Revista Nueva Minería

La minera estatal enfrenta una triple negociación colectiva en una de sus faenas más grandes, que involucra a más de mil trabajadores.

Un complejo escenario es el que enfrenta la división Andina de Codelco, que actualmente se encuentra negociando con tres organizaciones: el Sindicato Unión Plantas (Suplant), Sindicato Industrial Integración Laboral (SIIL) y el Sindicato Unificado de Trabajadores (SUT), estos dos últimos en un proceso común. La última oferta para estas dos últimas organizaciones, que representan casi a mil trabajadores y que negocian de forma conjunta, totalizó beneficios por $15,5 millones, incluido un préstamo blando de $3 millones. Sin embargo, la propuesta no convenció a las dirigencias sindicales, ya que a cambio la corporación exige que se renuncie a beneficios históricos para los trabajadores nuevos, tales como la indemnización a todo evento, reducción en el período de vacaciones y un cambio en el sistema de salud, que hoy cubre el 100% del copago, entre otros.

Si bien la propuesta sería presentada entre ayer y hoy en asamblea, uno de los dirigentes que participan del proceso adelanta que llamarán a rechazar la oferta de la minera, apuntando a que las actuales condiciones del negocio permiten financiar el petitorio, ya que, por ejemplo, no se piden reajustes salariales. “Estamos conscientes de la situación que se vive en todo ámbito y en todos los rubros, por eso lo que estamos pidiendo es negociar en base a una situación coyuntural que es el precio del cobre. Prueba de ello es que en 2016, cuando el cobre estaba bajo, nuestra negociación fue mucho menor”, asegura un dirigente.

Fuentes ligadas al proceso apuntan a que el objetivo de la empresa es buscar un equilibrio entre las expectativas de los trabajadores y las actuales condiciones del negocio, en el marco de la transformación que vive la estatal, y que persigue proyectar el futuro del negocio por otros 50 años. Un conocedor de la situación explica que “las condiciones de la oferta deben considerar aspectos como la competitividad de la división, la que hoy se encuentra entre las tres con los peores índices de la Corporación”, y agrega que la oferta considera mejoras “que están acordes con la realidad del negocio y representan un gran esfuerzo, en consideración a las necesidades que tiene hoy el país y las exigencias de mayores recursos para financiar las consecuencias de la crisis económica provocada por la pandemia”.

Esta situación fue abordada por el gerente general de división Andina, Rodrigo Barrera, en el reciente aniversario 51 de la faena, en el que apuntó a que es fundamental para la operación volver al segundo cuartil de costos. “Hoy estamos en un momento trascendental de nuestra historia, en el que se están tomando importantes decisiones. La fragilidad actual de nuestro negocio nos obliga a actuar con responsabilidad y compatibilizar las legítimas expectativas de nuestras trabajadoras y trabajadores, con la rentabilidad futura del negocio. Es parte de un reto que debemos afrontar y de un futuro que nos debemos ganar”, aseguró Barrera.

Más distante es la situación que ocurre con el Sindicato Suplant, con el que se quebró la mesa de negociación, luego de que la estatal ofreciera $11,5 millones, pero manteniendo intactas las condiciones del contrato anterior. La distancia está en que esta organización, al ser relativamente nueva, no cuenta con los beneficios de los sindicatos antiguos, siendo la principal piedra de tope en las tratativas. Dicho sindicato ya tuvo una huelga hace tres años, y pese a que eran poco más de 80 socios y no existió una detención de la operación, sí hubo efectos en la producción de la faena ubicada en la Región de Valparaíso.

Fuente: El Mercurio