Putin refuerza su agenda en América Latina con foco en sector energético

23 abril, 2015
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Putin

El Presidente ruso recibe hoy a su par argentina, Cristina Fernández, tras lo cual se firmarán acuerdos energéticos y nucleares.

La agenda de Vladimir Putin para América Latina no descansa, fiel a su empeño por construir zonas de influencia, nuevos mercados y meter su cuño en regiones donde durante décadas la voz de Washington ha sonado muy fuerte. En ese contexto es que el Presidente de Rusia recibirá hoy a su par de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en una visita que busca consolidar la alianza estratégica bilateral acordada entre ambos países en julio en Buenos Aires, y cerrar nuevos acuerdos en materia energética.

De hecho, se espera para hoy la firma de un memorando de cooperación entre la compañía rusa Gazprom y la argentina YPF, y un plan de inversiones para que el gigante ruso del gas pueda explotar el yacimiento transandino de Vaca Muerta. También se debe firmar un documento sobre la construcción por parte de Rosatom, la corporación estatal rusa para la energía atómica, del sexto reactor de la central nuclear Atucha, en Argentina. Para eso Rosatom suministrará a Buenos Aires combustible nuclear de bajo enriquecimiento y sus componentes.

El acercamiento de Moscú a América Latina se redobló después de la imposición de un embargo a la mayor parte de los productos alimentarios que llegan a Rusia desde Europa y Estados Unidos, sanciones adoptadas contra Moscú después de que Occidente acusó a ese país de intervenir activamente -con hombres y armamento- en el conflicto en Ucrania.

Conforme las puertas se han ido cerrando entre las grandes potencias, el gobierno y los empresarios rusos han mostrado más interés por Latinoamérica. “Queremos ampliar y diversificar nuestras relaciones con América Latina”, comentó el ministro ruso de Industria y Comercio, Denis Manturov en diciembre. Pero para eso han tenido que esforzarse por derribar algunas barreras. “Nuestra cooperación económica es activa, pero no está agotada. Ha habido una política relativamente inerte desde Rusia hacia Latinoamérica, y también hay una falta de comprensión entre las esferas dominantes en muchos países latinoamericanos con respecto a las posibilidades que Rusia puede ofrecerles”, destacó Vassilyi Brovko, jefe de comunicaciones globales de Rostec, el gigantesco conglomerado industrial propiedad del Estado ruso.

De esa forma el propio Putin viajó en julio de 2014 en una evidente demostración de su interés económico y geopolítico por la región. Entonces el líder ruso visitó Cuba, Argentina, Brasil (donde se llevó a cabo una cumbre de los países emergentes Brics) y Venezuela. Y en marzo pasado, el canciller ruso, Serguei Lavrov, llegó hasta Cuba, Colombia, Nicaragua y Guatemala (un año antes el jefe de la diplomacia rusa ya había viajado hasta Chile, Perú, Cuba y Nicaragua).

En todo caso, desde antes de la crisis ucraniana, Rusia ha demostrado un creciente interés en ejercer su influencia en América Latina, en particular con los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Así, ha estado llevando a cabo esfuerzos entre Moscú y los países de la Celac para facilitar el intercambio de productos y personas con un acuerdo para la no imposición de visados.

Guerra Fría

Para llevar a cabo esta ofensiva, Moscú reeditó sus antiguos lazos que mantuvo con La Habana desde los tiempos de la Guerra Fría, los cuales se habían enfriado en los 90, y aprovechó los vínculos del régimen cubano para acercarse a países como Venezuela y Nicaragua. De la misma forma buscó vías de comunicación con algunos gobiernos que se han distanciado o han tenido roces con Washington, como es precisamente el caso de Argentina.

Pero también se ha acercado a países como Brasil, Colombia y las naciones centroamericanas (a través del Sistema de Integración Centroamericana, Sica) con tal de buscar puntos de interés en común.

La semana pasada, Lavrov declaró -en abierta referencia a influencia de EE.UU. en la región- que A. Latina es un importante pilar para el establecimiento de un mundo multipolar y del sistema policéntrico en formación.

“El interés de Rusia en América Latina se basa en varios factores. Entre ellos en la complementariedad económica. Rusia está dispuesta a llenar su mercado consumidor de productos latinoamericanos y vender sus productos a la región, incluyendo mercancías de alta tecnología: aviones, helicópteros, equipos de varios tipos”, destacó al diario argentino Página/12, el analista ruso Petr Yakovlev.

Fuente: La Tercera

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