Proveedores mineros hacen ajuste por crisis: reducen producción, personal y buscan nuevos mercados

11 agosto, 2016
proveedores mineros

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Enaex, por ejemplo, pidió la autorización para disminuir a la mitad la producción de una nueva planta que en mayo pasado había sido aprobada.

Profundizando sus planes de ajuste ante un entorno complejo. A esa tarea están abocados los proveedores mineros ante la extensión de la parte baja del ciclo de las materias primas, que está obligando a muchas compañías a tomar medidas radicales para sobrevivir.

Hace más de un año que los proveedores tomaron las primeras medidas para reducir costos y, también, adecuarse a las peticiones de las mineras. Pero esto no ha sido suficiente y muchos han pasado a una segunda fase de ajuste, que incluye, además de los despidos producidos, la búsqueda de otras industrias en las que desarrollarse o, también, reducir producciones.

En este último caso se ubican compañías como Enaex, de Sigdo Koppers y enfocada en explosivos, que ingresó una consulta al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) para disminuir el tamaño de una planta en La Serena que había sido visada por la autoridad en mayo.

“La modificación consiste en disminuir el tamaño de la planta de emulsiones. La necesidad de realizar esta modificación obedece a la situación del mercado a partir de este año 2016 y su tendencia ralentizada para los próximos años, que nos obliga a bajar el monto de la inversión y disminuir la capacidad de producción, para hacer factible la implementación del inicio del proyecto Planta de Emulsiones”, se lee en la carta firmada por el gerente general de la compañía, Juan Andrés Errázuriz.

Añaden en la petición que la nueva planta de emulsiones propuesta está diseñada para producir 10.000 toneladas mensuales, menos del 50% de la instalación original.

Fuentes de la compañía comentaron que esta decisión si bien está ligada al acomodarse a un “mercado plano”, también está relacionado al poder construir más rápido esta nueva instalación y abastecer a los clientes cercanos. Añadieron que, cuando se reactive el mercado, volverán a la producción planificada originalmente.

“Cuando las condiciones de mercado lo permitan, Enaex repondrá el proyecto original para la planta de emulsiones, manteniendo como capacidad máxima de producción autorizada en el EIA, 21.000 ton/mes sumando los diferentes tipos de emulsiones que requiere el mercado”, finaliza la carta.

El presidente de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (Aprimin), Pascual Veiga, comenta que en algunos nichos, como quienes proveen de maquinaria, las ventas han caído de manera relevante.

“Algunas de las empresas, por la cancelación de contratos, tienen que prescindir de personal. Esto, tal vez, es la parte más dolorosa, porque es personal especializado que ha costado una tremenda inversión tenerlo en ese grado de competencia y expertiz”, comenta sobre los despidos, uno de las medidas que han tomado.

Pero comenta que esto se ha dado en todo ámbito de las organizaciones, incluyendo reestructuraciones de planas ejecutivas.

Dice que las firmas se han orientado a otras industrias para, y de esta manera, compensan la falta de proyectos nuevos en la minería. “Se comienza a explorar e intentar insertarse en otros mercados de la economía, como es el área de celulosa o energía. Algunas se han diversificado, enfocándose en otros sectores, porque hace un año y medio atrás el 90% de sus ventas era minería y ahora bajó al 60% o a la mitad”, señala.

Entre el perfil de las empresas que están enfocándose a otras rubros destacan las de construcción y montajes o compañías que venden equipamiento que, también, puede ser vendido a la industria forestal.

Las empresas de Aprimin, dice Veiga, cubren el 80% de las necesidades de la minería con ventas por US$ 9.000 millones y emplean a 115 mil directos y 15 indirectos.

El presidente ejecutivo de Finning en Sudamérica, Marcello Marchese, comenta que la empresa -que vende equipos Caterpillar- comenzó con el ajuste a la situación del mercado en 2013 y, ahora, están enfocados en aumentar la productividad, ya que “no queda mucho espacio para recortar costos”.

“Las ventas de bienes de capital han caído de forma dramática, pero también tenemos el servicio de mantención y repuestos de la maquinaria ya vendida en el súper ciclo, por lo que ahora nos enfocamos en el soporte al producto. En el futuro esto se verá desafiado porque ahora no se está sembrando”, dice.

En cuanto a la recuperación en esta industria, Veiga y Marchese coinciden en que el escenario actual no mejorará en, al menos, otros dos años más.

Fuente: Diario Financiero

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