Rajo Inca: La nueva cara de la División Salvador

2 septiembre, 2019
Rajo Inca

(Foto: Codelco)

El proyecto Rajo Inca permitirá extender la operación de la División Salvador por cuatro décadas a partir de 2021, año en que se agotarán sus recursos actualmente en explotación.

Por Daniela Tapia
Revista Nueva Minería y Energía
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Extender la vida útil y darle continuidad operacional a la División Salvador, ubicada en la Región de Atacama, es lo que busca el proyecto Rajo Inca de Codelco, mediante la explotación a rajo abierto de los recursos remanentes del yacimiento principal Indio Muerto, explotado desde 1959 por vía subterránea.

En octubre del 2018 el proyecto dio un paso decisivo al declararse admisible el Estudio de Impacto Ambiental (EIA). De ser aprobado y obtener todos los permisos sectoriales, la etapa de construcción debería empezar en el primer semestre de 2020, extendiendo así la vida útil de la División Salvador por 40 años.

Desde Codelco señalan que esta iniciativa estructural, que implica una inversión de US$1.000 millones, permitirá aumentar en 50% la producción de Salvador respecto de los niveles actuales. En términos prácticos, la producción anual podría aumentar desde 60.000 toneladas de cobre fino hasta 90.000 ton, mediante la explotación a rajo abierto de más de 900 millones de toneladas de nuevas reservas.

“A través de diversas campañas de sondaje, hemos identificado reservas de cobre por 1.500 millones de toneladas, con leyes de mineral promedio de 0,69%, las que permitirían prolongar la vida útil de la división”, dijo en una ocasión el hasta ahora presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro.

Las principales obras, además del cambio del método de explotación a rajo abierto, incluyen la optimización de las instalaciones actuales, especialmente de la planta concentradora y la línea de óxidos; el crecimiento del depósito de relaves Pampa Austral y la mejora del sistema de conducción de relaves al depósito. También contempla la construcción de botaderos de estériles y ripios, e infraestructura de apoyo, como talleres de camiones y un paso sobre la ruta C13, entre otras medidas.

En tanto, en materia medioambiental, en Codelco dicen que el proyecto estipula levantar un catastro de todas las especies de fauna existentes en la zona en que se realizarán las operaciones del rajo, además de adoptar acciones para su protección.

Entre las medidas de mitigación, por ejemplo, se contempla reubicar (con el trabajo de una cuadrilla de profesionales especialistas en el manejo de fauna silvestre) especímenes de distintas variedades, como la culebra de cola corta, la lagartija de Atacama, la lagartija de Manuel, la lagartija de Isabel, entre otras.

Una obra significativa

Que el proyecto Rajo Inca se lleve a cabo resulta crucial para Codelco, dicen desde la estatal. Las razones son claras. Las actuales faenas de El Salvador sólo tienen recursos para continuar produciendo de forma subterránea hasta 2021, por lo que su inminente agotamiento implicaría el cierre de la división.

Por otra parte, según estimaciones, la contribución de Rajo Inca a la tasa de ocupación directa e indirecta podría ser de 8,9% en las comunas de Diego de Almagro y Chañaral durante la vida del proyecto, mientras que por cada dólar invertido en esta iniciativa se generarían US$6,2 adicionales para la Región de Atacama y el resto del país.

Además, durante la construcción y en su fase de mayor demanda se proyecta una empleabilidad de casi 2.000 personas.

“Este proyecto permitirá mantener el encadenamiento productivo que se da en la zona entre los servicios, el comercio y el transporte, además de apoyar al desarrollo social y comunitario. Queremos seguir aportando a El Salvador y a la Región de Atacama, ambas con tradición y dependencia minera”, afirmó en una oportunidad el gerente general de la División Salvador, Christian Toutin.

Cabe recordar que durante 2018 la división Salvador produjo 60.840 toneladas métricas de cobre fino. Ese mismo año también se registró un incidente operacional con consecuencias ambientales de categoría grave en esta división.

El hecho correspondió a un derrame de solución de concentrado de escoria de aproximadamente 35 metros cúbicos en la planta de flotación de escorias. Tras el accidente, Codelco conformó un equipo de investigación, el que estableció un plan con distintas medidas.

¿En qué está hoy el proyecto Rajo Inca? Hace poco se finalizó el estudio de factibilidad y en paralelo se encuentran en desarrollo actividades de descarpe y caminos de las obras tempranas y la ingeniería de detalle. Diversos avances que apuntan hacia la transformación operacional de la División Salvador, cuyo fin último es que la faena continúe operando.

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