Plan de urbanización de China consolidaría “apetito” por commodities

26 mayo, 2014
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El renovado impulso que las autoridades del gigante asiático le están dando a la migración campo-ciudad augura una constante demanda de materias primas, incluyendo la de cobre, dada su utilización en la nueva infraestructura vinculada a dicho proceso.

Nerviosismo ha generado en los distintos mercados la paulatina desaceleración china, marco en el que para el cobre se escucha una y otra vez el mantra sobre el fin de un ciclo. Y si bien algunas relevantes reformas que de llevar adelante el gigante asiático alimentan la especulación de corto plazo, un extenso plan de urbanización contrapesa ampliamente dicha inquietud, y así lo corroboran los analistas.

Plan 2014-2020

Actualmente. China atraviesa por un proceso de moderación de su crecimiento. Sin ir más lejos, el FMI espera que este llegue al 7,5% este año, al 739F en 2015y bajo 7% entre 2016 y 2019, cifras que a simple vista no se comparan al promedio sobre 10% que registró en los diez años anteriores (pese a que la base de comparación es progresivamente mayor). Sumado a esto, la nación busca la fórmula para potenciar su consumo interno, quitándole peso a las exportaciones y a su dependencia externa y transformándose. de algún modo, en una sociedad importadora y productora de servicios. Esto se da en paralelo a una serie de metas pro mercado que incluyen la reducción de la &nominada “banca en la sombra”, transición que también genera inquietud.

Así, un análisis simple haría presumir que mercadas como el de commodties perderán fuerza. Sin embargo, un factor -a ratos inadvertida-ha irrumpido en el escenario. En marzo de este año el primer ministro chino Li Keqiang reveló el “Nuevo Plan de Urbanización 2014- 2020”, que establece un norte claro: para el final de esta, el país debe tener al 60% de su población viviendo en ciudades.

La nación acaba de alcanzar una tasa de urbanización de 50(7,-, lejos del promedio de 80% de los países en desarrollo. La ONU estima que la segunda economía mundial logrará el 709 recién en 2030.

En este plano, crucial es leer las señales que entrega la autoridad, donde aparece un doble objetivo de cara a sus planes de progreso: “la &mande interna es el impulso fundamental para el (Esa-‘rollo de China. y el mayor potencial de expansión de esta se encuentra en la urbanización”. cita el documento emitido hace algunas semanas por el Consejo de Estado.

Impacto en commodities

El plan en curso implica el traslada de alrededor de 20 millones de personas cada año hacia los centros urbanos, con un costo aproximado de US$6,8 billones hasta 2020. El proceso exige, en consecuencia, una fuerte inversión en infraestnictura. “Se espera que el énfasis renovado en la urbanización, junto con mejoras en la eficiencia y un mayor enfoque en el mercado, aumente la demanda de materias primas”, indicó Simona Gambarini, directora asociada de investigación de Etf Securities, en Londres.

En la coyuntura, y pese a la preocupación por el dinamismo de corto plazo, lo anterior parece ser corroborado por los datos. El índice CRB, que agrupa a los principales commodities, ha subido más de 10% en el presente año.

Cobre: Doble influencia

Con todo, lo anterior no parece tener coherencia con lo que ha ocurrido con el cobre. El metal pasaría de promediar US$3.32 en 2013 a US$3,08 en 2014 y US$3 en 2015, según las perspectivas de Scotiabank. Las menores cifras, aún lejos del promedio de US$222 del periodo 2000-2012, no estarían vinculadas, sin embargo, a las especulaciones frente a la economía China. La tendencia estaría relacionada, fundamentalmente, con el ingreso de nuevos proyectos al mercado mundial y a la mayor oferta disponible.

Pese a ello, Alberto Bernal, jefe de investigación de Bulltick Capital Markets, cree que “una vez que se normalice el stock de oferta y demanda, que son cosas que se mueven en el día a día, vamos a llegar a la conclusión inequívoca de que la economía china, que ya está valiendo alrededor de US$10 billones, va a generar demanda más que suficiente para mantener los precios de los commodties, y específicamente del cobre, a niveles suficientemente altos”. Añade que “la única posibilidad de que China deje de ser un fenómeno importante para el cobre, es que se dé por finalizado el proceso de urbanización, para lo cual queda muchísimo tiempo”. Lo propio sostiene Larry Meinert, coordinador del programa de recursos minerales del Servicio Geológico de EE.UU. “El cobre es uno de los componentes básicos de la civilización y se utiliza en casi todos los aspectos de la vida moderna, tales como plomería, cableado eléctrico, automóviles, teléfonos celulares, sistemas de energía o turbinas de viento. De hecho el cobre se ha convertido en algo tan valioso que incluso está siendo robado de las obras de construcción y de los patios traseros”, destaca el analista.

Realidades que, en suma, ponen en cuestión las dudas frente a la demanda de materias primas, incluyendo el metal rojo. Y es que no cabe duda que a la “revolución de mercada” de China, le queda mucho cansino por delante.

Fuente: Estrategia

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