Precio del cobre sigue cayendo y cierra sexta jornada consecutiva a la baja
Se trata del menor valor del metal de los últimos dos meses, desde el 14 de abril, cuando estuvo en US$ 4,09 la libra. A su vez, es el mayor descenso desde 18 de junio cuando cayó 2,35%.
El valor del cobre sigue descendiendo. El metal registró ayer una baja de 1,78% en la Bolsa de Metales de Londres lo que lo llevó a transarse en US$ 4,1 la libra, cerrando su sexta jornada consecutiva a la baja y acumulando en total un retroceso de 9,84% (ver infografía). Se trata del menor precio de los últimos dos meses, desde el 14 de abril, cuando estuvo en US$ 4,09 la libra. A su vez, es el mayor descenso desde el 18 de junio cuando cayó 2,35%. En lo que va de este mes, la principal exportación del país acumula una baja de 10,99%. Mientras que el valor promedio de 2021 se ubica en los US$ 4,12 la libra.
La semana pasada el cobre ya había registrado un mal desempeño luego de cinco días seguidos a la baja, acumulando un retroceso de 8,2% y cerrando de esta forma su peor semana en un año. El metal está enfrentando una situación menos favorable luego de que la Reserva Federal de Estados Unidos elevara las proyecciones de inflación para este año, lo que repercutirá en un alza de las tasas a fines de 2023. Esto ha llevado al dólar a su nivel más alto en dos meses, haciendo que las materias primas cotizadas en la moneda norteamericana estén más caras y por lo tanto sean menos atractivas para los tenedores de otras monedas.
“Hemos visto la cima y la tendencia es a la baja”, dijo el analista de Commerzbank, Daniel Briesemann. Mientras que el anuncio de que en China —el principal consumidor global de este metal— de un plan para contener el alza de las materias primas también ha repercutido sobre el commodity. En detalle, el gobierno chino anunció la liberación de sus reservas estratégicas de cobre, aluminio y zinc, cuyas cifras no se conocen, pero según los cálculos de la consultora global CRU Group, el Estado chino habría adquirido más de 600 mil toneladas de cátodos durante 2020, compras que fueron adicionales a lo que consumen las empresas de ese país.
Además, el Estado chino ordenó a las empresas que están bajo la administración del Estado salir de posiciones largas respecto al cobre, a través de la compra de instrumentos que apuestan por el alza del mineral. Esto generó una fuerte ola de ventas durante la semana pasada. “El detonante de los precios han sido la Fed y los chinos, que han dicho que lanzarán cobre, aluminio y zinc al mercado”, dijo a Reuters el viernes el consultor independiente Robin Bhar, quien añadió que “la Fed indicó que podría tener que subir las tasas antes de lo que había anticipado originalmente y eso ha asestado un golpe al oro y también a los metales”.
Pese a todo, los expertos coinciden en que los fundamentos del precio del cobre se mantienen a firme, y que si bien se podrían ver nuevos ajustes, el buen momento de la principal exportación del país es de largo aliento. El uso del cobre para la electromovilidad o para energías renovables son factores que permitirían que la demanda por el metal continúe estable en los próximos meses. De hecho, desde CRU Group mantienen una estimación de promedio anual de US$ 4,2 por cada libra, apuntando a que este trimestre se estaría viendo el peak del mineral, para comenzar a bajar la segunda mitad del año. Cabe recordar que en mayo el precio del cobre llegó a niveles históricos con US$ 4,86 por cada libra.
Déficit del metal en el mercado Por otro lado, ayer el Grupo Internacional de Estudio (ICSG) sobre el cobre dio a conocer en su boletín mensual que el mercado global del cobre refinado tuvo un déficit de 19.000 toneladas en marzo. Esto versus el superávit de 108.000 toneladas del metal que se registró en febrero, publicó Reuters. Para los tres primeros meses del año, el mercado tuvo un superávit de 129.000 toneladas, frente al excedente de 154.000 toneladas del mismo período del año pasado, agregó el ICSG. La producción mundial de cobre refinado de marzo fue de 2,10 millones de toneladas, mientras que el consumo fue de 2,12 millones de toneladas.
Fuente: El Mercurio
