Participación femenina en minería llega a 15%
Estudio apunta a generar un ambiente adecuado para mejorar estos indicadores.
La participación femenina en la industria minera llegó al 15,2%, según los resultados de la sexta versión del estudio “Mujer en Minería”, realizado por Vantaz Group, la Red de Ingenieras de Minas (RIM Chile), Spencer Stuart, Acción Empresas y Compromiso Minero.
En 2018 esta cifra era de un 8,4%. En la actualidad, si solo se consideran las empresas mineras, es 17%. Sin embargo, en las empresas proveedoras esta participación está entre 10% y 11%.
“Hay espacio aún para aumentar esta participación y sobre todo en sectores de la minería, como operaciones en faena, por ejemplo, donde las condiciones de trabajo son más complejas por distintos factores. Para esto es necesario generar un ambiente adecuado, una infraestructura necesaria para que tanto hombres como mujeres se puedan desempeñar bien”, dice la directora de estudios de Vantaz, Daniela Desormeaux.
En comparación con los resultados obtenidos en 2022, en la última muestra se observa un mayor nivel de satisfacción general, llegando a un 62%, pero acompañado también de una mayor percepción de inequidad en relación a las brechas salariales y oportunidades de desarrollo. De hecho, es precisamente la falta de oportunidades de desarrollo la principal razón que las mujeres dan a la hora de justificar la búsqueda de trabajo. En años anteriores, más de un 83% de las mujeres percibía que los hombres tenían más oportunidades de desarrollo, y en el estudio de 2023 se reduce a 77%.
En esa línea, crece la percepción respecto de que los hombres reciben mayor remuneración, pasando de 68% en 2020, a un 79% en el ejercicio actual. “Si bien en los últimos años ha aumentado la participación de la mujer en la industria, la minería sigue siendo una industria muy masculinizada. De hecho, en muchos casos las mujeres tienen que adquirir ciertos rasgos ‘masculinos’ para poder validarse entre sus pares. Entonces eso hace que muchas veces persistan las percepciones de inequidad al interior de la organización”, explica Desormeaux.
Fuente: El Mercurio
