Progreso busca fortalecer su participación en la industria minera y energética
Salomón Díaz, vicepresidente ejecutivo de Servicios Financieros Progreso.
Convertirse en el partner financiero que ambas industrias necesitan es la meta que persigue esta empresa.
Potenciar su participación tanto en la industria minera como energética es el objetivo de Progreso, empresa que cuenta con 30 años de experiencia entregando servicios financieros como el arrendamiento financiero (leasing) y el descuento de cuentas por cobrar (factoring).
“El leasing apoya la compra de bienes de capital en las inversiones de nuestros clientes, mientras que el factoring les proporciona liquidez”, dice Salomón Díaz, vicepresidente ejecutivo de Servicios Financieros Progreso, añadiendo que el trabajo de la empresa en ambas industrias se basa en el potencial y el nivel de proyectos que están en desarrollo, la cantidad de subcontratistas asociados y los requerimientos de financiamientos que éstos demandan.
Dentro de los logros que ha alcanzado la empresa, Díaz destaca el crecimiento que ha tenido la cartera total de clientes durante los últimos dos años, además de sus buenos resultados, lo que ha permitido mejorar su calificación de riesgo. Tanto así que hoy Humphreys como ICR los clasifican como “A-”, algo que ven como un premio al trabajo realizado en este último tiempo.
Atributos y retos
¿Qué los diferencia de la competencia? Básicamente, la transparencia y atención personalizada que entregan a sus clientes. Para el leasing especialmente, comenta el ejecutivo, en que los contratos son de 3 a 5 años, acompañan a los clientes en el desarrollo de sus negocios, apoyándolos en los ciclos de baja.
“A aquellos clientes que cumplan con sus compromisos con nosotros, buscamos formas de adecuar el contrato para darles un respiro”, expresa el vicepresidente ejecutivo de Progreso.
En relación al factoring, están conscientes de que el cliente necesita rapidez, por lo que ése ha sido su foco durante los últimos dos años. “Esto ha permitido triplicar nuestra cartera en ese período, lo que demuestra que los clientes han valorado este enfoque”, señala el máximo representante de la empresa.
Entre los desafíos que proyectan para el negocio, desde la compañía dan cuenta de los cambios tecnológicos que están moldeando ámbitos tan variados como su transporte, canales de adquisición de productos e incluso su forma de interactuar.
“Veo que el mayor desafío como empresa es ser capaces de detectar y entender los nuevos requerimientos que tengan nuestros clientes en este contexto, de manera de crear y entregar soluciones que cumplan con satisfacer de manera eficaz sus necesidades”, concluye Salomón Díaz.
