Regresa el fantasma de la crisis energética en Brasil

10 febrero, 2015
energía brasil

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“Preferimos alejarnos del sector de metales y minería, fertilizantes y agroindustria, entre otroreferimos alejarnos del sector de metales y minería, fertilizantes y agroindustria, entre otros”, explicó Felipe Lubiano, analista senior de Renta Fija IM Trust – Credicorp Capital.

EL 2015 será un año como ninguno para Brasil, pues es un año en que la economía busca solucionar algunos de los problemas arrastrados del pasado. Un año en el cual los inversionistas tendrán que volver a enamorarse del sector corporativo. Este será un año donde se espera que se resuelva la investigación más importante que afecta a la compañía con mayor capitalización histórica en Sudamérica (Petrobras). Y es además, el año en donde vuelve a aparecer aquel personaje que nadie quería volver a ver, el fantasma de la crisis energética de 2001.

Hace 14 años, las reservas de agua habían alcanzado niveles tan bajos que no hubiesen podido abastecer por más de un par de meses a la demanda por energía del país. Y por si fuera poco, tres cuartos de la capacidad instalada en aquellos años provenía de generación hidroeléctrica. Fueron más de 12 meses en los que la productividad del país cayó, el precio de la energía subió muchísimo y las personas vivían permanentemente con la preocupación de experimentar apagones rotativos o completos.

Hoy, la historia nos presenta hechos similares a los vividos anteriormente y aparece este fantasma que aún no toma cuerpo y forma, con niveles de reservas muy por debajo del promedio histórico y poca claridad respecto a las precipitaciones que vendrán en los próximos meses. Nadie quiere que el escenario de 2001 vuelva a repetirse, y menos ahora, que la economía se encuentra bastante débil y la reputación del sector empresarial está en juego, luego del escándalo que viven las constructoras y Petrobras.

La pregunta que surge de lo anterior es, ¿qué debe hacer el inversionista ante tal escenario?

Evidentemente hay que evitar estar expuesto en los sectores más afectados tanto por el consumo de agua o la dependencia de energía, pero no necesariamente estar completamente alejado de Brasil.

Preferimos alejarnos del sector de metales y minería, fertilizantes y agroindustria, entre otros. Pero a su vez, los sectores que se ven más atractivos son los productores de carne (JBS, Marfrig y BRF) y plástico (Braskem). Para el caso del sector de papel y celulosa (Fibria y Suzano), si bien son autosuficientes en energía, la dependencia de agua contrarresta lo anterior, y es un sector que para sorpresa de algunos no se beneficia tanto en estos tiempos.

Fuente: Pulso

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