Problemas del cobre amenazan las reformas para Codelco

2 julio, 2014
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La partida de Keller, apunta a un papel aún más influyente de los sindicatos bajo Bachelet.

Cualquiera que esté buscando claves sobre cómo podría cambiar Chile bajo el nuevo gobierno de Bachelet podría sentirse desalentado por la suerte de Thomas Keller, el ex director ejecutivo de Codelco despedido tras chocar con los poderosos jefes de los sindicatos.

El despido de Keller a comienzos de junio se produjo poco después de que ella nombrara a tres nuevos representantes en el directorio de la compañía en medio de tensas relaciones con los sindicatos. Keller estaba intentando recortar costos en la minera estatal ante la caída en los precios y la ley del concentrado, además de crecientes costos de la energía.

Muchos analistas afirman que los sindicatos ya tienen mucho poder en Codelco, con salarios en algunas minas calificados como “totalmente insostenibles” por uno de los ex miembros del directorio. La partida de Keller, dos años después de su nombramiento por el gobierno conservador de Sebastián Piñera, apunta a un papel aún más influyente de los sindicatos bajo la administración de Bachelet.

La gran pregunta es el impacto sobre el programa de inversiones a seis años por US$ 25 mil millones diseñado para mantener los actuales niveles de producción durante 30 años, pero que requieren el apoyo de los trabajadores. El éxito a largo plazo del programa de reformas de Bachelet depende de un Coldelco saludable, que requiere recapitalizarse ya que ha reinvertido menos de 5% de sus ganancias desde su nacionalización en 1976. Las mineras privadas normalmente reinvierten cerca de 50%.

Los desafíos en la mina Radomiro Tomic en el norte de Chile reflejan los problemas en la compañía. Juan Medel Fernández, gerente general, dice que en cinco años el concentrado de óxido para el que la mina fue diseñada hace 18 años, se agotará. Nuevas tecnologías con un costo de US$ 200 millones debe ser adquirida pronto para extraer US$ 5.500 millones de concentrado de sulfuro descubiertos a mayor profundidad, lo que podría mantener la mina abierta por 45 años.

“Si no hacemos algo pronto, para 2019 nos veremos obligados a cerrar”, dice. Él cree que todavía hay una oportunidad pero el tiempo se agota.

Fuente: Diario Financiero

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