Reservas de cobre de Chile caen 45% desde su mayor nivel y nuevo royalty podría reducirlas

7 junio, 2021
Chile aumenta su participación mundial en reservas de molibdeno

Los datos del Servicio Geológico de Estados Unidos muestran que aunque el país sigue liderando a nivel mundial, con el 23% del total de reservas de mineral, en 2003 dicha participación era del 39%. Estimaciones preliminares apuntan a que el tributo que está en trámite provocaría un alza en la ley de corte, que es el contenido mínimo de cobre en el mineral para que su tratamiento sea económico. Experto de la U. de Chile calculó los impactos y propone un mecanismo “híbrido” de royalty.

Mientras la comisión de Minería y Energía del Senado avanza en el análisis del proyecto de ley que fija un royalty sobre las ventas de cobre y litio —que ya fue despachado por la Cámara de Diputados —, los distintos involucrados en el tema — Gobierno, gremios, consultores, investigadores, entre otros— esperan presentar nuevos antecedentes respecto de los efectos de esta iniciativa parlamentaria. En las últimas semanas, un tema en específico ha generado debate más allá del Congreso: el impacto que esta nueva fórmula tributaria podría tener sobre la estimación de reservas de cobre del país, las que se verían reducidas, dicen algunos entendidos, debido al efecto sobre los costos de producción del metal, que es uno de los factores clave a la hora de calcular las reservas de un yacimiento minero.

Chile tiene las mayores reservas de cobre del mundo, con el 23% del total al cierre de 2020. De acuerdo con los registros del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés), esto equivale a 200 millones de toneladas del metal rojo, un volumen 45% inferior comparado con el 2003, cuando Chile contaba con 370 millones de toneladas del metal rojo, que en ese momento representaban el 39% del total global. La entidad norteamericana dispone públicamente de estadísticas desde el 2000 en adelante. Daniel Flanagan, especialista en materias primas minerales del Centro Nacional de Información sobre Minerales del USGS, explica que este registro considera los depósitos en explotación activa y en desarrollo, y se construye con los datos que informan empresas mineras, gobiernos y fuentes de la industria. “Los datos que consideramos toman en cuenta lo que se considera económicamente factible de explotar en el momento en que se realiza la publicación, mientras que en otra sección, denominada ‘recursos mundiales’, se ofrece una estimación generalizada del cobre contenido en todos los depósitos”, comenta el especialista del USGS. Y agrega: “La proporción de las reservas globales de Chile ha disminuido debido a aumentos en otros países, como Rusia, por dar algún ejemplo”.

En la industria explican que la estimación de reservas minerales de un país no depende solamente de la mayor o menor actividad de exploración que haya en los distintos países, sino que en el cálculo también influye la relación que se da entre el costo de producción del metal y la estimación de precio en el largo plazo, que es la que finalmente —dicen en el sector— determina la rentabilidad de la explotación minera. “Normalmente, la disponibilidad futura de minerales se basa en los conceptos de reservas y recursos. Las primeras son depósitos que han sido descubiertos y evaluados como económicamente rentables para la explotación. Los recursos, en tanto, son mucho mayores e incluyen reservas, depósitos descubiertos que son potencialmente rentables y depósitos no descubiertos que se predicen con base en estudios geológicos preliminares”, explican en el International Copper Study Group, una organización intergubernamental de países productores y usuarios de cobre que vela por incrementar la transparencia del mercado del cobre y en la que Chile participa a través de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco).

Precisamente, la línea que marca la diferencia entre que el mineral sea considerado como reserva o como recurso, y que se denomina “ley de corte” —que es el contenido mínimo de cobre necesario para que la explotación y el tratamiento sean económicamente viables —, es la que se movería a causa de la fórmula de royalty sobre las ventas, que establece una tasa de 3% que se eleva en forma progresiva cuando la cotización de la libra del metal supera los US$ 2. “La aplicación del nuevo impuesto provocaría que parte de las actuales reservas de las minas y los proyectos pasen a ser considerados como material estéril, por ser económicamente inviables de procesar”, dice un ejecutivo minero, quien agrega que esto también puede tener impacto en los estados financieros de las compañías.

El presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), Diego Hernández, precisa que “poner un royalty sobre las ventas supone elevar el costo de producción y esto, en el fondo, equivale a subir la ley de corte, particularmente ante un escenario de precios bajos del cobre. En el caso de las minas y los proyectos de leyes más bajas, efectivamente implicará eliminar el mineral que dejará de ser económicamente explotable, y con ello disminuirán las reservas mineras”. Para tener una idea, en su memoria 2020 Codelco declara que su ley de corte es de 0,2%, mientras que de acuerdo con los datos de Cochilco, el año pasado, la ley de cobre promedio de las minas en Chile llegó a 0,67%, un 46% menor comparado con 2001 cuando la media era de 1,25%. La ley promedio actual de Chile es menor que la de otros países donde la actividad minera tiene pocos años de desarrollo, como es el caso del Congo, donde acaba de entrar en producción Kamoa-Kalula, la mina con la ley de cobre más alta del mundo, con un 6%, es decir, 10 veces más que en Chile.

Con un precio de largo plazo de US$ 3, la ley de corte subiría en 13,7%

Quienes se han involucrado en la discusión de los efectos del nuevo royalty sobre la estimación de rentabilidad de los proyectos mineros ponen como referencia la estimación efectuada por el profesor asistente del Departamento de Ingeniería en Minas de la Universidad de Chile e investigador asociado del Centro Avanzado de Tecnologías para Minería de la misma casa de estudios, Luis Felipe Orellana, quien calculó el impacto de la propuesta tributaria que está en discusión en el Congreso para un proyecto minero simulado, a partir de algunas características promedio y considerando tres escenarios de precio del cobre de largo plazo: bajo (con la libra a US$ 2,3), medio (para el que utilizó un precio de US$ 3) y alto (con la cotización en US$ 5).

“Para un precio de largo plazo de US$ 3 por libra, que es más similar a la estimación que se maneja actualmente, la ley de corte crítica del yacimiento corresponde a 0,29%, mientras que, aplicado el royalty, este valor sube a 0,33%. Así, todos los recursos que tengan ley por debajo del 0,29%, en el primer caso, no tienen beneficio económico. Para el segundo caso, son todos aquellos cuya ley sea inferior a 0,33%”, explica Orellana. Lo anterior implica que la ley de corte subiría un 13,7%, restando reservas al yacimiento. “Cuando no hay royalty como el propuesto se extrae un 19,5% más de reservas, respecto del caso que ocurriría con el royalty en discusión, en que parte del beneficio económico a captar no es capturado, pues el mineral con potencial de generar beneficio económico no es extraído.

Es decir, la aplicación de royalty en este escenario implica que parte del mineral de cobre no sería explotado, lo que tiene efectos en las utilidades y los tributos al Estado”, se detalla en la simulación que, según comenta Orellana, busca ordenar la discusión y facilitar la comprensión de un asunto tan importante para el desarrollo de Chile, como es qué hacer con la renta que generan los recursos mineros que están en el suelo chileno, dice. El cálculo muestra que, en el escenario de precios de largo plazo bajos, los proyectos mineros de leyes bajas, o bien las faenas mineras de costos más altos, la aplicación del impuesto sobre las ventas tiene un impacto negativo que se traduce en la pérdida de reservas mineras. “En efecto, pueden darse escenarios donde la inversión no se realiza y, en consecuencia, el mineral no seaextraído, causando perjuicios sobre el potencial beneficio económico a capturar por la empresa (utilidades), pero también, por el Estado (tributos) a través del tiempo”, dice el informe de Orellana.

En el escenario de precios medios, en tanto, se proyecta un impacto moderado. Distinto es el caso del escenario bajo, con un precio de US$ 2,3, en que las faenas mineras podrían tener pérdidas durante la parte baja del ciclo de precios, para recuperarse en el momento de repunte de la cotización, aunque en primera instancia Orellana descarta la opción de cierre de las faenas. En el otro extremo, con precio alto, de US$ 5, el investigador no proyecta un impacto relevante en la decisión del inversor, y, por lo tanto, en su estimación la inversión se realiza con y sin royalty de por medio.

Dados estos escenarios, Orellana propone que aunque el nuevo proyecto de royalty sobre las ventas puede capturar más recursos para el Estado comparado con el esquema actual —que es sobre el margen operacional—, condicionará en mayor medida la decisión de inversión al ciclo de precios de largo plazo del cobre. En virtud de esto, propone avanzar hacia un “esquema híbrido de royalty, que considere en distintas proporciones un tributo sobre las ventas, más tasas progresivas sobre las utilidades operacionales”. Esto, dice, permitiría que en los períodos de precios bajos haya recaudación para el Estado, pero sin amenazar la viabilidad de las operaciones mineras.

Fuente: El Mercurio

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