.

Por Constanza Schaub
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“Ya era tiempo que los esfuerzos de los mineros e industriales tuviesen un centro común de acción, y consiguientemente una voz, un intérprete de sus legítimas aspiraciones. Así también lo comprendieron el gobierno y los industriales del país y a la iniciativa y buena voluntad del primero, tanto como al esfuerzo y decisión de los segundos, se debe el nacimiento de esta sociedad y de su modesto Boletín. Su programa es el programa de la asociación: servir los intereses generales de la minería”.

Con estas palabras plasmadas en castellano antiguo, el 15 de diciembre de 1883 se editaba el primer número del Boletín de la incipiente Sociedad Nacional de Minería, presidida por Alfonso Eastman Quiroga, publicación que destaca entre las más antiguas del mundo dedicada a la actividad.

En sus ciento cuarenta años de historia y fiel a sus principios, la gremial se ha consolidado como el canal fundamental de la industria minera para la promoción de políticas públicas, el fomento de la producción y el fortalecimiento de la actividad extractiva, motor principal de la economía del país.

La concreción de la Caja de Crédito Minero en la década de 1930, el impulso para la conformación del Ministerio de Minería y la fundación de la Empresa Nacional de Minería (Enami) en 1960, son sólo algunos de los hitos relevantes en que la asociación tuvo un rol activo, sin embargo, fue hasta 1983 -con ocasión del centenario del organismo- que el país pudo conocer su nuevo Código minero, en el que intervinieron destacados juristas ligados al gremio.

En conmemoración de este nuevo aniversario, el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Jorge Riesco, compartió con Revista Nueva Minería y Energía su visión sobre la entidad, su historia y los desafíos que hoy mueven a la industria chilena en un escenario alta demanda a nivel global.

¿Cómo nace su vínculo con la asociación y qué hitos destaca de sus 140 años de historia?

Estoy ligado a Sonami hace muchos años por mi padre y por Petorca. Fui durante varios años Consejero por la Asociación Minera de Petorca, que es el lugar donde me inicié profesionalmente, por lo que mantengo un cariño especial por esa zona y por esta federación gremial.

Si analizamos algunos hitos relevantes, primero, contar con un código de minería, que para su época fue moderno y que consagró la propiedad privada de las minas. El Código de 1932 aseguraba a las personas que tenían el dominio sobre todas las sustancias. A partir de eso, viene todo un desarrollo de instrumentos para fomentar la minería, entre ellos la Caja de Crédito Minero, que se creó por los años 30 y que es antecesor directo de la Empresa Nacional de Minería (Enami), que data del año 1960.

En todos esos pasos la Sociedad Nacional de Minería ha tenido algo que ver, incluso la Fundición Paipote, tiene el nombre de uno de sus presidentes, Hernán Videla Lira. Posteriormente, cuando se dictó la legislación actual, también hubo una participación muy activa para resguardar precisamente aquellas condiciones fundamentales en materia jurídica para la actividad. Ha habido, de alguna manera, un liderazgo que se materializa en las personas que hoy día estamos a cargo y que nos señala una responsabilidad grande por hacerlo bien y por representar de la mejora forma al sector, en esta época tan especial de alta demanda.

¿Cuáles son a su juicio las preocupaciones actuales del gremio?

Hoy hay una necesidad importante de los metales y minerales que nosotros producimos, aunque suene grandilocuente, para preservar el planeta incluso. Entonces, necesitamos ponernos de acuerdo en cómo compatibilizar esa necesidad de aumentar nuestra producción de todo tipo de metales, especialmente los que son críticos o estratégicos, y hacerlo de una manera que no agrave el problema. La industria ha ido avanzando a pasos significativos en esa materia y esperamos que haya una comprensión de las autoridades de los avances y de la necesidad que desarrollemos más minería.

Somos conscientes que hay un compromiso muy concreto que tomó el ministro de Hacienda durante la tramitación del proyecto de royalty, para reducir en un tercio el tiempo de tramitación de los permisos, pero la incertidumbre viene de antes, de la tramitación ambiental y de la poca claridad y certeza acerca de la manera en que se están evaluando los proyectos, quiénes los están evaluando y algunas consideraciones ideológicas que se dan durante la tramitación y que dejan algunos proyectos sin la posibilidad de realizarse, denegados o muy retardados en su evaluación, y eso nos preocupa.

Sonami llega a sus 140 años no solo con presencia femenina en su directorio, sino por primera vez, con una Secretaria General ¿Cómo evalúa los avances de la industria en materia de inclusión?

Respecto a la participación femenina contamos con Juana María Vives como Secretaria General. Ella preside una asociación minera de la Región Metropolitana y ha sido un aporte innegable a todas las actividades, no sólo por lo trabajadora sino, además, por su visión que es muy valiosa.

Si uno traslada eso a todas las actividades productivas en minería, debe ser igual con todas las mujeres que participan y que cada vez son más. No podemos perdernos su talento y los mejores talentos debemos tenerlos trabajando juntos. No es un tema fácil de implementar, pero vemos que cada año hay un pequeño avance y en la medida en que las mujeres van optando a cargos, los van ocupando. Hoy tenemos mujeres en diversas gerencias, incluso en las operativas de algunas compañías. Se va dando una realidad que es virtuosa y que nos compromete a mantener condiciones de trabajo seguras para sostener esa inclusión.

Distintas voces, una sola actividad

El vicepresidente de la Sociedad Nacional de Minería, Cristián Argandoña, no quiso estar ausente de esta celebración y entregó sus impresiones sobre la labor integradora del ente gremial.

La asociación se ha caracterizado por convocar a todos los segmentos del ecosistema minero ¿Cómo evalúa su quehacer en estos años de historia?

Este 2023 cumplimos 140 años como asociación gremial. Una asociación que ha tenido destacadísimos dirigentes a lo largo de su historia y que han permitido ir formalizando y desarrollando etapa por etapa la minería nacional.

El legado de Sonami es que ha logrado aglutinar a los distintos segmentos que componen el sistema minero -pequeños, medianos y grandes- con requerimientos totalmente distintos y eso ha logrado incorporarlo a objeto de proponer a los distintos poderes del Estado, para que la política pública vaya bien focalizada a cada uno de los segmentos. La labor fundamental de la asociación ha sido, sin duda, recoger las inquietudes de estos sectores y creo que ha sido también, su legado más importante.

¿Cuáles son los desafíos actuales que enfrenta la asociación?

Con todos los cambios y el desarrollo que ha experimentado la normativa, hoy día existen algunos elementos que están discriminando a ciertos sectores so pretexto de aplicar alguna normativa ambiental que, si bien es cierto es necesaria, ningún minero en este país está pretendiendo hacer lo que quiera, pero tiene que ser con sentido práctico. De lo contrario, se va a producir lo que está sucediendo hoy con una reducción anual de nuestra producción y el sector en general perdiendo dinamismo frente a una oportunidad que hay en el mundo con la descarbonización y la carbono neutralidad que, a mi juicio, es magnífica y si no la tomamos en serio ahora, las consecuencias las vamos a pagar mucho antes de lo que nosotros pensamos.

Creo que Sonami recibe estos 140 años con muchos desafíos. Estamos en un momento crítico -con una ventana corta- en que necesitamos tomar decisiones rápidas y poder aunar los criterios de políticos y productores, a objeto de poder mejorar las condiciones para nuestro país.