Revista Nueva Minería

La compañía -perteneciente al Grupo CAP- es un aliado estratégico relevante para que la industria minera pueda bajar sus emisiones, y transitar hacia una minería más verde y sostenible.

Pese a que están presentes hace más de siete décadas en la minería, a la Compañía Siderúrgica Huachipato (CSH) no siempre se le asocia con esta industria. ¿La razón? Principalmente porque su aporte al sector es más bien indirecto, a través de una serie de productos que contienen el acero de alta calidad que producen.

Sin embargo, esto no quiere decir que sea menos relevante. Al contrario, el acero de CSH – presente en sistemas de molienda y fortificación de túneles, entre muchos otros- es fundamental para que la industria sea más segura, eficiente y más sostenible, con una menor huella de carbono.

Como parte del Grupo CAP, la Compañía Siderúrgica Huachipato elabora acero a partir de materias primas básicas como el mineral de hierro extraído en Chile por la Compañía Minera del Pacífico (CMP), otra empresa del mismo grupo. Así se garantiza la producción de un acero con altísimos estándares de calidad y de origen nacional. Además, el proceso productivo de CSH permite reincorporar residuos de partes y piezas metálicas de la minería local, lo que los posiciona como un importante actor con economía circular.

“CSH elabora aceros de alta calidad que cumplen con los exigentes estándares que requiere la fabricación de barras y bolas, ajustándose a las necesidades de cada molino. Esto permite que el proceso de chancado y molienda sea mucho más eficiente, lo que significa menos paradas para los molinos, un desgaste menor para el propio molino, y la posibilidad de recuperar más mineral, con una mayor productividad”, explica Jaime Quadri, gerente Comercial de la compañía.

Huella de carbono

Tan importante como fabricar aceros de alta calidad es el compromiso que ha adoptado la compañía con el desarrollo sostenible, lo que les ha permitido avanzar a procesos productivos mucho más limpios, con energía de fuentes renovables y con una logística más eficiente y cercana al abastecimiento de sus materias primas como hierro y caliza.

“La compañía ha asumido históricamente por convicción el ser un actor relevante para que el mundo pueda enfrentar de mejor manera el cambio climático y minimizar el impacto a nivel de huella de carbono. Y por esta razón, nuestros aceros se fabrican a partir de energías 100% renovables, gracias a un contrato que tenemos con Engie, que nos provee energías limpias”, destaca el gerente Comercial de CSH.

“De esta manera, junto con la posición de producción nacional, nuestros productos permiten reducir la huella de carbono, en comparación con productos importados de Asia, ya que generan 30% menos de emisiones de CO2 en el proceso de producción y entrega de acero considerando las emisiones de alcance 1, 2 y 3”.

Pero eso no es todo: el desafío más importante que viene es la incorporación de hidrógeno al proceso productivo, por lo que la empresa ya está avanzando en la instalación de una planta piloto para la producción de hidrógeno verde. “La segunda etapa de este proyecto será la instalación de una solución que nos permita fabricar acero verde
al año 2030”, agrega Jaime Quadri.