Proyecciones del sector minero: Inversiones en la mira

6 febrero, 2023
Proyectos de Minería

El 2022 fue, sin duda, un año influenciado por muchos factores externos, que seguirán impulsando un cambio en los riesgos y oportunidades del sector durante 2023.

Por Fabio Fortes, gerente senior
Centro de Excelencia en Minería y Metales de EY
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Los primeros meses de 2023 se verán muy impactados por todo lo que ya pasó en el año 2022, que fue, sin duda, un año turbulento para la industria, que se vio golpeada por diversos factores geopolíticos.

Las elecciones de nuevos gobernantes en la región, las discusiones alrededor del futuro modelo de exploración minera presentes en la propuesta de nueva Constitución, las discusiones sobre el proyecto de royalty minero, sumados al escenario económico mundial, marcado por la inflación y la guerra de Ucrania, impactaron mucho la percepción de los inversionistas extranjeros con respecto al país.

Es así como la geopolítica impacta a todos y Chile no es la excepción, pero de acuerdo con las últimas proyecciones entregadas por Cochilco, el 2023 en el mundo habrá una oferta de cobre refinado de 26 millones de toneladas, un 3,9% más que 2022, con un alza de 2,4% con respecto a la demanda que llegaría a 25,6 millones de toneladas, o sea un superávit de mercado de 318 mil toneladas. En Chile el sector crecerá alrededor de 6%, principalmente, debido al incremento de producción proyectado para Quebrada Blanca, Pelambres y Escondida.

El crecimiento proyectado por Cochilco en Chile es el resultado de inversiones que ya fueron realizadas durante los últimos años y mientras los temas relacionados con geopolítica no cambien su estatus, es poco probable el despliegue de nuevos proyectos mineros en la región.

Cabe destacar que durante los últimos quince años EY ha estado realizando investigaciones sobre los principales riesgos y oportunidades relacionados con la Minería, estudio conocido como “Los 10 principales Riesgos y Oportunidades de minería y metales”. El resultado de la edición 2023 fue recientemente publicado y en él la geopolítica aparece en segundo lugar.

Factores estructurantes

Al margen de los problemas geopolíticos también hay un conjunto de factores estructurantes que influencian la percepción de los inversionistas, como, por ejemplo, la escasez de agua y reducción de las leyes de cobre de los actuales yacimientos.

Todos estos factores contribuyen para un escenario donde el interés de los inversionistas extranjeros está temporariamente “on hold”, interés muy influenciable por el contexto geopolítico y del mercado. Como el mayor consumidor de cobre del mundo, todo lo que pasa en China influencia el mercado mundial, las bajas tasas de producción industrial y consumo interno deberían seguir impulsando una baja en la demanda del metal rojo, sumado al factor de que el Covid-19 continúa impactando la actividad económica del país con recientes confinamientos en diversas ciudades.

Por otro lado, el cobre posiblemente es el metal más importante para la transición energética y está ganando mucha tracción. Durante la última década, su demanda ha aumentado junto con la exigencia de iniciativas como la adopción de vehículos eléctricos, el despliegue de fuentes de energía renovable y la inversión en infraestructura verde.

Todos estos factores empiezan a incrementar las expectativas de demanda por cobre, sin embargo, la forma como las autoridades políticas involucradas reaccionen a los problemas geopolíticos ya citados va a confirmar o no la perspectiva de un alza en la demanda para los próximos años.

En el corto y mediano plazo no deberían existir grandes incrementos en la demanda por cobre y como ya se ha mencionado anteriormente, hay proyecciones de superávit en la producción para 2023. Es decir, durante este año las condiciones geopolíticas y macroeconómicas apuntan para una estabilidad en la demanda y consecuentemente en el precio del cobre.

Muchas empresas mineras se han comprometido con metas de descarbonización altamente ambiciosas, aún de acuerdo con el informe de EY, 50% de los encuestados comentó que espera presiones por parte de los inversionistas para que aceleren la descarbonización.

Lograr las metas requerirá caminos claros y un compromiso de toda la organización para tratar la descarbonización como cualquier otro tema estratégico y no como una estrategia aparte delegada a un equipo distinto.

En este escenario conceptos como hidrógeno verde, sostenibilidad, economía circular, eficiencia energética, cambio climático, entre otros, se están volviendo cada vez más en realidad. Iniciativas para reemplazar combustibles fósiles por una fuente alternativa de energía como hidrógeno verde o electricidad ya son una realidad en varias mineras.

En todos estos escenarios notamos un fenómeno muy parecido, normalmente los mineros no son considerados “first movers”, lo que significa que solamente adoptan una tecnología una vez que la misma está madura. Pero para lograr alcanzar los compromisos y las metas relacionadas con la descarbonización es necesario un cambio de “mindset”. Este comportamiento está demandando una alianza con varios OEM ´s en el sentido de acelerar innovaciones tecnológicas que garanticen cumplir sus compromisos.

Riesgos y oportunidades

El 2022 fue, sin duda, un año influenciado por muchos factores externos, que seguirán impulsando un cambio en los riesgos y oportunidades del sector, en la medida que las presiones de las partes interesadas y el mercado de capitales hacen rendir cuentas a las mineras en varios aspectos.

No es de sorprender entonces que de acuerdo con nuestra investigación en 2023 los principales riesgos y oportunidades identificados fueron ESG, geopolítica y cambio climático.

Cuando hablamos de ESG, las prioridades clave incluyen aumentar la credibilidad mediante la divulgación de información, gestión de recursos hídricos, economía circular, abordar las expectativas sobre la biodiversidad y desarrollar una visión estratégica de largo plazo para el cierre de minas.

Por otro lado, la geopolítica tiene relación con la incertidumbre global que presiona a las empresas para evaluar rápidamente el impacto de diferentes alianzas y nuevos modelos de negocio, en la estrategia de sus actividades comerciales. Y, por último, pero no menos importante, el cambio climático que sigue el enfoque en cero emisiones netas.

La investigación destaca varios otros riesgos y oportunidades para la industria, relacionados con innovación digital, productividad y costos, licencia para operar, entre otros. No debemos olvidar que el concepto de riesgo suele visualizarse bajo el aspecto negativo, cuando en realidad es un término que viene acompañado del concepto de oportunidad.

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