Moly-Cop y disputa por dumping : “Pareciera que no existe el coraje de defender la producción chilena”

19 octubre, 2020
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Pese a que se habrían comprobado prácticas desleales en el mercado de las bolas de acero, las autoridades desestimaron tomar medidas provisorias.

A comienzos de este mes, la comisión antidistorsión de precios del Banco Central volvió a dar un portazo a las pretensiones de Moly-Cop, firma que presentó un recurso de reposición en contra de la recomendación de la comisión de no implementar medidas provisorias para la importación de bolas de acero para molienda que son traídas desde China, insumo que resulta clave para la industria minera.

No es la primera vez que la firma local — de capitales norteamericanos— da esta pelea: en 2019 consiguió que se aplicara una tasa de 5,6% por la misma razón. Sin embargo, esta vez, pese a que los investigadores acogieron los argumentos, no se han tomado medidas, esperando a lo que suceda en la audiencia final que debiese ocurrir en noviembre. Desde la compañía dicen estar desconcertados y advierten del crítico momento por el que atraviesan las productoras locales, donde de las tres que existían además de Moly-Cop, una quebró, otra está cerca de un proceso de probable liquidación, y la otra decidió firmar un acuerdo con productores chinos.

—¿Cómo se toman la decisión de la comisión?

“El fallo es incomprensible. Al leer la decisión, se advierte que hay dumping de tres empresas, que hay daño y que hay causalidad, pero sin embargo, la comisión deniega las medidas. Es incoherente con su propio razonamiento, y eso nos llama mucho la atención”. “La argumentación es vaga respecto de lo macizo del dosier de documentación y pruebas que hemos presentado a la comisión, lo que nos deja perplejos, confundidos respecto de qué es lo que está motivando a la comisión en términos de proteger la industria nacional de prácticas que no son de libre competencia”.

—¿Qué medidas son las que pide MolyCop?

“Nosotros nunca hemos pedido un proteccionismo como en Argentina, que genera ineficiencia, subsidios entre sectores económicos, donde el que tiene la capacidad de lobby más importante es el que lleva agua a su molino, generando un modelo de protección que no se rige por las leyes de libre mercado. Lo que pedimos es la implementación de derechos aduaneros compensatorios que eliminen la distorsión que genera el dumping en la actividad económica en Chile”. “Este no es un tema de falta de capacidad técnica o calidad de productos, es simplemente que tenemos que lidiar con la legislación y estándares del país y los chinos no, porque están llenos de subsidios cruzados, que parten desde la fabricación de sus materias primas y siguen con la fabricación de productos terminados. Pareciera que no existe el coraje de realmente defender la producción chilena. No se trata de un proteccionismo añejo, sino que de emparejar la cancha”.

—De no lograr medidas definitivas, ¿corre peligro el futuro de la empresa?

“Efectivamente. Vamos a seguir dando la pelea, somos extremadamente eficientes, pero estamos aburridos de que nos amarren un brazo; a la larga, eso nos terminará por desestabilizar. Hemos optado por la eficiencia de la producción nacional, por empleos de la calidad y el virtuosismo de hacer en Chile, pero MolyCop también pertenece a un grupo internacional; si esto sigue por mucho tiempo, nuestros dueños van a preferir producir en otra parte”. “Si se trata de buscar, entre comillas, economías donde se pueda producir más barato por tener una mano de obra más barata, costos energéticos más baratos, legislaciones medioambientales y de los derechos de los trabajadores más febles, no tenemos ningún problema, pero nos la jugamos por la industria en Chile”.

—¿Temen un efecto en el empleo?

“Si bien en Moly-Cop no trabaja mucha gente, estamos con menos de 200 personas, la gente olvida que compramos nuestra materia prima en Chile, que se produce en CAP Acero. Nosotros representamos más del 50% de sus ventas, si nos vamos de espalda, acto seguido, CAP Acero también se va de espaldas y estamos hablando de más de 2.400 trabajadores, al que se debe sumar el ecosistema que genera la industria metalmecánica, entonces el impacto en el empleo será catastrófico”. “Las quiebras no se avisan, ocurren en cualquier momento, y ya está el caso de Maersk, otros productores, de Iansa, que de un día para otro tiene que cerrar, y cuando eso ocurra, será irreversible”.

—¿Qué tanto les afectan los plazos de investigación?

“La audiencia pública debiese ser en noviembre, y el veredicto se define un mes después, por lo que esperamos que sea antes de fin de año, pero el plazo se puede extender hasta abril. El problema es que, si se toman medidas posteriores, los contratos ya están firmados. Hay licitaciones en curso, por lo que hay un daño permanente. En toneladas que se negocian en estos meses son entre 70 y 100 mil toneladas, tomando las oportunidades de negocio que hay en el mercado y que en volumen representan varios cientos de millones de dólares”.

Fuente: El Mercurio

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