Proyecto de Centrales Hidroeléctricas en río Achibueno baja el telón

11 mayo, 2018
cuenca maule

Tras una larga historia de procesos judiciales, junto con la baja de precio por la consolidación de las energías eólica y solar, habrían llevado al empresario Isidoro Quiroga a desestimar el proyecto hidroeléctrico que impulsó durante más de 10 años.

El proyecto en el río Achibueno era una iniciativa en la Región del Maule. Involucraba una inversión de US$ 285 millones para la instalación de 135 MW de capacidad en la zona cordillerana de la comuna de Linares, mediante la construcción de dos centrales de pasada, Centinela y El Castillo, más una línea de transmisión para inyectar la energía producida al sistema.

El martes y a través de una carta, Eléctrica Centinela -ligada a Electro Austral, la firma por medio de la cual el empresario incursiona en el negocio eléctrico- le comunicó a la Dirección Regional del Maule del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) su decisión de renunciar al permiso ambiental del proyecto, el que fue aprobado en 2011, en medio de un fuerte rechazo hasta hoy de las comunidades locales, el cual se tradujo en una serie de acciones judiciales para tratar de impugnar el desarrollo del proyecto.

En el documento, el representante legal de la empresa explica que la renuncia se produce en consideración a que la empresa “ha debido postergar indefinidamente el inicio de la construcción del proyecto”.

En Electro Austral declinaron hacer comentarios respecto de las razones que motivaron a Quiroga a echar por tierra este desarrollo, pese a que cercanos a la iniciativa comentan que ya había invertido varias decenas de millones de dólares en su desarrollo, considerando la elaboración de estudios de impacto ambiental y los diversos litigios que enfrentó desde 2009, cuando inició la tramitación del complejo y de su línea de transmisión, en la que enfrenta la dificultad de constituir las servidumbres respectivas.

En la carta al SEA, la firma asegura que hasta ahora no habían realizado faenas u obras de carácter material en la zona comprendida por el proyecto Achibueno.

La judicialización de Achibueno es de larga data. La comunidad local estaba organizada en el movimiento “salvemos el Achibueno” a través del cual realizaron múltiples campañas y actividades en rechazo a la iniciativa, acusando que las centrales secarían parte del cauce del río y denunciando múltiples vicios en la evaluación del complejo hidroeléctrico.

Uno de los últimos capítulos de esta historia se escribió a mediados de abril de este año, cuando la Organización NO Gubernamental (ONG) FIMA presentó una reclamación para insistir en la impugnación de la resolución que acreditó en 2015 el inicio de las obras del proyecto, lo que permitió a la empresa evitar la caducidad de su permiso ambiental.

Fuente: Diario Financiero

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